Jaehyun fue el primero en reaccionar e inmediatamente se levantó mientras limpiaba su garganta.
—Amor.— le extendió la mano a Taeyong y lo guió hasta el asiento vacío a su derecha con una fingida tranquilidad.
Taeyong se sentía fuera de lugar, como si hubiera arruinado una plática o como si no pudiera ser incluido en un tema.
—¿Está todo bien?— le preguntó bajito mientras se encogía en sí mismo al sentir todas las miradas puestas en él. Era extraño, porque todos lo veían sorprendido e incluso aterrados como se encontraban Ten y Jungwoo.
¿Qué había sucedido en el poco tiempo en el que se fue?—Sí, solo una plática de negocios desafortunada.— Jaehyun comenzó a acariciar su muslo para intentar transmitirle tranquilidad y desenfocarlo del tema.
—Cierto...—Johnny leyó la mirada asesina que le estaba mandando su amigo, una de esas en las que le pide o mas bien le exige ponerse de su lado. —Hay un hospital de niños el cuál se está quedando sin fondos. ¿No crees que eso es terrible?— El alto hombre agradecía haber leído con atención su periódico de cada mañana y poder tener una excusa lo suficientemente válida para engañar a Taeyong.
—Ohh... ¿Hospital de niños?—
Su voz salió temblorosa debido al nudo que se empezó a formar en su garganta, Taeyong siempre había sido una persona sensible y el simple hecho de imaginar algo así le rompía el corazón en mil pedazos, sin embargo, ya no se podía permitir llorar otra vez enfrente de sus amigos. Eso sería muy vergonzoso. —¿Y no hay algo que se pueda hacer?— preguntó desesperado al mismo tiempo que miraba a todos esperando una respuesta alentadora.—No realmente. Nadie está lo suficientemente interesado en dar dinero que nunca volverá.— Jaehyun contestó y cortó la plática duramente para pedir que entraran sus trabajadores domésticos a repartir la cena.
Doyoung, Johnny y Mark intentaron reavivar la plática. Claro que estaban horrorizados porque minutos antes su mejor amigo les estaba contando la verdadera historia de como conoció a Taeyong y todo el maldito plan que creó, pero ellos sabían que no eran las mejores personas en el mundo par criticar y se la debían. Sus parejas seguían aterradas por la confesión, pero afortunadamente se limitaron a comentar e intentar hacer sentir seguro a Taeyong.
La cena terminó dentro del parámetro de lo normal, sin embargo, Taeyong se veía devastado; sus ojitos habían perdido el brillo y con trabajo había gastado la mitad de su plato de comida.
🌼
Después de despedirse de sus amigos, Taeyong se fue corriendo a la habitación llorando a esconderse bajó las mantas de la extensa cama.
Jaehyun sintió que su corazón paró por unos segundos al presenciar eso.
¿Su bebé habrá escuchado la conversación? Mierda, era muy pronto para tener que pelear por él y tampoco quería secuestrarlo.
—Ughh, lo lamento hermoso, pero no te puedo dejar ir.—Todo el camino a la habitación se estaba preparando mentalmente para lo peor, por eso le sorprendió tanto que al abrir la puerta, Taeyong saliera debajo de las mantas y le extendiera los brazos mientras lloraba a mares.
Jaehyun corrió a responder el abrazo que le estaba pidiendo su pequeño. —¿Qué sucede, mi amor? — Ahora sí estaba preocupado, qué lo habría hecho llorar si no era la verdad entre ellos.—¿Qué sucederá con esos pobres niños?— batalló para poder hablar entre tanto sollozo.
Jaehyun agradeció que Taeyong estuviera aferrado a su pecho, no solo porque amaba sentirlo cerca, sino también porque sus ojos se pusieron en blanco al escucharlo.
No debería estar llorando por esos mocosos desafortunados.
—Tal vez los ayude el gobierno, no lo sé.— Nunca había consolado a alguien y eso superó sus expectativas e incluso supuso que lo hizo bien, o al menos eso pensó hasta que Taeyong comenzó a llorar más fuerte.—¡Entonces los dejarán a sus cuentas! ¡No puede terminar así!—
Jaehyun se sentía aturdido con el
constante llanto que llevaba escuchando por más de 20 minutos que después de poner a trabajar su cerebro para pensar en la mejor solución, finalmente la consiguió.—Yo daré el dinero para los fondos.—
—¿De verdad, Jaehyunie?— Taeyong levantó la cabeza, mas no soltó sus brazos del alrededor de su pareja.
El contrario estaba aturdido por la forma en la que lo llamó y con trabajo pudo asentir con la cabeza.—¡Gracias, gracias, gracias!— Taeyong se lanzó encima de Jaehyun y comenzó a repartir besos por todo su rostro. El corazón de ambos latían como locos y los dos se encontraban rebosando de felicidad.
Cuando el rubio finalmente regresó a la realidad y se encontró sobre el regazo de Jaehyun, su rostro se pintó de rojo.
—Yo haría lo que sea para darte felicidad. Cuando finalmente nos casemos; te prometo que te haré el hombre más feliz del mundo.— Jaehyun metió sus manos bajo la camiseta de Taeyong y sintió como su piel se erizó al sentir el contacto de sus manos. Era estúpido lo mucho que amaba cada cosita de él.
Después de besar su frente, bajó a su pequeño y lo acomodó cerca de él.
—Ya hay que dormir, bebé. Hoy has tenido un día muy cansado.—
Taeyong se enredó más en su pareja y debido a todas las emociones que había sentido a lo largo del día, cayó dormido en cuestión de minutos.Un rato después, ya que Jaehyun se había asegurado de que su amor estuviera en sueño profundo, se escabulló fuera de la cama y observó al hermoso joven que dormía tan cómodo y "seguro"
Con su mano peinó los cabellos rebeldes que caían sobre la frente de Taeyong y susurró: —Te prometo que lo estoy haciendo por ti.—Salió de la habitación y se dirigió a su oficina donde se encontraban sus cocineros a los que había citado a altas horas de la noche para no ser descubierto.
—A partir de mañana, todos los alimentos del joven Taeyong tendrán que tener pequeñas cantidades de esto.— asentó en su escritorio botellas transparentes sin etiqueta alguna. —Son vitaminas especiales, pero él no se puede enterar que las está consumiendo. Si se entera, me aseguraré de que la paguen caro.— Amaba ver el horror en el rostro de sus trabajadores, eso les hacía saber que nunca serían iguales.
—Pueden retirarse.— Todos se despidieron respetuosamente y tomaron las botellitas para huir lejos de su jefe. Jaehyun regresó a su habitación y se acurrucó con Taeyong sin carga alguna de conciencia como si nunca hubiera sucedido la reunión pasada, mientras que en otra habitación de la mansión, un trabajador se encontraba deshaciéndose de etiquetas de anticolinérgicos; medicamentos que contaban con efectos secundarios relacionados a la perdida de memoria.

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Crazy In Love - Jaeyong
RomanceJaehyun es el CEO de una franquicia de hospitales y Taeyong es un chico desafortunado que después de tener un terrible accidente cayó en coma. Jaehyun terminó totalmente enamorado del paciente dormido y no dejará pasar la oportunidad de que éste ha...