capitolo uno

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quiero

¿Cómo le escribo
una canción al destino?
Y le pregunto lo que
quiere conmigo

No sé qué parte de mí me convenció de venir a ésta reunión, de venir a firmar un bendito contrato que perjudicaba la vida de alguien más. O bueno, no la perjudicaba, a ese tal Carlos no le pasará nada malo, pero sí que me parece mal que yo tenga que enamorarlo.

La poesía ha sido mi más grande sueño desde la adolescencia y el camino estuvo lleno de sacrificios, muchísimos desafíos y trabas hasta que conocí Gabriel, vio mi talento y quiso impulsar mi carrera. Así que más que por mí, ésto es por él, se lo debo. Sí él piensa que es una buena estrategia para mi carrera, la tomaré.

Mis tacones suenan en todo el recorrido que doy hasta la oficina del señor, cuyo nombre es tan raro que aún no me lo aprendo, toco la puerta y sale una señora, tal vez sea Marcia, con los cabellos rojos, por los hombros, algo pequeña y delgada. No me la imaginaba así, para nada, pero da igual. Su voz me da la bienvenida:

— Soy Marcia, mucho gusto, Cristina. – ¡Bingo! Ya estoy conociendo a las personas que formarán parte de mi nueva vida.

— Un placer. Estoy algo nerviosa, ¿sabe sí mi representante ya ha llegado? – Le pedí una sola cosa a Gabriel, que no me dejase sola en éste momento. En ésta decisión.

— Está dentro, hablando con los abogados. Sólo seremos ellos, usted y yo. – Me sorprende que no esté su jefe, pero supongo que esa gente tiene una vida muy ocupada. Tal vez por eso Carlos quiere mantener privada su vida, no deberían hacer que cambie eso, es su esencia.

— Vale, permiso entonces. – Paso a su lado, entrando a la sala y mirando a Gabriel sentado en el medio de dos personas más. Mis nervios se fueron al conectar miradas con él.

Rápidamente los saludo a todos, me siento en el puesto elegido para mí y cuando me ponen la hoja del contrato, todo se vuelve cada vez más real. Más verdadero. Más comprometedor.

¿Qué estoy haciendo, joder? ¿Valdrá tanto la pena mirar mi poesía en el mundo entero? ¿Valdrá tanto la pena como para meterme con dobles intenciones en la vida de alguien? Carajos, claro que lo vale. Es mi sueño y no me detendré por nada, ni por nadie.

Tomo el papel entre mis manos y leo más de dos veces lo que está escrito en la bendita hoja.

CONTRATO DE CONFIDENCIALIDAD

Mediante la presente, yo, Cristina Rivera, de estado civil soltera, de profesión periodista, quien acredita su identidad con 23.455.737, acepto que cumpliré con el contrato presentado por la Scuderia Ferrari, para tener una relación sentimental que me beneficie a mi y al sr. Carlos Sainz Jr., piloto de automovilismo.

Debo de cumplir las próximas cláusulas y condiciones:

1. No comentar a nadie con respecto a la situación de la relación. En ésto entra el ciudadano español Carlos Sainz Jr.

2. Evitar tener algún tipo de relación con otra persona, del medio o no, para hacer más creíble el montaje.

3. Estar disponible para reuniones con el presidente de la escudería y los empleados que tengan conocimiento de la situación.

4. Sí alguna de las anteriores reglas se es saltada, se verá en riesgo económico, puesto que tendrá que pagar a Scuderia Ferrari, a los abogados involucrados y al sr. Carlos Sainz Jr. una cantidad de más de siete millones de euros.

El contrato tendrá vigencia por dos meses, después de transcurrido dicho tiempo, quedará librada de cualquiera de las reglas y condiciones leídas. Además de la relación amoroso con el piloto de Fórmula 1.

Termino de leer las condiciones del contrato y la cifra que tendría que pagar me detiene el corazón por un segundo. Jamás en mi vida he tenido esa cantidad de dinero, no podría pagarlo, ni trabajando de periodista, poeta y mesera al mismo tiempo. Ni en ésta vida o en otra.

Antes de firmar, fijo mi mirada en Gabriel y cuando el madrileño asiente con su cabeza, encuentro dentro mío fuerzas para poner mi nombre y apellido en aquel papel, que podría arruinarme, en lugar de beneficiarme.

Esa tarde Gabriel me invitó a tomar unos tragos para celebrar. Aunque mi cabeza quería distraerse, la imagen del piloto venía una y otra vez a mí. Incluso, en la noche al llegar a casa, tenía en mi correo documentos con la vida entera del moreno, sus planes, horarios de los lugares en los que él estaría para encontrármelo y ya sabía que no podía retroceder. Debía enamorar a Carlos Sainz Jr. o perjudicaría mi vida por completo.


🐒
Ojalá me pidieran a mí enamorar a Carlos Xddd 0 % de probabilidades pero la fe es lo más importante 😫🤧
Gracias por leer!!!!

once razones - carlos sainz jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora