Crazy In Love - Jaeyong

12

—Disculpa la escena que acabas de vivir, algunas veces mi familia puede ser un poco... caótica.— El azabache rascaba su nuca apenado.

—No tienes por qué disculparte, sólo que es tan desafortunada mi presencia con tu familia que casi hasta me da risa.—

—Al menos están a favor del compromiso y estoy seguro de que querrán ayudar para cualquier cosa de la organización, siempre y cuando tú gustes de su ayuda.—

—Sería genial...—

...

—Jaehyun— Preguntó en seco con la mirada perdida en el mármol del suelo.

—¿Si?—

—¿Me engañaste?—

—¡No, claro que no! Nunca podría querer estar con alguien más que no seas tú. Si lo que te dijo Sungchan te hizo pensar mal, ten presente que él está tratando de dañarnos. Lamento mucho si te hice dudar o sentir inseguro.—

—Tienes razón, no sé porqué dude de tí. ¿En qué estaba pensando? Estoy seguro que eres un hombre de bien, no por nada acepté ser tu prometido. Tú nunca me mentirías, ¿Verdad?— Las manos de Taeyong buscaron instintivamente las del contrario en busca de esa afirmación que podría calmar todos esos pensamientos ansiosos que no dejaban de brotan desde que Sungchan se apareció en su puerta.

—Nunca lo haría.— Por primera vez empezó a compadecerse de su pareja. Por primera vez, el peso de todas sus mentiras comenzaban a pesar en su espalda, pero ya había avanzado tanto que no se podría permitir retroceder cuando finalmente Taeyong podría ser completamente suyo.

—Gracias, Jaehyunie.— el menor se acercó escondiendo su rostro en el cuello del contrario. —Me alegra ser tuyo.—

🌼

—¿Jung Jaehyun?— Preguntó arrugando la fotografía entre sus manos que mostraba a su prometido saliendo del hospital de la mano con ése hombre desconocido.

—Es el CEO del hospital donde llegó de emergencias.— Respondió el detective.

—¿Por qué mierda estaría saliendo con él? Nunca conoció a más gente, no tenía amigos ni familia y yo sé que no tenía contacto nadie más. Yo tenía el poder de todas sus cuentas...— Sentía una mezcla de rabia y tranquilidad. Rabia de verlo con otro hombre como si estuviera con él y tranquilidad de que su gallina de huevos de oro siguiera viva.

—Esa información aún la estamos obteniendo. Esto es todo lo que tenemos hasta el momento.— Finalizó retirando una carpeta con papeles de otras investigaciones.

—Lárgate ahora. Espero que sean más rápidos o los despediré a todos si no tengo entre mis brazos a mi Taeyong, pronto.—Gritó con un estruendo al lanzar una copa semi vacía de alcohol a la par que jalaba de su cabello por tanto dolor de cabeza.

🌼

—Como compensación por todo lo que sucedió en tu día especial, quiero compensarlo, Yong.— Tomando de sus manos, lo ayudó a bajar del automóvil.
Estaban de vuelta en su mansión, pero ahora habían series de luces por todos lados decorando el enorme jardín.

—¡Jaehyunie! ¿Lo hiciste por mí?— Los cabellos rubios del pequeño brillaban al igual que sus ojos contemplando el hermoso paisaje que su prometido había organizado para él.

—Mi amor por tí es incondicional, y te prometo que cada cumpleaños será más especial que el anterior.— Le decía frotándose entre el cuello y cabellos del otro.

Ambos cenaron, rieron y se enamoraron un poco más, además de haber bailado a la luz de la luna. Era prácticamente la noche perfecta para Taeyong.

—Puedes pedirme lo que sea que quieras, mi tarjeta no tiene límite para tí.— Jaehyun sonrío entregándole una tarjeta negra a su prometido. —Tú pide y yo lo resuelvo.—

—Me siento demasiado apenado, Jaehyunie. Siempre estoy recibiendo tanto de tí, ¿Qué se supone que te daré en tu cumpleaños? Yo no tengo nada más que a tí.— Taeyong jugaba con el mantel que caía sobre la mesa ya casi vacía.

—Mmm... Verás, lo que yo quiero es algo que el dinero no puede comprar. He tenido todo lo que he podido desear, pero lo que tú me puedes dar es mas grande que todo lo que tengo.— el pelinegro sostenía su cabeza sobre una mano embelesado por su pequeño.

—¿Y qué es eso? Dímelo y te lo cumpliré también.— Taeyong estaba ansioso por saber cómo le podría devolver todo el amor incondicional que le ha dado desde que abrió los ojos en el hospital.

—Quiero que me des un hijo. Quiero hacer una familia.—

C

orto, pero al menos ya empecé.
Que terrible 😮‍💨