Capítulo 9 · Por Ti.

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Emily.

—Me capturaron...

Omar estaba atónito, podía notar que no se la creía, entró en shock y yo, bajé la cabeza avergonzada. Lloré más y más, me abracé a mi misma y luego, escuché su voz;

—¿Quiénes?

—Algún cabrón de la calle me vendió, no sé... Yo no sé como fue que yo terminé en Sicilia encerrada en una habitación con un tipo... No recuerdo como fue que yo llegué allá...

—Tremenda película...

—¡No estoy mintiendo! ¡No seas idiota!

—¿Como te voy a creer eso? Es estúpido.

Le di la espalda y suspiré intentando dejar de llorar, todo esto me pesaba demasiado, me dolía recordarlo.

—Yo iba a tener un hijo contigo Omar —hablé con firmeza, viendo el agua en la piscina—. Ese día fui a buscarte y, peleé con mi mamá por ti... Ella se dió cuenta que algo andaba mal conmigo porque no comía bien, vomitaba y me la pasa durmiendo... Se dió cuenta y, me pidió abortar.

Volteé, ahí seguía de pie con una mirada perdida, una pose despreocupada pero al mismo tiempo, tenso.

—Le dije que no.

Sonrió y negué antes de que se hiciera ideas.

—Ese mismo día salí a buscarte, casi eran las cinco y... Salí en mi blanquito, ¿recuerdas ese honda civic, no?

—Claro...

—Me cerraron el paso y, después desperté en Sicilia... Estaba conectada a unas máquinas de hospital, tenía a un tipo observándome 24/7 durante un mes... Me dieron de alta y ese mismo hombre me llevó a una isla cercana a Sicilia dónde solo había una mansión antigua con estatuas viejas, rodeada de árboles... Y creí que alguien me ayudaría al llegar, pero no fue así.

—No me digas que...

—Abusaron de mi, un solo hombre... Me golpeaba bastante y él, me hizo perder al bebé que llevaba —coloqué mis manos sobre mi vientre y sollocé—. Entre tantos maltratos, aborté y terminé en una camilla de hospital... Después volví a esa enorme mansión y, decidí quitarme la vida...

—Emily...

—Ingerí drogas, de to’ para morir... Pastillas, heroína... Todo Omar, todo para ya dejar de sufrir, no quería seguir con ese asqueroso tipo... Te extrañaba, pensaba en ti a diario y lloraba por ti, también por eso me golpeaba y me dejaba desnua’ en una habitación dónde podía entrar cualquiera a verme y masturbarse mientras me obligaban a bailar —volví a quebrarme.

El solo pensar en todo lo que sucedió durante ese maldito año completo, me llenaba de rabia y de tristeza porque al mismo tiempo que perdía las ganas de vivir, las canciones de Omar me hacían querer volver.

—Entendí que... Tenía que adaptarme para seguir viva, hacía lo que él me pedía hasta que... Me gané su confianza y, tuve la suerte de tener una habitación para mi sola, una televisión y ropa —una mueca de dolor y sufrimiento me hizo doblar mis rodillas y caí al piso—. Y luego, la tortura se acabó porque alguien dió aviso que tenían a muchas mujeres en la misma situación que yo, y me liberaron...

Parecía una pesadilla, algo imposible de creer y mucho menos imaginar que algo como eso, me había sucedido a mi, la mujer que controlaba todo siempre —la loca, dramática y manipuladora, como me llamaba Omar—, fui una de tantas y al poco tiempo, la pesadilla se acabó y por fin me regresaron a Puerto Rico.

—Mi mamá me encerró en un psiquiátrico y estuvo conmigo siempre, jamás me dejó sola pero, ahora ella no está... El tipo murió en prisión, y yo tengo miedo —suspiré entre el llanto y volví a respirar profundo—. Por eso vine a buscarte...

SOMOS EX ‹ OMAR COURTZ ›.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora