Capítulo 9

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-CONFUSIÓN-

Talle mis ojos con un poco de brusquedad, divisando la poca luz que entraba por el cuarto, demonios. ¿Qué sucedió ayer? sentí como una mano rodeaba mi cintura, mientras, algo se acomodaba detrás de mi espalda.

Al voltear veo a una cara majestuosa durmiendo como bebe detrás mío.

— ¿Pero que diablos?— murmuró el menor algo confundido, recordando todo lo que sucedio anoche. Dio un suspiro de alivio al recordar que no sucedio nada más allá de besos y caricias, aun no estaba listo.

Pero eso no cambia el echo de que paso la noche con un hombre mucho mayor que el, estaba confundido y asustado, no sabia que hacer al respecto.

—¿Despertaste?—murmuró somnoliento, el albino tenia los ojos hinchados por su largo sueño y una sonrisa estúpida tallada en su cara.

—Debe ser, soy un fantasma—Soltó el rubio burlón.

—Es el fantasma más atractivo que eh visto—Sonrió anonadado por el sueño, su cabello blanquecino reposaba sobre la almohada mientras acariciaba el rostro contrario.

Sentí como mis mejillas se calentaron por aquellos roces, ¡Maldición! odio el efecto que hace en mi el imbécil engreído este, ¿Qué se cree?

Zenitsu lo miro de mala gana y le saco la lengua. Acostandose denuevo pero esta vez dandole la espalda al albino

—Oye...¡Dañas mi orgullo!— Agrego con un tono fingido de tristeza.—Un besito no hace daño, anda— se acerco al menor haciendo sus labios en forma de beso.

Al escucharle fue imposible que una risilla no se le escapara a Zenitsu. —Es que tú serás imbécil— lo miró con horror, este viejo engreído más que una persona normal parecía un yeti.

Que horror.

—No gracias— Soltó con un tono indiferente, acostandose denuevo.

Tengen lo miro de mala gana por su respuesta, pero solo le quedo resignarse. —Por cierto, cuida ese vocabulario. O será mejor que te laves la boca con detergente— sugirió al menor.

Zenitsu arrugo las cejas confundido, no sabía si significaba algo bueno o malo. Supongo que es malo, ¿No?

—Idiota— se limitó a decir.

—¿¡Que te acabo de decir!?, eres muy alzadito— se levantaba para mirarlo, pues, este continuaba de espaldas del mayor. Observo su mirada arrugada, realmente se veía tierno.

—Cierto, ¿Que sucedio anoche?— recalco algo incómodo el menor, no recordaba bien, solo eran flashes de aquello.

—Pues...— se rasco la nuca desviando la mirada a otro lugar. —Anoche solo te limitaste a llorar, no quise obligarte, por lo tanto me sentiria culpable por aquello, parecias asustado asi que solo te abraze hasta que te dormiste— Sonrió.

Parecía una sonrisa sincera asi que el solo correspondió la sonrisa con otra, mostrándole su aperlada dentadura al mayor, hasta que habló.

—¿Enserio?— miró incrédulo al albino, diablos, ¿Porque sucedia eso en ese momento? que cobarde.

—Lo lamento...no queria arruinarlo— murmura el rubio con la cabeza agachada.

Por inercia Tengen se puso rígido ante sus disculpas sin saber que hacer, asi que decidió hablar. —¿Quieres desayunar?—Pregunto sentandose sobre la cama observando al menor que seguia de espaldas a este.

—¿Tus padres no podrían preocuparse?—pregunto alarmado.
—-No. Al abuelo no le importa mucho lo que hago—respondió desinteresado. Realmente siempre fueron Zenitsu y su abuelo contra el mundo. Los dos solos, pero, aveces este descuidaba mucho al menor sentimentalmente. Me da todo, es bien sabido, pero sentimentalmente es otro caso.

-El Amor Es Como El Atardecer- +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora