Capítulo 6|Oreaster reticulatus.

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Sorry si los caps son demasiado largo, es que me emociono. 😂
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Capítulo 6|Oreaster reticulatus.

Oliver

—Me dejó en visto.

—Sea lo que hayas hecho te lo tienes merecido —responde Victoria asomándose en nuestra pequeña cocina donde apenas cabemos. Abre una de las gavetas para sacar el cereal —. ¿No?

Stephen que está sentado frente a la mesa despega los ojos de su laptop para mirarnos y sonríe causándole gracia la situación.

—Ni siquiera sabes de lo que habla.

—Los escuché —menciona encogiéndose de hombros —, es por la chica, ¿verdad?, ¿la has vuelto a cagar?

—Se la voló —murmura él.

—Mhm, me lo imaginé.

—Han pasado dos días —continúo diciendo ignorando sus burlas —. No he sabido de ella y cuando he ido ayer a su casa para disculparme, no estaba. Me frustra saber que ya tiene un mal concepto de mí.

—Woah, después de todo si tienes corazón.

—Claro que lo tengo —bufo con fastidio mirando a Victoria llenando su taza con mucho cereal que me dan ganas de quitárselo de las manos —. Sólo que me cuesta relacionarme con los demás.

—Con nosotros ya vas progresando.

—Pero Teresa lo tiene flechado, Vic. Date cuenta.

Frunzo el ceño y niego. Está equivocado.

—No confundas ese término —me dirijo hacia donde está él. Nemo me sigue de cerca enredándose en mi pierna. Apoyo mis manos sobre la mesa obteniendo su atención —. He dado una mala imagen de mí mismo. Soy un profesional que no debería comportarse con inmadurez. Hablé sin pensar dos veces y mis acciones sólo logran alejar a las personas o herirlas. ¿Cómo puedo cambiar eso? Porque no puedo.

—Para ser sincera —Victoria se une a la mesa tomando asiento —. Y hablando con seriedad, es la primera vez que escucho a alguien exponer con sinceridad lo arrepentido que está de sus acciones, no es que haya sido grave, ¿verdad? Pero qué bueno que puedas darte cuenta de lo que haces o dices sin pensar que dañarás tu ego o reputación.

—Cuentas con nosotros —dice Stephen —. Ahora somos tus amigos y cualquier cosa que te inquiete estamos para escucharte —él abre la boca, sorprendido de repente y se le escapa un chillido de pánico —. Madre mía, ya estoy hablando y pensando como un verdadero adulto. ¡Ya parezco a mi padre!

Escucho a Victoria reírse del gesto del veterinario haciéndole gracia.

—Ya no importa —comento con respecto a lo que le dije. Me revuelvo el cabello con una mano sin dejar atrás al asunto. ¿Por qué me afecta? —. Gracias a ambos por escucharme, supongo que debe ser una molestia para ustedes.

—¿Molestia? —inquiere Stephen cerrando la pantalla de su laptop —. Puf, ¿imagínate vivir solo y no poder contarle a alguien como cómo te sientes? Sería una putada.

—Tengo a Nemo.

—Es un hurón no cuenta.

—Tiene razón —señala Vic mientras vierte la leche sobre el cereal —. Al principio creí que estar bajo el mismo techo con dos hombres sería un error, pero miren, llevamos tres días juntos y ya hay drama. Me encanta, es decir, me encanta no estar sola.

Desde un principio deseaba vivir solo, sin embargo, conocer a Stephen y Victoria no ha sido malo después de todo, admito que me está gustando tener compañía con mis nuevos amigos. Hasta la palabra ocasiona un cosquilleo en mi interior.

Un lugar en el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora