¿Juguito de fresa?

86 10 8
                                    

Hyeong Jun 

7 años

— ¡Mira nona están caminando solitos! —. Dijo el pequeño emocionado, llevaba aproximadamente 30 minutos hincado viendo a los pequeños gatitos que caminaban por su patio, le dolían las piernas por la posición en la que se encontraba pero no le importaba, su única prioridad era apreciar a esos gatitos, eran tan tiernos que quería abrazarlos a todos pero no se atrevía a tocarlos, eran tan pequeñitos que sentía que podía lastimarlos. 

— Claro que si mi niño, están creciendo —. Mi Jung dijo sonriendo mientras bebía un vaso de agua, era el quinto que se tomaba, pero no podía quitarse esa extraña sensación que le había quedado en la boca luego de beber el jugo que recibió de su pequeño vecino.

Mi Jung no conocía muy bien a los vecinos ya que se dedicaba a cuidar a Jun todo el tiempo, Jun era un chico tímido por lo que nunca salía a jugar, siempre estaban en casa, aunque no conocía muy bien al pequeño vecino no le agradaba mucho, a menudo escuchaba los gritos de este, cuando le daban sus berrinches.

La única vez que cruzaron palabras fue cuando encontró al pequeño mientras iba a hacer las compras, este le pidió que le diera un gato y cuando ella se negó a dárselo el pequeño comenzó a llorar exigiéndole que se lo diera, ella solo se marchó pensando en que no volvería a toparse con el nunca más, para su sorpresa ese mismo día en la noche sorprendió al pequeño saltando la reja del patío, vio como rápidamente corría por la oscuridad mientras decía "pspsps" intentando llamar a los gatitos, cuando le intentó llamar la atención el pequeño salió corriendo de ahí. 

「...」

Un fuerte dolor en el lado izquierdo de su estomago la hizo detener lo que estaba haciendo, los ojos confundidos de Jun se posaron en ella, una fuerte tos incontrolable se apoderó de ella obligándola a llevar su mano hacía su boca.

— ¿Estás bien nona? —. Preguntó Jun.

— Si mi niño... estoy bien —. Mi Jung sonrió intentando contener la tos. — Continuemos con la tarea. 

— ¡Okey nona! —. El pequeño sonrió y dirigió su vista a su cuaderno, tomando un lápiz para continuar los ejercicios matemáticos, estaba concentrado en un problema cuando unas gotas rojas cayeron en su cuaderno haciéndolo desconcentrarse, ladeó su cabeza confundido y levantó su mirada dispuesto a preguntarle a Mi Jung que era eso pero se quedó congelado al verla.

Mi Jung estaba tosiendo incontrolablemente mientras cubría su boca con su mano, unas gotas de sangre se deslizaban desde la mano de esta, bajando lentamente hasta su codo.

— ¡Nona! ¡Nona! ¡¿Qué tienes?! —. Preguntó el pequeño desesperado mientras sus ojos se cristalizaban. — ¡Dijiste que estabas bien! —. Reclamó comenzando a llorar. 

La tos de Mi Jung iba creciendo cada vez más Jun veía como la servilleta que había tomado Mi Jung para cubrir su boca se tornaba roja, aún llorando corrió hacía el comedor y marcó el numero de emergencia. 

— ¡Ayuda! ¡Nona está sangrando! ¡Sangra mucho! ¡Por favor ayuda! —. Gritó desesperadamente al teléfono, recordó que Mi Jung le había dicho como dar indicaciones para llegar a su casa en caso de emergencia y eso ayudo para pedir la ambulancia. 

— ¡Nona no mueras por favor! ¡No me dejes! —. Las lagrimas no dejaban de caer por el rostro de Jun, se abrazó fuertemente a Mi Jung mientras esta seguía tosiendo. 

「...」

El sonido ensordecedor de la sirena de la ambulancia había despertado a varios vecinos, todos estaban fuera de la casa de Jun viendo cono subían a Mi Jung a la ambulancia en una camilla, Jun rogó para que lo llevaran con ella pero los paramédicos ni quiera le prestaron atención, una de las vecinas sostenía su mano, mientras este lloraba en silencio. 

Cuando la ambulancia se marchó Jun se quedó de pie viendo como esta se alejaba, las lagrimas seguían corriendo por su rostro, escuchaba como los vecinos le hablaban pero este no respondía nada, sintió como fue jalado hacía dentro de su casa y mientras entraba pudo ver una figura de un niño que lo observaba por la ventana de enfrente de su casa, en la total oscuridad, la luz tenue de los faroles de la calle iluminaban levemente su rostro, juró haber visto una sonrisa que lo hizo sentir escalofríos.  

Ob$e$$ive Love (Junmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora