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Aida Hernández

Pasó una semana de que me entré que estoy embarazada y todavía no sé quién es el padre.
A pesar de eso hace unos días fui junto a mi mamá al doctor, me hice unos estudios de sangre para asegurar que hay un bebito dentro mío y efectivamente sí. Hoy tenemos turno con la doctora para hacerme una ecografía.

- Vale llegamos. - mi mamá y yo nos bajamos del coche y entramos al hospital.

- Hola buenos días... - firmamos unas cosas y finalmente entramos al consultorio.

- Vale Aida, recuestate aquí y vamos a comenzar. - hice lo que indico la doctora y puso un gel bastante frío sobre mi abdomen para comenzar a ver al niño.

- Vale estás de unas dos semanas, es muy pequeño y no se distingue pero ahí está. - habló la doctora con una sonrisa.

Luego de salir del hospital fuimos a almorzar y estuvimos toda la tarde juntas, fue una salida de madre e hija.

- Hola hola, llegamos! - grité para que mi famila escuchara.

- Holaa tata!

- Hola Aidu!

- Holaa peques y papá?

- En la sala. - fui hacia allí.

- Hola papá. - lo saludé con un beso en la mejilla.

- Hola mi vida, oye vendrán unos chicos del equipo así que está lista para las nueve. - habló mientras miraba el televisor.

- Vale papá. - me levanté del sofá y fui a mi cuarto solo tenía una hora para arreglarme.

Me dí una ducha y me puse un poco de maquillaje, luego me puse un top blanco mangas largas y unos jeans cargo negros.

Cuando ya estaba lista bajé al salón con mi padre

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Cuando ya estaba lista bajé al salón con mi padre.

- Oye papá, quienes vienen?

- Pedri, Ansu y Gavi. - literalmente no conocía a ninguno, no me gusta mucho el fútbol.

Luego de un rato tocaron timbre.

- Voy yo! - gritó mi padre mientras iba a abrir la puerta. 

Mientras tanto ayude a mi mamá a terminar de arreglar la mesa.

- Hola buenas noches! - saludaron los tres chicos.

Me quedé en shock al ver a un castaño era ese castaño, era el tío con el que había estado esa noche.

- Hija estás bien? estás pálida!

- S..i si papá estoy bien. - sonreí como pude y saludé a los chicos.

La cena fue bastante incómoda al menos para mí, sentía la mirada de ese tal Gavi toda la noche lo más probable era que el también se había dado cuenta de que yo era la chica con la que estuvo esa noche.

Una Casualidad. Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora