capitolo due

176 8 0
                                    

con la miel en los labios

Fue en el taxi del beso robado
donde al fin pude huir del pasado,
no digas nada tan solo
recuérdame así

Hoy era el día. La Scuderia Ferrari estaría celebrando un evento con los promotores, donde estarían invitados los pilotos y personas del medio. Allá será donde me encuentre por primera vez con Carlos, donde tengo que darlo todo, porque dependo de un pedazo de papel que se titula contrato.

Me compré un vestido con las mangas largas, cuello de tortuga y que me cubría hasta los tobillos, de un tono azul cielo. Que acompaño con unos tacones de blanco, del mismo tono de la cartera de mano. Decidí levantarme temprano para tener tiempo de pensar lo que haría y el cómo.

No sabía muy bien cómo acercarme a los hombres, apenas tengo veinticinco años, mi última relación amorosa fue hace seis años. Pero hoy debía sacar una versión mía que fuera capaz de deslumbrar al moreno, hoy debía salir de la mano de Carlos Sainz Jr.

Mi plan consistía en que al menos, pudiera dejarme en la puerta de mi edificio, así damos tiempo a que la prensa se entere que nos conocemos. Marcia me había comentado que el equipo se encargaría siempre de tener a la prensa al pendiente, dándoles información de dónde estaremos y cuándo.

Miro el reloj de mi celular y al comprobar que ya es hora de comenzar a arreglarme, me dirijo al baño y empiezo el proceso que me tocará hacer hoy: primero me ducho, incluso me lavo el cabello, luego aún sin el vestido puesto, comienzo a secarme el cabello para luego hacerme unas ondas ligeras. Éste paso me hace comprobar que ya debo ir a una peluquería, mi tono castaño se está comenzando a caer.

Después me aplico unas cremas, para comenzar, está vez con mi vestido puesto, el proceso del maquillaje. Me iré con la vieja confiable: crema hidratante, bloqueador solar, corrector en las ojeras y en el párpado para que la sombra tenga más duración. También me colocaré rubor, algo de iluminador y cierro el look con brillo en los labios.

Cuando vuelvo a mirar la hora, me coloco los tacones, cojo la cartera y me dirijo al espejo, primero debo hablar conmigo misma, eso me hace sentir segura.

Ésto lo estás haciendo para seguir cumpliendo tu sueño. Todo saldrá bien, tal vez ni tengas que salir con él por tantos meses, quizá un mes será suficiente. Hay que ser optimistas, Gabriel siempre tiene la razón y siempre ha querido lo mejor para mí.

Llego a la fiesta en un taxi que me enviaron mis nuevos jefes. Sí, ahora tengo jefes, cuando siempre quise tener una carrera independiente. Las vueltas que da la vida. Me ha llevado a un lugar que jamás pensé y es que jamás creí que yo podría hacer ésto.

Cuando muestro mi identificación, me buscan en una lista extensa, para después darme una pulsera. Entro a la fiesta y detallo a todas las personas, puedo conocer a dos o tres, y esas son Marcia, mi jefe con nombre difícil de pronunciar y Carlos, nadie más. Incluso, al último todavía no lo he logrado encontrar.

Mi plan para acercarme a él es fingir que me he tropezado en su camino, luego sacarle algo de conversación. Espero eso sea suficiente.

carlos' pov

Charles y yo estamos hablando con algunos de los deportistas que se presentaron al evento. Mi amigo Marc Márquez se encuentra a mi derecha y él único tema de conversación es el deporte.

— Tío, ¿te acuerdas de la chica que te comenté? – Niego.

— La verdad que no, de tantas que hemos hablado. – Me río y le doy una palmada, pero él sigue insistiendo.

once razones - carlos sainz jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora