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El grupo de personas que los recibió estaba conformado por seis personas, tres de los hombres vestían traje y los otros tres tenían ropa elegante pero más casual.

Taeyong se sentía extraño de estar rodeado nuevamente de desconocidos. Era vergonzoso que en verdad haya olvidado a los que parecían ser sus amigos cercanos.

Bajo la mirada curiosa del grupo de personas que lo observaba, Jaehyun tomó su mano para darle seguridad y comenzó a hablar.

—Amor, ellos son nuestros amigos cercanos.— estaba por continuar orgulloso cuando las risitas y murmullos lo hicieron detenerse.

—¿Amor?— río el más alto de ellos con los demás.

—No molesten ahora.— severo cortó las risas de sus amigos para volver a tomar la plática, sin embargo podía ver como las seis personas morían por soltarse a reír. Luego se las cobraría.
—Ellos son Johnny Suh, Kim Doyoung y Mark Lee; al principio eran solo socios, pero al final nos terminamos haciendo buenos amigos.— señaló a los hombres de traje que en verdad eran muy atractivos, ellos saludaron con la mano al ser mencionados y Taeyong les devolvió el saludo tímido pero con una felicidad creciente al ver que tenía amigos.
—Y ellos son Ten Suh, Kim Jungwoo y Lee Donghyuck. Por sus apellidos puedes suponer que son sus respectivas parejas de ellos.— habló Jaehyun mientras veía la hermosa sonrisa que tenía Taeyong en el rostro al observar a los chicos que aún tenían sus carteles de bienvenida.
—Son tus mejores amigos.—
Los ojos de Taeyong brillaron intensamente y devolvió su vista a su pareja.

—¿Lo dices enserio?— preguntó con suma emoción en la voz.

—¡Claro que lo somos!— habló Donghyuck mientras se acercaba a darle un abrazo a Taeyong, los otros dos chicos imitaron su ejemplo y se unieron a un abrazo grupal.

Taeyong al principio se sintió helado, como si los abrazos nunca le hubieran sido familiares. Pero al  unirse los otros dos chicos y sentir la calidez que le transmitían lo disfrutó muchísimo, tanto que empezó a sollozar.

Jaehyun se alarmó cuando escuchó a su pequeño llorar e inmediatamente apartó a los otros chicos con cuidado (obviamente no quería morir a manos de sus amigos si lastimaba a alguno de sus chicos por accidente)

—¿Cariño, todo está bien? ¿Te lastimaron? ¿Te duele algo?—
Preguntó con mucha preocupación mientras sus ojos escanearon el cuerpo entero de Taeyong y sus manos se posaban en sus hombros.

Los otros chicos se veían desconcertados y algo preocupados por la escena.

—Estoy muy bien.— se detuvo para sorber su nariz —Es solo que  me siento muy querido por todos y eso se siente tan extraño, pero se siente demasiado, demasiado bien.— el rubio se limpiaba las lágrimas que se seguían resbalando por sus mejillas y Jaehyun no pudo evitar retirarle las manos para ser él el quien se las quitara con tiernos besos mientras hacía soltar risitas al contrario.

—Yongie, eso es tan lindo.— habló Jungwoo mientras abrazaba a su esposo, Doyoung.

Los supuestos mejores amigos de Taeyong observaban la escena con ternura mientras que los otros hombres hacían muecas de desagrado al mismo tiempo que de impresión. ¿Qué rayos le habían hecho a el Jaehyun que tenía a una conquista por noche?

—Amor, ¿Quieres ir a bañarte antes de bajar a almorzar?— preguntó una vez que Taeyong había dejado de llorar, este asintió mientras se abrazaba al pecho de Jaehyun.

—Ten, ¿te importaría llevarlo al cuarto?— preguntó al mismo tiempo que acariciaba la espalda de su pequeño para terminar de apasiguar los espasmos del llanto.

—Para nada.— respondió sonriente —Vamos Yongie.— Ten le extendió la mano que segundos después fue tomada por Taeyong. Le costó soltarse de Jaehyun, pero en verdad quería tomar un baño.

A pesar de que la petición fue para Ten, Donghyuck y Jungwoo se unieron a ellos. Los tres chicos tenían interés en él y ya que Jaehyun les había rogado por favor mantener la mentira, se mantuvieron cerca.
La cosa era que Taeyong era un chico tan dulce que en verdad les agradó mucho.

—Woah...— Taeyong miraba con los ojos muy abiertos la gran habitación a la que le habían guiado. Era tan preciosa que parecía un sueño.

Sus ojos viajaban desde la inmensa cama matrimonial a los hermosos ventanales.

—Parece que alguien olvidó que su prometido es un multimillonario.— se rió Donghyuck al ver el impresionado rostro de Taeyong.

—Díganme que no es un tipo de mafioso.— Taeyong tenía el rostro totalmente serio e iba a comenzar a preocuparse cuando sus acompañantes rompieron en carcajadas.

—¡Claro que no, Yongie!— Ten respondió mientras se tomaba la panza e intentaba regular su respiración por haber reído tanto.
—Jaehyun es el dueño de una franquicia de hospitales. De ninguna manera es algún tipo de mafioso.—

Taeyong se sintió avergonzado por lo que acababa de decir y las reacciones que recibió, pero al menos se quitó la duda. Le daba tranquilidad saber que su Jaehyun era una buena persona.

Un rato después de asegurarse que Taeyong estaba bien, los tres chicos se retiraron de la habitación para dejar que se "vuelva" a familiarizarse con el lugar, pero en realidad necesitaban que Jaehyun les explicara en qué rayos se habían metido.

Taeyong seguía contemplando cada mueble, cortina, lámpara y candelabro que se sostenía sobre la cama, hasta que recordó la verdadera razón por la que subió.

Había visto dos puertas dentro de la habitación y se dispuso a abrir la primera, en esta se encontraba el baño. Era impresionante que fuera igual de grande que la habitación de hospital en la que estaba, todo se veía impecable ¡y además de la regadera había un jacuzzi!

Salió del baño buscando algo de ropa para ponerse después de una ducha y se dirigió a abrir la segunda puerta que lo llevó a un armario de ensueño.
Este cuarto estaba lleno de ropa de lujo y sumamente hermosa, pero lo que más llamó su atención fue que estaba dividido en dos partes: Jaehyun y Taeyong.

¿Compartían cuarto? Woah...

A pesar de saber que eran pareja y estaban próximos al matrimonio, le seguía poniendo nervioso saber que compartiría la cama con un hombre tan atractivo.

Después de tomar un buen baño y sentirse totalmente limpio y relajado se sentó un momento en la cama para poder ponerse bien el calzado. Mientras hacía esto, se dió cuenta de la mesita de noche que estaban a un costado de él. La abrió por curiosidad y se quedó totalmente rojo al encontrarse con preservativos y lubricantes.

Ay no....

🌼

Cuando finalmente la vergüenza disminuyó y el rojo bajó de color, se dispuso a ir a la cocina donde estaban todos reunidos.
Todo parecía normal hasta que al ingresar escuchó mucha bulla y todos se quedaron callados inmediatamente al verlo parado allí.

Crazy In Love - Jaeyong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora