Miguel O'hara es un omega dominante lider de una manada de Spiderpersonas, su vida cambiará cuando su esposo llegué con un pequeño niño en brazos.
|| Peter x Miguel (alfaxomega)
|| Miguel y Peter siendo padres adoptivos de miles .
|| capítulos cortos
Peter se encontraba triste por la actitud de su omega con el pequeño Miles, sabía que Miguel era alguien difícil de tratar y lo aceptaba pero llegar al punto de ignorar al niño cuando se lastimara era algo alarmante para él.
Miles que se encontraba aferrado a su pecho sollozando le rompía por completo el corazón asi que decidio cantarle mientras le daba suaves palmadas en la espalda para tranquilizarlo, no queria que Miles odiara estar con ellos ya que lo consideraba su hijo pero ya no sabia que más hacer.
Lentamente cargo al pequeño para llevarlo a su habitación notando el dibujó que habia hecho miles tirado recogiendolo para guardarlo en su bolsillo, al llegar a la habitación del niño lo recosto en su cama quedándose a su lado hasta que se durmiera dandole un pequeño beso en la frente y retirarse.
Cansado de toda la situación se dirigió a su habitación encontrando a su omega recostado en la cama dándole la espalda cubierto por las sabanas viendo como estas temblaban, solto un suave suspiro acercándose a su esposo para meterse tambien bajo las sábanas y abrazarlo con cariño, sabia que esto tampoco era fácil para Miguel pero ambos debian hablarlo como los adultos que eran .
— No es tú culpa cariño —comento mientras sentia al otro temblar— Se que no quisiste hacerlo.
— Lo lastimé —susurro bajo mientras soltaba las lágrimas que había estado aguantando desde hace horas— Lastimé a miles.
El alfa volteo a su esposo abrazandolo mas fuerte sintiendo como el omega soltaba sus feromonas llenas de tristeza y dolor, Peter soltó igualmente sus feromonas para tranquilizar a su omega que se aferró a él con fuerza temiendo que su alfa desapareciera de su lado.
— Miles te quiere Miguel —susurro suavemente para besar la cabeza del otro con mucho amor— Y se que tú también lo quieres.
— Lo lastimare —dijo con dificultad— No quiero lastimarlo Peter.
— No lo harás —le dedicó una pequeña sonrisa para besarlo suavemente en los labios— Jamás lastimarias a nuestro cachorro.
Miguel sonrió levemente acurrucandose junto a Peter para respirar con tranquilidad el aroma de su alfa suspirando relajado, lentamente comenzó a cerrar los ojos sintiendo las suaves caricias del otro en su cabello quedándose completamente dormido.
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De aquí en adelante Miguel sera un mejor padre para Miles.
