Día 25

455 50 9
                                    





Lorax: ¡Hey! ¿Cómo está mi pareja favorita? —guiño.—

Once-ler: Uhm... —se empieza a sonrojar, aclara su garganta antes de hablar otra vez.— Bien.

Lorax: Que frío. —lo mira mal y dirige su mirada hacia ti.— ¿Cómo estás?

___: ¡Yo muy bien! ¿Y tú cómo estás? Hace días que no te veía, ¿estuviste haciendo algo?

Lorax: Oh no, solo me tomé unas vacaciones. Necesitaba un descanso. Me fui a una playa, fue una estadía deliciosa.

Once-ler: ¿Por eso te ves más quemado?

Lorax: ¡Hey! Es... Normal eso. ¿Acaso nunca te has quemado por el sol?

Once-ler: Por eso existe el bloqueador solar. —le saca la lengua.—

___: Ya van a empezar... —susurrando. No esperó más y comenzó la aplicación.—

Aplicación: Once, ¿verdad o reto?

Once-ler: ¿Eh? Reto.

Aplicación: Once, cuéntanos del color de tu ropa interior.

Lorax: Creo que nosotros tres lo sabemos muy bien. Pero igual tienes que decirlo. —burlándose.—

Once-ler: ... —su cara se pone aún más roja.— Es... Espera. ¿Cómo- Bueno, no importa. Es blanca...

Lorax: Jaaaa. —riéndose.—

___ aguantando la risa.

Once-ler: ¡De qué te-! ¡Es ropa interior normal! No entiendo la risa. —mirando hacia ambos, nervioso.—

Lorax: Ay... —recuperando el aliento.— Bueno... Eres como una extraña combinación de adulto y niño.

Once-ler estaba confundido.

Aplicación: Lorax, ¿verdad o reto?

Lorax: Reto.

Aplicación: Lorax, come algo que no es para comer por ejemplo, pimienta, canela en polvo, chili en polvo, etc.

Lorax: Oh... ¿Acaso quiere que me muera?

___: Vamos, no te vas a morir.

Lorax: Hm. Bueno. —va al interior de la cocina de Once y regresa afuera, con canela en polvo en una cuchara.— Aquí voy... ¡Si me muero será su culpa y me quedaré en sus conciencias para siempre!

Once-ler por alguna razón se puso nervioso ante la amenaza. Pero a la vez le parece gracioso, no es la primera vez que lo amenaza así.

Lorax: Uf... —suspira, pone la cuchara con canela en polvo en su boca, trata de contener el picor pero termina cediendo ante el ardor en su garganta, tose múltiples veces y tira todo lo que puede escupiendo al piso.—

Once-ler: Pff... —se ríe, luego se preocupa y va por agua para Lorax, dándole un vaso.—

Lorax: Cof, cof, cof. —aún tose, toma el vaso con agua y escupe tratando de quitarse todo el sabor de la canela.— Dios... Cof, cof.

Once-ler: ¿Ya estas mejor? —riéndose un poco, quizá nervioso. Le da un par de palmadas en la espalda.—

Lorax: Si, si. ¡Estoy bien, estoy bien! —dice agitando sus brazos contra las palmadas de Once-ler para que deje se hacerlo.— Bueno. Fue horrible.

___: ¿Por qué siempre te tocan los retos que casi te matan?

Lorax: ¡De seguro la culpa es de Once-ler! ¡Cómo se que no pones esos retos para mí!

Once-ler: No, no no. —sacude sus manos en negación.— Yo no tengo nada que ver en esto. —apunta hacia ti.— Ella fue la que instaló esa aplicación.

___: ¿Qué? ¿Y por qué yo querría matarte? —cruzandote de brazos.— No digan tonterías. Es solo coincidencia.

Lorax: Me vengaré... —entrecierra los ojos, alejándose en el bosque.—

Once-ler: Tiene un tornillo zafado. —rueda los ojos.—






¿Verdad O Reto? Once-ler X Lectora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora