Harry Potter and the Silver Vixen

capitulo 80

Febrero de 1996

Hogar

Ahora había estado en su papel como Jefe de Gabinete del Presidente durante seis meses y estaba casado desde hacía un mes.

Definitivamente había sido un momento interesante hasta ahora, eso era seguro.

Después de un poco de trabajo, resultó que era un organizador muy eficaz.

Reunirse con todos los diversos miembros del gabinete y senadores lo había ocupado mucho y, por lo tanto, tuvo que trabajar hasta tarde muchos días.

Pero definitivamente valió la pena por su salario anual de veintisiete mil galeones al año.

Sin embargo, se llevaba bien trabajando con su nuevo suegro.

Tanto Sebastian como Appoline estaban absolutamente encantados cuando se enteraron de que tendrían su primer nieto en nueve meses.

El único miedo venía de Sebastian y era una preocupación que Harry compartía.

Voldemort estaba en ascenso.

Actualmente estaba reuniendo fuerzas, pero pronto querría ponerse en movimiento.

Y luego estaría la cuestión de traer un recién nacido a un mundo sumido en la guerra.

Sin embargo, Harry trató de no pensar en eso.

Ahora era fin de semana y quería pasar algún tiempo con su esposa.

Después de llegar a casa, Harry caminó en silencio hacia el dormitorio, desabrochándose las capas exteriores de ropa a medida que avanzaba. Fleur estaba acostada en la cama, en pantalones de pijama, profundamente dormida. Las sábanas estaban ligeramente arrugadas pero no la cubrían, y sus brazos estaban envueltos alrededor de su almohada. Con cuidado, retiró las mantas de debajo de ella. Se movió un poco y abrió los ojos.

"¿Harry?" susurró adormilada.

"Soy yo. Estoy en casa", respondió. Le subió las sábanas hasta la barbilla y alcanzó la pila de mantas a los pies de la cama, pero ella le agarró la mano.

"¿Permanecer?" preguntó en voz baja.

-Fleur, yo no...

"Por favor." Podía escuchar la angustia en su voz y sintió que ella quería estar cerca de él. Así que le permitió tirar de él hacia abajo sobre la cama, deslizándose debajo de las sábanas junto a ella. Ella se acurrucó contra él y él cruzó sus brazos alrededor de ella. Su respiración se hizo más lenta mientras él la abrazaba hasta que fue profunda y uniforme.

Parecía tan pequeña, tan delicada y frágil, dormida en sus brazos.

Sin embargo, no se sintió apresurado o forzado; ahora que él estaba aquí, parecía perfectamente natural yacer aquí junto a ella mientras se dormía. Ella hizo un ruido suave y se giró un poco, de modo que su espalda quedó presionada contra su pecho, sus dedos se cerraron ligeramente alrededor de los de él. Él acarició suavemente el dorso de su mano con el pulgar, sintiendo la suavidad de su piel, los diminutos huesos debajo. Inhaló profundamente, oliendo su cabello, sintiendo su corazón latir en su pecho.

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Fleur se despertó primero. La pálida luz que entraba por las ventanas indicaba que aún era bastante temprano. Harry estaba a su lado, todavía dormido. Sintió sus largos brazos rodeándola, su mano todavía en la de ella, su suave aliento cerca de su oído. Se llevó la mano a la cara y presionó el dorso de la palma de él contra su mejilla.

Durante unos minutos, ella no se movió; se sentía tan seguro, tan tranquilo solo por quedarse aquí. Eventualmente, se movió hacia el borde de la cama, deslizándose del abrazo de Harry. Él se movió y abrió los ojos, tirando de ella hacia atrás para mirarlo. Su mano ahuecó su mejilla y la miró fijamente.

"¿Estás bien?" preguntó suavemente.

"Estoy bien. Vuelve a dormir".

Cerró los ojos de nuevo, dejando que sus dedos se deslizaran entre los suyos. Fleur se levantó y notó un fajo de pergaminos en blanco encima de la pequeña estantería. Encontrando un lápiz de dibujo en la parte superior de su tocador, se giró para mirar a Harry de nuevo. ella comenzó a dibujar su rostro, su mejilla ligeramente arrugada por la almohada, su cabello suelto. Había una sombra a lo largo de su mandíbula, más oscura que su cabello, y sus pómulos sobresalían sobre las mejillas hundidas. Después de unos minutos de dibujo concentrado, levantó su imagen a la luz.

Suspiró, dobló el pergamino y lo deslizó debajo de su ropa para ponerlo en su cuaderno de bocetos más tarde.

Aparentemente, la lluvia de la noche anterior había cesado y la pálida luz del sol brillaba a través de las grietas en las nubes del este. El reloj junto a la cama le dijo que eran poco antes de las siete, por lo que tenía mucho tiempo para desayunar tranquilamente.

Estirándose, se puso unas pantuflas y salió a la cocina. Miró a través de los armarios. Encontró huevos, salchichas, champiñones, cebollas verdes y un poco de pimiento rojo ligeramente arrugado. Poniendo una sartén en la cocina, untó un poco de mantequilla en el fondo. Cuando empezó a chisporrotear, añadió la salchicha y luego las cebollas. Un poco de queso estaría bien por encima una vez que estuviera terminado, así que tapó la sartén e investigó la hielera.

Harry entró en la cocina justo cuando ella estaba cascando huevos en la sartén.

"Buenos días, dormilón. Tengo el desayuno casi listo, si quieres empezar con las tostadas". Indicó un plato de rebanadas de pan esperando a ser tostadas.

"Está bien. Creí que olía algo bueno". Él se inclinó para besarla en la mejilla, pero ella volvió la cabeza y capturó sus labios con los de ella. Sosteniendo el beso, alzó la mano para acariciarle la nuca, dejando que sus dedos se hundieran en el cabello que le caía sobre los hombros.

"Wow", murmuró en voz baja después de que ella finalmente se separó. "Buenos días a ti también."

Ella sonrió.

"Bueno, ¿qué estás esperando? ¿No ibas a empezar a tostar zat?"

"Sí... solo me distraje un poco".

"Niño tonto", Fleur negó con la cabeza.

"¿Querías esos huevos duros?"

Fleur se giró para mirar la sartén, donde de hecho los huevos estaban bien cocidos y aún no habían sido revueltos como deberían haber estado hace al menos un minuto.

"¡Mon dieu! ¡Zey se arruinará!" Rápidamente agarró la espátula para tratar de salvar su pelea.

"Niña tonta. ¿Algo te distrajo?"

"Oye, me parezco a esos comentarios".

"Alec inteligente"

"Sin embargo, todavía me amas"

"Uggh"

Nota del autor

No se me ocurre un buen nombre para Fleur and Harrys Home.

Además, obtuve el salario de Harry de veintisiete mil galeones al año mirando el salario actual del jefe de gabinete de EE. UU. de 179.000 y dividiéndolo por 6,64 y obteniendo veintisiete mil.

Y no escribí mucho acerca de que Fleur estaba embarazada en este momento debido al hecho de que en este momento aún no está lo suficientemente lejos como para mostrar algo.

Eso y más sobre el bebé vendrán más adelante.