Capítulo 10|Aquel abrazo y al agua pato.TERESA
—Escocia alberga a más de 500 especies de aves... —comenta Oliver enfocado en los frailecillos que están tomando el sol en las rocas.
En la última hora he estado procesando toda la información sobre aves y no sólo las que viven en las costas. Habla con entusiasmo, pero todavía percibo cierta incomodidad, es por esa razón que detuve la grabación sin avisarle.
Hoy es el primero día y hemos improvisado la salida, así que lo entiendo porque yo tampoco he diseñado con claridad lo que quiero reflejar en el documental. No es simple, lleva un proceso minucioso y no es nada más encender la cámara y grabar a un punto fijo.
En las clases de práctica recibo muchos tips y capacitaciones para saber que hacer en una situación como esta, no es igual a los vídeos que subía en el canal que por cierto he dejado abandonado.
—Ha sido suficiente hablar sobre aves por hoy, ¿cierto? —me cuestiona y salgo de mi trance para mirarlo —. Es mejor si organizo algún tema interesante para la próxima vez.
Cierra su cuaderno donde ha llevado un registro de las especies que hemos visto y lo guarda en el interior de su mochila.
—Entiendo que te sientas forzado, pero podemos redactar un guión como apoyo —le informo regresando la mirada hacia los frailecillos que se encuentran a una distancia donde no podamos molestarlos —. Hoy sólo fue un ensayo para ambos, no te preocupes, lo que sí me gustaría es que estes más relajado como al principio, puedes lanzar chistes, ser tú mismo, ¿comprendes?
Parece reflexionar mis palabras al mismo tiempo que se pone de pie sujetándose de uno de los tubos que sostiene la carpa de la lancha.
—Estoy siendo yo mismo.
—Ah —eso significa que tendré mucho trabajo por hacer —. Claro que lo noté, nada más que afinaremos detalles para que no parezca que sólo lanzas información como una enciclopedia.
—¿Qué tiene de malo las enciclopedias?
De acuerdo, no me la está dejando fácil si sigue contestando así, nuestros enfoques son totalmente diferentes y no es que haya algo malo en eso, lo único que me gustaría es lograr una buena comunicación.
—¡Nada! Las enciclopedias son asombrosas —chasqueo los dedos de una mano buscando la manera de arreglar mi comentario —, es el primer buscador antes de internet. Benditas sean.
—No tienes por qué fingir que estás de acuerdo con lo que digo —a lo que me regresa el aire a los pulmones. Él sonría con mofa —. Entiendo tu punto, después de todo serás como la directora, guionista, camarógrafa y productora. Voy hacerte caso.
—¿En serio? —junto las manos como agradecimiento —. Te prometo que pondré todo mi esfuerzo en este trabajo. Hasta me dan ganas de abrazarte.
Me pongo de pie para poder hacerlo, pero Oliver me detiene poniendo una mano frente a él a la vez que niega con la cabeza.
—No más abrazos, ¿lo haces con cualquiera?
—Así reparto afecto, pero no todos son dignos —enarco una ceja.
—Pues yo debo estar en tu lista negra después de todo.
—Lo capto, el contacto físico no es lo tuyo, lo respetaré.
—Ese no es problema.
—¿Entonces si hay abrazo?
Pretendo moverme tras abrir los brazos, él retrocede alarmado, sin embargo, ninguno de los dos pensó que la lancha podría ser inestable ocasionando que Oliver pierda el equilibrio cayendo de espaldas al agua produciendo que muchas gotas me salpiquen encima.
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Un lugar en el mar
RomanceTeresa Roth solo tiene una meta en la vida: convertirse en una de las mejores navegantes de los siete mares sin importar los obstáculos, aunque eso signifique tener que lidiar con el hermético citadino Oliver Kellen. Oliver Kellen ha renunciado a l...