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Aida Hernández

Al terminar de cenar y obviamente hablar un par de horas más llevamos a Ansu y Pedri a sus casas y finalmente llegamos a la nuestra.

- Oye amor. - hablé mientras me colocaba una camiseta de Pablo que usaba como pijama.

- Dime guapa.

- Yo creo que ya deberíamos ir aclarando el tema del nombre. - me acosté a su lado.

- Yá, que se te ha ocurrido? Los chicos han estado tirándome un par de ideas pero no lo sé.

- Me haría mucha ilusión que se llame Martín, así como tu papá y tú, que ambos se llaman Pablo - sonreí - pero también me gusta Benjamín o algo por el estilo.

- Pues los chicos también mencionaron el nombre Martín, la verdad me gusta. - sonrió.

- Martín Páez Gavira Hernández?

- Me encanta. - dejó un beso en mis labios.

- Ayy ya tenemos nombre! - chillé y Pablo comenzó a hablarle a Martín.

- Hola hijito! sé que hemos tardado mucho en pensar tu nombre, pero ya está decidido te llamarás cómo papá, Martín! estoy esperando con ansias conocerte. - amaba verlo en esa faceta.

Al cabo de unos minutos me quedé completamente dormida.

- Buenos días mi amor! - mi alarma Pablito me despertó.

- Hola amor, que hora es? - dije apenas reaccionando.

- Las 10 amor.

- Es temprano, déjame dormir un ratito más.

- No anda, es sábado y tú padre nos ha invitado a almorzar, y se lo mucho que tardas así que vamos, para las 12 estás lista eh! Ahora a desayunar. - con toda la flojera del mundo fui al baño e hice mis necesidades para luego bajar a desayunar.

- Aquí tienes guapa. - Pablo me pasó unas tostadas y un té.

- Gracias amor. - comencé a desayunar.

- Entonces, Martín es oficial no?

- Sí Pablito. - sonreí.

Cuando terminamos de desayunar subí al cuarto a bañarme.
Luego para mi outfit escogí un vestido amarillo súper fresco que la verdad me gustaba mucho como me quedaba.

- Ya estoy lista mi amor, vamos

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- Ya estoy lista mi amor, vamos. - dije bajando las escaleras.

- Que guapa. - me besó - vamos. - nos subimos al coche y fuimos directamente hacia la casa de mis padres.

Al llegar nos bajamos del coche y Pablo tocó timbre.

- Holaa pasen porfavor! - mi madre dejó un beso en la mejilla de cada uno y otro en mi barriga.

Una Casualidad. Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora