Capítulo 4 · ¿Amor O Chapeo?

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—Quiero el guisado de res oriental con ajonjolí, unos panes al vapor y medio guiso de pollo crujiente en salsa agridulce —pedía con amabilidad a la chica que anotaba todo en un pequeño cuadernillo.

—¿Le incluyo las cebollitas cambray?

—No, no... Así está bien —respondí buscando algo de tomar, se me antojaba todo.

La chica se enfocó en Dei V, él la miró y sonrió —yo me quedé mirándolos a los dos, ¿en serio estaba buscando algo con ella?—, luego de unos minutos viéndose entre sí, le pidió su comida.

—Me traes unos fideos chinos con pollo y almendras...

—¿Y de tomar? —murmuró anotando en el cuadernillo y los miró a los dos.

Se lo dejé a Dei V, quién no perdió un segundo.

—Tus ricos jugos mami, ¿me das tu number?

Me escondí en el asiento, obviamente me reí por la pendejada de decirle eso a la chica que no atendía pero, coño... ¡No era el momento!

—Fuera de broma baby, un vinito... Uno tinto, ya tú sabe’ —respondió sonriéndole a la chica y la miré con toda la pena—. ¿O si quieres podemos pedir otro, no? ¿Ese quieres, brother?

Asentí rápido desbloqueando el celular, sin mirar a nadie. No quería seguir en esa situación bochornosa con Dei V y la muchacha.

—En diez minutos les traigo su orden, con permiso.

—Dale baby, gracias —respondió mi pana mirándole todo lo que llevaba detrás—. Diablo, esa mami... Sendo pokemón.

—Bájale brother, ella fue amable —me reí.

—Yo también fui amable con ella, le pedí el number y le hice ojitos, tú sabes que a mi no me importa y si hubiera querido la jalo por la cintura y la siento encima —explicaba como normalmente lo haría con cualquier cosa—. Fui respetuoso, le di su tiempo pa’ que lo piense... So, tranquilo y mejor dime... ¿Qué fue lo que te pasó con tu ex?

Desvié la mirada intentando controlar mi risa y a la vez, ese sentimiento de nostalgia al oír «tu ex» salir de esa boca, negué frustrado, expulsando el aire con fuerza por la nariz y dejé mi celular a un costado de la mesa para comenzar a hablar.

—La engañé.

—¡¿QUÉ?! —su frente desapareció de tanto que abrió los ojos y elevó sus cejas—. ¡Cabrón..! ¿Por qué no me lo dijiste, baby? Fuéramos ido dónde ella, le cantamos par de temitas y la reconquistas ahí mismo... En el momento.

Sonreí—. Emily me bloqueó por todas partes, no tenía manera de comunicarme con ella... Se fue de su casa en Caguas, tampoco estaba en el apartment de Isla Verde... No estaba en Aguadilla con su tía, ni en Mayagüez, ni en Salinas... Tampoco en Ponce, ni en Luquillo, cabrón —exhalé con cierto remodimiento, negué bajando la cabeza y suspiré—. Esa cabrona, acho’ papi... Se fue de la isla, desapareció.

—Pero, no puede desaparecer así na’ más, tiene que haber una explicación... ¿Cómo carajo’ va a salir de PR sin dejar pistas por ahí?

Me encogí de hombros—. No sé, ella lo hizo... Ella logró irse sin decirle a nadie, la única que puede saber sobre Emily era su mai’ pero la doña ni me quería con ella entonces, no sé... No sabría a quién más recurrir.

—Diablo, este tema... Ta’ fuerte, es serio.

Bufé intentando sonreír pero más bien, hice una mueca y me quedé ahí, con una cara de pendejo viendo para todos lados, huyendo de la mirada se Dei V. En una de esas me pongo a llorar como un jodido marica y no quiero, enfrente de él no y menos frente a la gente que está en el lugar.

SOMOS EX ‹ OMAR COURTZ ›.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora