En estos siete meses como os había dicho he estado viviendo en casa de mis padres. Mi niño se hace cada vez más mayor por eso tanto mi familia como yo lo disfrutamos al 100% .
Respecto a Pablo creo que estamos mejor que nunca, no somos pareja, pero me atrevo a decir que es mi casi algo. Hemos decidido darnos nuestro tiempo para volver la relación que en algún momento tuvimos.
- Hola mamá. - sonreí mientras bajaba las escaleras.
- Que tal cariño, irás a casa de Gavi? - dejó un beso en mi mejilla.
- Si, luego de tomar mi café. - Pablo había llevado a Martín a su casa así yo podía dormir una siesta.
- Holaa tata. - bajó Dan.
- Hola mi vida. - besé su mejilla.
- A dónde irás? - preguntó mientras se sentaba a mi lado.
- A casa de Pablo, me quieres acompañar?
- Sii! mamá me dejas porfaa? - comenzó a saltar y a suplicar.
- Claro que sí cariño. - reímos.
- Vale me voy a cambiar y nos vamos. - subí a mi cuarto.
Hoy hacía demasiado calor así que me puse una falda de jean y una blusa pegada color verde con un bolso a juego.
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- Vale peque vamos. - Dan y yo nos montamos en el coche y nos dirigimos a la casa de Pablo.
El camino nos alcanzaba para escuchar al menos dos canciones de Olivia Rodrigo que por cierto Dan y yo somos mega fans. Comenzó a sonar "Traitor" los saltitos de emoción de Dan eran únicos.
- Brown guilty eyes and little white lies Yeah, I played dumb but I always knew. - comencé.
- That you'd talk to her, maybe did even worse I kept quiet so I could keep you. - siguió Dan.
- And ain't it funny How you ran to her The second that we called it quits? - seguí cantando a todo pulmón.
- And ain't it funny How you said you were friends? Now it sure as hell don't look like it. - siguió mi hermanito con su tierna voz.
- You betrayed me And I know that you'll never feel sorry For the way I hurt, yeah You'd talk to her When we were together Loved you at your worst But that didn't matter. - cantamos ambos.
Y así pasamos el resto del camino. Al llegar a casa de Pablo bajamos del coche y toqué el timbre.
- Holaa! - Pedri abrió la puerta y no me sorprendía, estaban siempre juntos.
- Holaa Pepi. - entramos.
- Estamos jugando a la play! - el canario salió corriendo al sofá.
- Holaa que tal guapa? - habló Pablo sin quitar la vista de la tele, cargaba a Martín mientras jugaba.
