- 𝒲𝒽𝓎 𝐼 𝒹𝑜 𝓉𝒽𝒾𝓈? 𝐵𝑒𝒸𝒶𝓊𝓈𝑒 𝐼 𝓁𝑜𝓋𝑒 𝓎𝑜𝓊
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Eres ____, una chica común dentro de Japón. Tienes amigos, reducidos pero tienes y te cambiaste de colegio junto a ellos. En este nueva institución conoces a varios chicos, entr...
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*Riiiing*
Escuchaste la alarma sonar, la maravillosa alarma del lunes, y tu primer día de clases comenzaba.
Te levantaste algo emocionada, podrías volver a ver a tus gemelos favoritos, pero ir al colegio siempre es una tortura.
- Buenos días dormilona – Saludo tu madre abriendo la puerta. – Escucha, lávate la cara, haz tus cosas y ven a desayunar, ¿Sí? Ya está todo listo.
Tallaste tus ojos que apenas comenzaban a acostumbrarse a la luz del sol.
- B-buenos días... y okey... - Dijiste mientras tapabas la luz que entraba por la ventana sin cubrir.
Tu madre salió de la habitación para darte tu tiempo. Tardaste poco en levantarte e ir al baño. Te lavaste tu cara, parecías destruida. Hacia tiempo que no dormías tan bien como hoy, aunque fue raro porque no estaban los Tokito, pero era algo a lo que te debías acostumbrar ya que no iba a durar para siempre aquel vinculo tan cercano.
Saliste del baño y te sentaste en la mesa, tu padre comenzaba a levantarse.
- Buenos días hija, ¿Cómo estás? ¿Dormiste bien? – Pregunto tu padre mientras llevaba sus platos a lavar.
- Bien y bien... supongo. – Dijiste mientras comías.
- Bien, yo me voy yendo. Recuerda, presta atención e intenta hacer amigos, es lo mejor para ti. – Dijo tu padre para irse a la habitación que compartía con su madre.
- "Bla, bla, bla" lo intentare... - Dijiste para ti misma mientras continuabas el desayuno.
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Saliste de tu casa. La mochila no pesaba tanto ya que llevabas un par de cosas para anotar y todavía no tenias los libros, ni siquiera sabias cuales usarían. Es lo bueno de la primera semana, la mochila no pesa tanto como para romper tu espalda en la mañana.
Seguiste la senda hasta el colegio y te encontraste en la esquina con los gemelos Tokito, como lo habías pactado.
- ¡¡____!! – Exclamo Muichiro para correr hacia ti.
- ¡Muichiro! – Corriste hacia el y saltaste para abrazarlo.
- ¡Como te extrañe! – dijo Muichiro.
- Lo mismo digo, fue raro despertar y que no nos estuvieses molestando jaja – Dijo Yuichiro.
- Son unos tontos... - Dijiste bajándote de Muichiro. - ¿Vamos? ¡Entremos juntos!
