capitolo quattro

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dormir

¿Qué nos cuesta
tan solo intentar?
Para no tener que imaginar
qué pasa si estás aquí

Agradezco al conductor y cierro la puerta del coche. Mis ojos quedan encantados con la vista que tengo del circuito de Montmeló.

En resumen, me he hecho una escapada corta entre mi ajetreada agenda y cogí el primer vuelo de Madrid a Barcelona para sorprender a Carlos. La verdad es que a Gabriel le pareció una buenísima idea y también a "mis jefes", he estado recibiendo correos de ellos cada cierto tiempo, celebrando mis avances y lo que he conseguido hasta ahora. Para mi agente la escapada tenía un objetivo publicitario, pero para mí no, aunque no lo contradije.

Yo estoy aquí queriendo pasar el día con Carlos, porque en la madrugada me tengo que regresar a la capital, no puedo descuidar mi trabajo y el avance que estoy teniendo con los poemas escritos.

Me siento pérdida y no he siquiera entrado al lugar, sé que debo ir directo al paddock, pero ¿Qué significa eso? Y lo más importante, ¿Dónde se encontraba? Es difícil cuando conoces a pocas personas y no tienes al menos un guía para ayudarte a encontrar el sitio. Tampoco he querido llamar a Carlos, porque dañaría la sorpresa. Quiero que pueda ilusionarse con mi visita rápida a su lugar de trabajo.

Decido primero buscar entre mi celular el nombre de la persona que tengo que encontrarme para conseguir el pase y también preguntarle qué ruta debo tomar para llegar a dónde Carlos, antes de que comience la carrera.

— Buenas tardes, ¿Eres Patricia? – la mujer me mira de arriba abajo y finalmente, cuando llega a mis ojos nuevamente, asiente. – Yo soy Cristina Rivera, Marcia me dijo que te buscara para recibir el pase que me permitirá entrar al paddock.

— Hola, Cristina. Claro, ven conmigo. – la sigo camino hacia una mesa y cuando hemos llegado, me pasa la credencial de plástico y me recomienda que me lo coloque en el cuello, así que le hago caso. Cuando volvemos al lugar en donde me la encontré, con toda la timidez del mundo, me animo a pedirle un pequeño favor.

— Oye, una pregunta, puedes negarte sí estás ocupada... – Comienzo a hablar.

— Cuéntame. – Noto la curiosidad en su voz al responderme.

— ¿Podrías contarme como llegar al paddock? Necesito ver a Carlos antes de la carrera, he venido a eso.

— Puedo hacer algo mejor, llevarte ahí. – la preocupación deja mi cuerpo y me relajo al instante. Le agradezco con una enorme sonrisa adornando mi rostro.

Aunque sea una mujer ya, me cuesta entrar en el mundo de los extrovertidos. Toda mi vida he sido una persona que se cierra en sí, me ha costado mucho crear vínculos, a veces pienso que todos me pueden rechazar y prefiero ahorrarme el sentimiento que te deja esa acción del otro.

Así que di un paso gigante, no sólo al preguntarle a la chica, Patricia, que me ayudase, sino también al sacarle conversación durante el camino a mi destino. Conversamos un poco de su trabajo, del tiempo que lleva haciéndolo y me apena que el recorrido haya sido tan corto, porque ya comenzábamos a crear una agradable conversación sobre nuestros gustos y pasiones.

— Aquí puedes encontrarlo. Te acompañaría hasta conseguirlo, pero debo seguir trabajando. – Apreta los labios y me mira con un poco de preocupación.

— Tranquila, muchísimas gracias por traerme aquí. Sigue con tu trabajo, yo estaré bien.

Cuando nos separamos, me adentro a la sala y miro a las personas con sus pases colgados en el cuello como yo. Hay poca gente, pero igualmente se me dificulta conseguir al moreno, hasta que reconozco con su cabello castaño oscuro en la multitud y cuando me acerco, inevitablemente su fragancia me confirma que es Carlos, la persona que tengo delante. Miro a quienes están a su alrededor, conversando con él, les doy una mirada de permiso y decido llamar la atención del madrileño.

— Señorito Sainz, espero hoy haga una carrera fantástica.

Antes de siquiera terminar de hablar, Carlos se ha volteado a mirarme y con una sonrisa en la cara de ambos, me toma en sus brazos, sujetándome tan cerca que la sensación de comodidad que me da el contacto de su cuerpo con el mío hace que cierre los ojos por unos segundos. Cuando nos separamos, miro el brillo en sus ojos, la alegría que habita en ellos.

— ¿Y ésta maravillosa sorpresa? – Me pregunta, alejándonos del resto, siendo sólo él y yo en un lugar lleno de tantas personas.

— Hice un espacio en la agenda y te quise visitar, – Acaricio su brazo, mientras enfoco mi vista en sus preciosos ojos – ¿Está bien eso?

— Está perfecto. Te extrañé, – Sus brazos me envuelven nuevamente y nos quedamos un rato más así, pegados. Acercando sus labios a mi oído, me logra susurrar algo. – Te confieso que te quiero besar, pero no quiero que te incomodes con la prensa y todo eso.

No había detallado que había prensa a nuestro alrededor hasta que él lo ha traído a colación. La verdad me importa muy poco, cuando se trata de Carlos, el mundo entero se me olvida y pasa a un segundo plano.

— Pues bésame, no te limites.

Acto seguido, el moreno toma mis mejillas entre sus manos y me planta, frente a los ojos de todos, un beso soñado.

Después de nuestro encuentro, ya se acercaba la hora de la carrera, por lo que, Carlos se tuvo que ir. No quería dejarme sola, pero lo convencí de que se fuera tranquilo.

Decidí quedarme a aprender un poco de automovilismo, ésta será la primera carrera que veré, además de que puedo hablar con las demás personas que estén aquí, después del beso con el madrileño, tenía varias miradas ajenas puestas en mí, al menos eso me podría ayudar a socializar.

Para el momento que la carrera comenzó, ya me había hecho una amiga. Una chica llamada Andrea, súper apasionada por la Fórmula 1, que me explicó la cantidad de vueltas que debían dar, un poco de las reglas del deporte y simplemente la escuché atentamente. La verdad que me estaba pareciendo interesante, sobre todo, al mirar a Carlos terminando en una buena posición, cerrando el Top 5.

Al final de sus entrevistas, nos reunimos de nuevo y pasamos el resto del día juntos, ignorando el hecho de que a mitad de nuestra "cita" improvisada, me contactaron de nuevo por correo para felicitarme por haber creado nuevas noticias en relación a Carlos y nuestro acercamiento, al venir a verlo.

Correo nuevo

Srta. Cristina Rivera,
todo ésta marchando a buen ritmo.
Quién lo diría que en menos de un mes, usted nos daría tan buenos resultados.
El sr. Carlos Sainz Jr., ya tiene los ojos del mundo entero puestos en él y ha demostrado ser todo un romántico frente a toda la prensa el día de hoy.
¡Seguimos en contacto!

💌
Sé 0 de F1 😶 así que éste es mi mejor intento de redactar un capítulo nombrando un circuito y términos de dicho deporte!

Además de que he tenido muy poca inspiración últimamente :-( estoy a nada de mudarme a otro país y me siento agobiada... En fin,
Gracias por leer, lo aprecio mucho! 🦋🤍

once razones - carlos sainz jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora