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Jung Jaehyun era el CEO de la muy conocida franquicia de hospitales "Medical Neo".
Después de que su padre le haya entregado el mando, él se prometió que sería un jefe ejemplar y digno de ganarse el orgullo de su familia, por esto, todos los días lo verías de aquí para allá trabajando para mejorar el servicio y enfocándose principalmente en la actualización constante de los tratamientos y posibles nuevas instalaciones.

Todos en Corea conocían sobre él, principalmente por ser un atractivo hombre que estaba destinado al éxito por haber nacido en una familia millonaria. Era la encarnación de la expresión "cuna de oro".
Además de esto, era conocido por qué existía una gran lista de personas que querían un poco de él. Muchos anhelaban entrar en ese duro corazón en el que nadie solía permanecía más de una noche.

Hoy era un día de rutina normal para él: hacer revisión por distintas áreas del servicio, recolectar las bitácoras de expedientes y platicar con los jefes de cada área para estar al tanto de qué tan eficiente estaba siendo su hospital. En conclusión: una típica mañana de lunes.

Todo se encontraba en orden y ya era momento de revisar el piso de urgencias. Jaehyun básicamente creció en el ambiente de hospital por la evidente influencia de sus padres, sin embargo, siempre sentía como se le helaba la sangre al llegar a este lugar.
Gritos, llantos, litros de sangre y extremidades fuera de su lugar era lo de cada día.

Jung se encontraba caminando a la oficina del respectivo jefe de esta área cuando el sonido la puerta siendo abierta de un golpe lo hizo moverse abruptamente del camino para no estorbar y no ser arrollado.
En su vista apareció un grupo de 4 paramédicos que corrían a toda velocidad mientras transportaban en una camilla al hombre más hermoso que sus ojos habían visto en sus 28 años de vida.
El chico tenía un cuerpo pequeño, una piel nívea y una cabellera rubia que contenía un manchón de sangre que brotaba de su cabeza y se deslizaba hasta su rostro.
Para que Jaehyun pudiera tomar el puesto de CEO, evidentemente tuvo que estudiar medicina, y por primera vez en toda su carrera, sintió un impulso de entrar al quirófano donde acababan de meter al chico inconciente y dirigir la cirugía.
Sin embargo, después de calmar ese estúpido pensamiento, comenzando con que no llevaba la vestimenta correcta, ni la desinfectación adecuada, se quedó inmóvil intentando recapacitar lo que acababa de pasar. Una vez recuperado, ignoró totalmente la verdadera razón que lo había llevado allí y se dirigió a un pasante que se encontraba luchando por no quedarse dormido.

—Necesito que me des toda la información del chico que acaba de ingresar al quirófano lo más pronto posible a mi oficina.— habló con su típica voz de mando mientras mantenía su dura expresión. —Y no te estés durmiendo en horas de trabajo.— espetó duramente mientras ignoraba al jovén que asentían desesperados y pedía miles de disculpas.

Unas aproximadas dos horas más tarde, llegó un informe al último piso dónde se encontraba la oficina de Jaehyun. Este documento no contenía información alguna del chico, sólo explicaba su estado actual y las condiciones en las que encontraba.
En la hoja especificaba que aún no sabían la identificación del herido debido a que sufrió un accidente automovilístico en el cual en su auto aún no se encontraba ninguna identificación, teléfono o papel importa que se supone debería llevar.
Esto era raro, pero Jaehyun  investigaría sobre eso más tarde.
Su vista hizo una revisión al expediente donde leyó que no había sufrido más que unas leves heridas superficiales, pero sí sufrió un fuerte golpe contra el volante del automóvil que lo indució una complicada operación que lo dejó en coma.
Apesar de lo desalentador que acababa de leer, Jaehyun no perdió las esperanzas y fijó su vista en la habitación en la que estaba instalado; la 127.

Todo el camino a la habitación fue de puras reverencias y saludos cordiales que fueron ignorados uno tras otro. Para el personal era terrorífico ver al CEO en esa parte del hospital, ya que nunca pasaba ni de cerca por las habitaciones de los enfermos.
Todos se abstuvieron de preguntar a qué se debía su presencia e ignoraron el hecho de que acababa de sacar a un enfermero que iba en camino a hacer su revisión al chico de la habitación 127.

Entró a pasos confiados, pero eventualmente disminuyó la velocidad hasta quedar parado al borde de la cama donde se encontraba el bello joven que de cerca era aún más hermoso. Acarició suavemente sus mejillas cuando comenzó a hablarle al cuerpo inconsciente —¿Me podrías explicar porqué me siento tan atraído a ti? Ni siquiera sé quién eres.— habló en un susurró mientras su vista examinó su cuerpo y se detuvo en lo que parecía ser un anillo de compromiso en la mano de su ahora chico. —Lo bueno es que ya te encontré y haré lo que sea para que seas solo mío.— habló más fuerte mientras le sacaba el anillo barato y lo metía con asco al bolsillo de su pantalón.
—Eres afortunado de que te esté salvando de cometer el peor error de tu vida.— rió mientras le daba un suave beso en la frente.

Jaehyun siempre fue temido tanto para su competencia como para sus mismos empleados. No era un secreto que el señor Jung podía ser una persona perversa y cruel cuando planeaba algo.
Este hombre nunca conoció la palabra "No" y eso lo convirtió en un monstruo al que no le importaba destruir a otros para conseguir lo suyo.

Jaehyun se encontraba acariciando el pecho del chico cuando fue interrumpido por la entrada de la doctora Soyeon.

—¡Oh!— soltó sorprendida al ver por primera vez al CEO Jung en persona, además de no perder ni un segundo más y hacer una reverencia respetuosa a su superior.
—Disculpe que haya entrado así, no tenía idea que estaría haciendo visitas a los pacientes.— habló con la voz temblorosa mientras era escaneada por Jaehyun.
—Veo que está revisando al jovén...— se detuvo mientras ojeaba todos los expedientes hasta llegar al indicado.
—Lee Taeyong. Si no está mal preguntar.. ¿Usted lo conoce de algo?—Preguntó dudosa después de haber presenciado a su jefe acariciando el pecho de un cuerpo inconsciente.

—Claro que lo conozco, ¡Es mi prometido!—








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¡Hola, hola! Espero que les haya gustado el primer capítulo de la nueva historia que comenzaré a subir. Intentaré alternar las publicaciones con Can't Help Falling In love para que no se me aburran.
Es la primera vez que comienzo a publicar, por lo que si tiene alguna sugerencia o algo por el estilo; estaría encantada de leerles.

¡Gracias por leer!

Crazy In Love - Jaeyong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora