El conejo de la Serpiente

Capitulo 4: Un conejito furioso.

Hermione pasó su tiempo en clases tomando apuntes y respondiendo preguntas, lo usual en ella. Lo diferente era, sin embargo, que trató de hablar con sus compañeros de clases.

Fue difícil.

De alguna manera, ellos parecían ofenderse o irritarse después de que ella dijera ciertas palabras y comenzaban a ignorarla. Eso le había pasado mucho antes de hacerse amiga de Harry y Ron, así que quizás era porque no sabía cómo hacer amigos.

El fantasma de Harry parecía preocupado. El de Ron, en cambio, parecía divertido y la alentaba a seguir hablando. En ese punto, ella supo que debería detener sus intentos de hacer amistad en clases. 

Si a Ron le divertía, entonces no era bueno.

—¡Hola, Mione! —ella dio un brinco del susto y se giró mirando al niño que la saludaba.

Era ese tipo Barty Crouch Jr.

—¿Qué quieres?

—Te vine a buscar.

Ella le frunció el ceño. —¿Para qué?

—Reggie te busca.

Una sonrisa se dibujó en los labios de Hermione y comenzó a caminar, dando pequeños saltitos alegres.

Algunos estudiantes que pasaban cerca le daban miradas extrañadas y luego apartaban la mirada tan rápido como veían a Barty, huyendo asustados por las posibles cosas que podría hacer él chico en represalía.

—¿Por qué me busca Regulus?

Barty se encogió de hombros. —No sé.

Hermione continuó caminando, curiosa. ¿Para qué la necesitaba Regulus? ¿Tal vez había descubierto de que se trataba esa magia que los envolvió cuando se conocieron? Quizás era eso. Ella esperaba que si, de esa forma tendría una cosa que tachar de su lista.

Ella tenia muchas cosas en su lista. Sus pensamientos se redirigieron caóticos en cada cosa que tenía pendiente, desglozando una y divagando hacía otra rápidamente. Sus pensamientos ya no tenían sentido, no eran como los de la Hermione Granger lógica y racional de antaño. Ella ya no era la misma. La tortura de Bellatrix y luego Azkaban había hecho cosas terribles con ella. Sin embargo, ahora podía comprender un poco el proceso de pensamientos del Barty Crouch y del Sirius Black después de Azkaban.

A lo lejos, ella vio al chico que reconoció como James Potter caminar junto a Sirius en su dirección.

Su mente divagó rápidamente en las multiples opciones y luego sonrió alegremente. Les iba a hablar y hacerse su amiga para detectar el tipo de nivel en el que estaba Peter. Si estaba podrido, entonces ella lo mataría. Si no lo estaba, entonces... Podría dejarlo vivir, posiblemente.

—¡Hola! —los saludó deteniéndose frente a ellos. Una amigable sonrisa en los labios. —Soy Hermione Lovegood, mi primo es Xenophilus Lovegood. Soy nueva aqui y mi primo dijo que sería bueno si hiciera amigos, especialmente porque nunca tuve amigos antes. Bueno, tuve dos, pero ya no estan porque mi casa se quemó de forma repentina y trate de hacerme amiga de los chicos de mi casa, pero por alguna razón no les gusto. De todos modos, ¿Quienes son ustedes?

Por supuesto, ella lo sabía. Pero su plan era fingir que su personalidad era como la de la dulce Luna y la de ella misma, con un poco de Ron allí. Fue una mezcla extraña, pero estaba funcionando. Casi parecía que era su personalidad real. ¿y si lo era? Ouh. ¿Entonces ella de verdad estaba loca? Pero... Tenía pensamientos racionales, por ende, no lo estaba. No era plausible. De todos modos, todo era para reunir información de forma sutil y mantener alejadas a algunas personas. El fin justificaba los medios o algo así.