Madres separadas.

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Marcy vio a su bebé bailar en los brazos de sus abuelos.

—Esta pequeña será una fiestera de grande.— Hablo Grime, sosteniendo a la menor en brazos.

—Es como Sashy cuando era bebé, en realidad me recuerda mucho a ella.— Hablo la señora Waybright.

—Pues entonces tendré que vigilarla, no querremos que me haga abuela joven.— Los mayores rieron por el chiste de la Omega menor y Anne solo pudo poner una cara de confusión.

¿De que se reían? No lo sabía, pero a ella también le empezaba a dar risa.

—Llegue.—Se escucho la voz de la alfa, entrando a la cocina.— ¿Grime? ¿Que haces acá?

—Eh... Vine... A....

—¿Cómo te fue en la escuela hija?— interrumpió su madre, dejando que Anne viajará hasta la alfa.

—Horrible.— Murmuró, sosteniendo a Anne en sus brazos y dejando que la menor jugará con su cabello.— El campo está hecho un desastre. Estoy exausta...

—¿Por qué no van a descansar? Escuché que Anne no las dejo dormir.— Sasha y Marcy se vieron, era obvio, Anne ya estaba descubriendo más cosas anoche se la paso cantando y bailando con sus mamis, aún si estás ya estaban muertas de sueño.— Nos llevaremos a Anne a jugar en el parque para que acabe sus energías y así puedan dormir.

—¿De verdad?— Pregunto Marcy siendo ayudada por Sasha para levantarse.

—¡Por supuesto hija! Sabes que yo no tengo problema con cuidar a mi linda nieta.

—Bueno... Esta bien, pero si hay problemas no duden en decirme ¿Okey?

Los mayores asintieron.

— Diviertanse.— La señora Waybright les guiño el ojo, abrigo a Anne y salieron del lujoso hogar. Sasha ayudo a Marcy a ir hasta la habitación, la Omega ya podía caminar pero aún le dolía poner el pie en el suelo.

Se acostaron en la enorme cama, donde han estado durmiendo juntas con su pequeña.

—Estoy cansada...— Murmuró Sasha mientras cerraba los ojos.

—Lo se... Yo era una niña imperactiva pero Anne sobrepasa mi nivel...

—Es bueno en cierto punto, Anne está conociendo cada parte de su cuerpo y poco a poco va teniendo conciencia.

—Sasha... Deja de usar a nuestra bebé como muñeco para terapias.— Las dos soltaron una risa.

—Okey okey... Solo digo, que me alegra que mi princesa sea una niña sana.

—Si... A mí también me alegra...

Se quedaron en silencio, disfrutando del aroma que emanaban y la tranquilidad que habia.

—Ya conseguí un nuevo departamento.— Hablo Sasha, volteando a ver a la menor.— Uno cerca de la universidad, así podrás dormir con Anne un rato más.

—Anne y yo dormimos mucho, somos como dos ositos que invernan.

—¿Puede haber un 3er osito?— Marcy sonrió, asintiendo y atrayendo a la alfa en un cálido beso.