Capítulo 1|•Tara Belle•|

601 18 19
                                    



Capítulo 1

TARA BELLE, L

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



TARA BELLE, L.

—Voltea a verla —vuelve a repetir Bethany, con una insistencia palpable desde el jodido momento en el que pisamos este lugar.

Y de seguro se preguntan donde estoy.

Pues nada más ni nada menos que en "El Restaurante Bar •Artemis•"
Es un sitio no muy conocido, pero está bien ubicado y sirven buena comida.

En conclusión, lo único malo qué hay aquí, además de la tipa de piel canela que se está comiendo a Aram, es Bethany y su bendita insistencia.

—No quiero —reitero.

—No seas estúpida. Sé que te mueres por ver el rostro de esa perra, así que voltea y mírala de una vez o hago un maldito escándalo.

Niego con la cabeza y dejo mis pestañas batirse antes de hacer lo que siempre hago. Y es que aunque no quiero ceder, al final, ya he perdido mi tiempo al aceptar venir hasta aquí.

Siento mi cuerpo tensarse al ver la expresión en el rostro de mi mejor amiga. Y no saben cuanto odio al idiota de Aram por hacerme querer conocer todo de él, hasta su mujer.
Sin embargo, el odio que va dirigido desde mi pecho hacia mí misma, en este jodido momento, supera por mucho al que siento hacia él.

No sé ni cómo, ni cuándo, o por qué diablos acepte ponerme una puta peluca rubia y una ropa totalmente holgada si es tan fea.

No se ajusta a mi cuerpo, al cabo que no me hace ver como en realidad soy;
¿y quién soy?
No más que una loca aficionada con las cosas ajustadas.

Y cuando digo cosas ajustadas, no solo me refiero a las materiales, como zapatos o ropa, dado que, también hablo de las que tienen vida, y más aún si encajan con mis gustos y cumplen con mis exigencias.

Por eso estoy tan enganchada de un puto magnate arrogante y posesivo llamado Aram.

Fuera de eso, Bethany tiene razón.
Yo, la hija de un hombre importante y con una familia estable y amorosa, me muero por conocer a esa mujer por la que el hombre al que amo, seguramente podría ser capaz de dejarme.

Esa trepadora que grita su nombre a los cuatro vientos y duerme con él.
Joder.
Yo nunca he dormido con él.
Ni siquiera me ha besado.

Santa mierda.
Mami, escucha; tu hija salió masoquista.

Joder, ¡¿por qué no paré esto en cuanto pude?!

𝖲𝗎 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘯𝘥𝘢 Opción [x]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora