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Lee Heeseung tiene veintinueve años, un hombre risueño y simpático, con su personalidad atenta y amable encantaba a todo aquel que conviviera con él

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Lee Heeseung tiene veintinueve años, un hombre risueño y simpático, con su personalidad atenta y amable encantaba a todo aquel que conviviera con él. Era dedicado en cada cosa que hacía, en su trabajo es reconocido como un gran trabajador y fuera de este no dejaba ir ningún solo detalle, sabia recordar cada mínima cosa y eso le beneficia mucho desde la escuela.

Era la definición de perfecto a los ojos de muchos, trabajaba sus siete horas diarias con cuarenta minutos de descanso con mucha dedicación y esfuerzo, cada proyecto que se le asignaba lo cumplía a tiempo y correcto, cuando alguien necesitaba ayuda él se ofrecía, y si podía siempre ayudaba en todo lo que podía.

Y eso lo sabían muy bien sus dos mejores amigos, Park Jake y Park Sunghoon, quienes conocía desde la secundaria y universidad. Shin Jake era un hombre alegre, positivo, sensual, creativo y competitivo, nació y fue criado en australia hasta sus once años que se mudo a Corea del Sur por de trabajo de sus padres.

Heeseung estaba en sexto grado cuando conoció a Jake, quien estaba en quinto grado, por una actividad extracurricular. Al ser extranjero y nuevo el pequeño jake fue molestado al ingresar por su mala pronunciación.

—¡ni siquiera sabes hablar!— el peli negro con trece años miro extraño la escena, habian un grupo de niños de quinto molestando a otro, lo común. —¡i don't understand what are you guys saying!— rio en voz baja cuando vio a los menores confundidos. —dijo que, si no se alejan de él, va a matarlos— los niños miraron asustados a heeseung. No por lo dicho, si no porque su mayor los habia visto.

—¡h-hyung!— con una simple mirada los pequeños salieron corriendo, el peli negro carcajeo asustando a jake. —i wouldn't hurt you, stay calm— bueno, su madre tenía razon que al entrar a esos cursos de inglés. Lee ayudo a Shin a recuperarse esa tarde, pasaron el rato juntos y se dieron cuenta que tenían muchas cosas en común.

Los años pasaron y ellos se volvieron inseparables, heeseung habia visto como jake se enamoraba miles de veces de varios chicos, siempre terminando con ellos al mes o a la semana con lagrimas y sollozos. Nunca lo habia visto enamorarse de verdad, eran solo jóvenes de igual manera, ningún joven sabe lo que es amor hasta que lo encuentra.

Y no tardaron en encontrarlo ambos, en el cuarto año de universidad, heeseung conoció a una chica; Yoo Karina. La chica era asombrosamente hermosa, no tenia palabras para describir su belleza, lo hermosa que se veia cuando amarraba su cabellera larga castaña sacándole millones de suspiros, cuando presentaba algún proyecto y su voz hacia eco en la sala haciendo que su corazón latiese con fuerza, o cuando la chica lo miraba con aquella sonrisa...

Si, estaba perdidamente enamorado de Yoo Karina. 

Y con ayuda de jake logro confesarse, parecía un pequeño joven de diecisiete años dejando notitas en la maleta de chica diciendo lo bella que era, y aunque se rieran de él, no le importaba. Amaba ver la reacción de la chica al ver las notitas, y al pasar del tiempo, logro tener la confianza suficiente para poder confesarse.

—Sueño contigo Karina, sueño con una noche y una vida a tu lado, con una fuerte colisión entre nuestros labios, sueño con tus ojos con lo lento del tiempo haciendo que nos miremos por horas, así es como sueño con un "tu y yo", un "tu y yo" que ocurra para siempre— aquellas palabras que temía tanto decir fueron las palabras que lo unieron con la chica, quien llorando se abalanzo a sus brazos para darle un profundo beso.

Despues de aquel día que compartió un suave y significativo beso junto a la chica de sus sueños, heeseung se encargaba de hacer feliz a Karina cada día, cada día hasta que ambos estuvieran vestidos formalmente pronunciando las palabras.

«Si quiero». 

Años mas tarde, una noche heeseung , ahora con veinticuatro años, se levanto de su cama cansado, escuchando ruidos proviniendo del baño. Su esposa, se habia levantado de la cama varias veces corriendo hasta el baño, las ultimas tres el hombre le pregunto si necesitaba buscar las llaves del auto para ir al hospital, Yoo negó regalándole una sonrisa, que, aunque buscara calmarlo, lo asustaba más.

—¿nena, todo bien?— pregunto agachándose a la altura de la mujer y empezar a sobar su espalda. La castaña negó derramando lágrimas, se sentía horrible y a la vez, emocionada. —creo que estoy embarazada heeseung, hace rato que tengo esos síntomas—con esas simples palabras, Lee Heeseung, se volvio el hombre más feliz de la galaxia.   

Desde que el junto a su esposa fueron hacerse pruebas médicas dando estas positivas, siempre se pasaba por tiendas de bebes, viendo los carruajes, ropita, pañales, todo eso, lo amaba. Los días pasaban y el embarazo de Karina iba bien, aunque discutieran o se dejaran de hablar por minutos su amor seguía estando presente y la presencia de su futuro hijo los hacia volver a hablarse.

—tu puedes kari, yo sé que si— oh como deseaba retroceder el tiempo aquella madrugada en la que vio por primera vez a su bebe. Recién nacido, con sus ojitos cerrados, temblando por el frio, supo que su corazón cayo por completo al verlo, lloro y lloro siendo consolado por su esposa que también lloraba de felicidad.

Felicidad que les transmitía su pequeño bebe, Hyun-suk.

Aquel sentimiento que sintió cuando Karina acepto ser su novia, cuando se casaron y cuando su hijo nació quedo impregnado en el pecho de Heeseung, sonriendo cada mañana al levantarse agradeciendo por la vida que tenía. Park Jake, ahora que se habia casado también, junto a su esposo Park Sunghoon conocieron al pequeño hyun-suk, llenándolo de besos y cariño.

Park Jung-seo se quedo extraño ante la presencia del bebe, bueno, estaba extrañado con la presencia de todos. El junto a su padre Sunghoon habian sufrido el abandono de su madre, una mujer a la cual Park no volvio a ver en su vida a pesar de tantos años buscándola.

¿hyul-suk ta puete jugar colmino?— preguntaba el peli negro pequeño siempre, —cuando aprenda a caminar bebe— heeseung recuerda perfectamente aquella tarde en la que su hijo aprendió a caminar despues de cumplir un año, como jung-seo corría emocionado por su nuevo amigo, como sus amigos cuidaban a su hijo mientras el miraba por el ventanal de su casa ansioso a la espera de su mujer.

La noche cayo, y seguía sin recibir alguna noticia de Karina, llevándolo al punto morderse las uñas de la preocupación. —los niños y sunghoon ya estan durmiendo, puedo esperar a noona por ti hyung— musito nervioso jake, pero el peli negro negó con la cabeza sintiendo sus ojos picar.

—¿no te ha contestado? ¿nadie?— pregunto el australiano tomando asiento a lado de su mejor amigo pasando su brazo por su hombro dejando que este se recueste en su pecho —no, llame a sus compañeras de trabajo y dijeron que no sabían nada, también a Min-jeon y nada— los minutos pasaban, al igual que las horas, ambos hombres cayeron profundamente dormidos en el sofá hasta que el celular de heeseung sonó.

—¿si?— respondió adormilado tallando sus ojos mientras se alejaba de su amigo. —heeseung, Karina ha muerto. 

 

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𝑩𝒂𝒃𝒚 𝑯𝒚𝒖𝒏-𝒔𝒖𝒌 ᐢ..ᐢ 𝒉𝒆𝒆𝒔𝒖𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora