Sueños de un prófugo

Demonios

Una tranquila noche de lluvia en Japón se presentaba hoy, la gente llevaba sus paraguas para no mojarse, las luces neones llenaban cada esquina de las calles en Tokio, pero por el momento nos centraremos en los rápidos pasos de un joven rubio que se encontraba asustado de lo que acababa de cometer, un robo, le robo la camiseta a una persona desconocida solo para que no le dijeran nada por su falta de ropa y dejarle ese problema a alguien más, se detuvo en un pequeño callejon para descansar de su pequeña persecución, técnicamente no era la camiseta del chico sino que la estaba vendiendo, una sonrisa salio pues el extasis del momento lo lleno de una breve alegría, "Estoy cansado" se recostó y sin más se adentro al reino de Morfeo.

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Nuevamente denji estaba en el bosque, un suelo verde actuaba como una cama, los árboles reflejaban sombras por la luz que emanaba su alrededor, un extrañado denji se puso de pie y empezó a caminar sin rumbo alguno, así paso un buen tiempo hasta encontrar una puerta llena de pegatinas amarillas de diferentes tamaños cada una, entonces el alrededor que alguna vez estuvo lleno de luz se volvió completamente oscuro, un frío desolador lleno los pulmones de el chico, a paso lento avanzo para poder abrir la puerta, de el ambiente oscuro pequeñas líneas se presentaban que lentamente se abrian para mostrar pupilas, ojos lo veían y juzgaban a cada paso que daba, "acaso tienes miedo denji?" "No tuviste tu la culpa" "debes volverte hombre y pagar sus deudas" "abre la puerta denji". Su mano se acercaba cada vez más a el picaporte hasta que una voz dulce lo detuvo.

-No abras la puerta denji, solo corre

Denji- Pochita- volteo su cabeza para saber de donde venía esa voz, pero no había nadie, solo esos ojos de diferentes colores que mantenían su vista en el chico escuálido.

Volvió su vista hacia la puerta, pero no había nada, nuevamente esos ojos, cada uno de ellos eran diferentes, pero todo paro cuando los ojos se cerraron y el espacio antiguamente blanco, y ahora negro cambio una vez más, ahora ese espacio era rojo y un solo ojo se abrió, su pupila era de forma anillada y su esclerótica era total mente amarilla, "matala denji" "ese demonio se va a salir con la suya si la escuchas una vez" "No sabe quien eres" "la quieres ver"

El solo se sostuvo su cabeza, empezó a sudar, todo se retorcía sobre el, que estaba pasando, que quieren esas voces de el? De quien eran esos ojos? Quieres despertar de una vez? Ve a esa luz denji

Denji- ¡YA CALLENSE! ¡PAREN DE UNA VEZ! ¡YAAAAAA¡ !DEJEN MI CABEZA- empezó a sudar por todo lo que pasaba al mismo tiempo, solo quería que el despertara de ese horrible sueño.

Pero el fondo cambió una vez más, ya o estaba en un ambiente de un solo color, ahora se hayaba en una casa, todo se calmo por un momento, hasta que un teléfono sonó, y la puerta de ese pequeño lugar fue tocado por un pequeño puño cerrado, Abre la puerta denji, mira quien es esas voces que sonaron cesaron para que solo una sonará, lo invito a abrir la puerta, quien será?

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Sus ojos se abrieron lentamente, su sueño acabó, libre de su pesadilla Denji se puso de pie, alzó su vista para presenciar un cielo nublado, un clima que a él le gustaba mucho, empezó a caminar algo incómodo pues sus prendas aún seguían un poco empapadas por la lluvia de la noche pasada. Durante su trayecto empezó a recordar ese sueño, un escalofrío recorrió su espalda al hacerlo, pero lo olvido para seguir adelante, tenía hambre así que se detuvo en un pequeño establecimiento de café, al entrar se dio cuenta de que no había mucha gente y solo había una persona atendiendo el lugar un hombre ya viejo y cansado seria quien lo atendiera.

-Que le puedo ofrecer joven?

Denji- Tiene pan con mermelada?

-Aaaa, si claro, si es lo que usted desea se lo puedo acompañar con café.