Spider Discovery

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Fue una experiencia bastante interesante descubrir mis poderes, aunque no se lo recomiendo a nadie a tenerlos, ya que son difíciles de manejar en un principio. 

Luego de esas horribles tres horas de sufrimiento donde Chaeryeong no hizo más que entrar en pánico y llorar por mi vida mientras hacía todo lo posible para salvarme. Nos encontrábamos en el comedor de nuestro departamento, desayunando como si no hubiese pasado nada fuera de lo común, aunque a simple visto ya había muchas cosas fuera de lo normal y Chaer lo notaba. 

No estaba con resaca, aunque me haya bebido talvez más de la mitad de lo que había en el departamento de al frente. Estaba con mis audífonos puestos, pero no me encontraba escuchando mi música a todo volumen sino a la mitad de su capacidad y aun así lo escuchaba más alto de lo normal. Los llevaba puestos porque podía escuchar desde los ronquidos de todos los de edificio hasta el aleteo de las palomas. Eso es algo que aún no puedo llegar a soportar, aunque la peor parte era el poder escuchar mis propios pensamiento. 

¿Por qué me mira tanto?

¿Tengo algo en la cara? Seguro se dio cuenta de que soy hermosa y ahora quieres estar conmigo, si si, es lo más probable.

Ahora esta mirando mi mano ¿Que hay en mi mano? ¿Que es ese agujero en mi muñeca? voy a tratar de tocarlo sin que lo note. 

-¡Oh santa mierda!-grité al ver que algo que salió de mi muñeca le disparó a la cara e Chaeryeong

-¿Qué es eso?-chilló-¿Acaba de reventarte un punto negro o qué?-con los ojos cerrados trató de sacarlo de su cara-que asco, parece telaraña- 

Esto es raro ¿Cómo es que con solo un toque un punto negro reviente de tal forma? Voy a tocarlo otra vez. 

Como no soy tan estúpida, apunté a otro lado y apreté nuevamente la zona, pero esta vez por más tiempo. Sorprendida que llegara hasta la pared y que no dejara de salir, me levanté para acercarme para tocar la gran cantidad de hilo que saque de mi cuerpo. Es un hilo viscoso, elástica y al parecer fuerte, ya que no lo podía romper. Es suave, pero al mismo tiempo es pegajoso. En resumen, es asqueroso de tocar.

-Deja de tocarlo, es asqueroso- 

Sin siquiera ver a su dirección, agarré la cuchara que me tiró. Y lo voy a admitir, me asusté mucho por agarrarlo, puesto que eso hizo enojar a Chaer que comenzó a tirarme todo lo que encontraba y yo agarraba todo lo que recibía. 

-¡Déjate de tirar cosas!-enojada yo también, tiré unos de los cereales con forma de estrella que recibí y lo tiré hacia la ventana. Rompí el vidrio. 

-Esto no es normal-

-¿Cómo es físicamente posible romper la ventana con un cereal?- 

-No sé, pero no te muevas-Se acercó con sigilo hacia mí y cuando ya estaba a solo centímetros de mí, me midió el pulso con sus dedos en mi cuello–Tu pulso está acelerado, pero nada fuera de lo normal, trata de respirar hondo para regularlo–

–tengo miedo–agarre su mano para que me dejara de tocar el cuello–esto me pasa por pasear por tu trabajo–solté con un puchero.

–¿Adónde fuiste? ¿Tomaste algo?–se levantó, pero yo no solté su mano–¡Por dios, Shin Ryujin! Siempre te digo que no toques nada ¡Pero nunca me escuchas! Ni siquiera sé por qué somos amigas si ni te soporto–

Antes que comiencen a odiar a Chaeryeong voy a interrumpir esta dramática escena. Llevamos siendo amigas por cuatro años y en ese tiempo hemos tenido un sin fin de peleas, por lo que no fue la primera vez que me trata así y lo acepto ¡Ni yo me soporto! Por otro lado, yo también le he dicho cosas malas, no soy ninguna santa.

–Somos amigas porque soy la única persona que está a tu lado ¡Ni tus padres te hablan! Eres una ñoña científica que no hace más que aburrir a la gente–

Cosas como esas suelo decir para atacar. No quería ser la única dañada y más si en ese momento de verdad me dolió.

–¡Si tanto te aburro, vete de acá!–

–Gracias por el honor de dejarme escapar—con dificultad traté de soltarle la mano–deja que te suelto y me voy–susurré mientras forcejeaba levemente.

–¿Por qué no me sueltas?–

–¡Ni siquiera estoy usando fuerza para agarrarte! ¡Mira!–relajé mis manos y me despegué de ella–Esto es vergonzoso–susurré–Ahora si me voy de acá–agarré mi celular, me puse los zapatos y en pijamas salí del departamento–Hasta nunca–cerré la puerta con todas mis fuerzas.

Me quedé con la manilla en mi mano, confundida, miré la puerta que estaba hecha pedazos y la pared igual. Tímida, le sonreí a mi compañera de piso y esta miraba con asombro la puerta.

–No puedo dejarte afuera si estás por la vida rompiendo cosas. Éntrate y analizamos tus nuevas habilidades–










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