Capítulo 20 · Lo Mismo Siempre.

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➤EMILY ·



Sonreí —forzadamente, mientras asentía—, incluso sentí que mis ojos se habían llenado de lágrimas y estas se desbordaron, bajando con rapidez por mis mejillas. Omar lo notó, arqueó ambas cejas y levantó la mirada, enfocándose en mis ojos nuevamente.

—¿Y ahora? —preguntó observándome muy atento, yo negué y limpié esas lágrimas.

—No sé, estoy muy sentimental —lo abracé por encima de los hombros, él correspondió apretándome por la cintura contra su cuerpo.

Respiré profundo sobre su cuello, ese aroma era delicioso —súper varonil, dulce y al mismo tiempo, ese toquecito de hiervas se colaba—, besé su mejilla antes de separarme y asentí.

—También te amo...

De entre sus labios, una sonrisa coqueta y a la vez nerviosa, se asomó. Entrelazó su mano con la mía y se quedó mirándolas por un buen rato y en completo silencio, era demasiado agradable estar así con él.

—Diablo, chica... Tú ere’ bien buena, este tiempo que pasó nos hizo madurar... Y ahora tú ere’ más linda, más...

—Más relajada, ¿verda’ Ousi?

—¿Ousi? ¿Como que “Ousi” mami? —asombrado, me veía a los ojos mientras yo me reía aún con ese sentimiento de llanto atorado en mi garganta—. Yo pa’ ti soy to’ menos “Ousi” que te quede bien claro, Mily...

—Se me escapó —negué entre risas, limpiando un poco debajo de mis ojos con las yemas de mis dedos—. Tú sabe’ que yo nunca te diría así... Ay, perdón...

No podía con la risa, su cara me causaba más gracia que todo y esa miradita molesta, se veía súper tierna.

—No vuelve a pasar, te lo juro —reí bajito, intentando calmarme y asintió mirándome de reojo.

—Pue’ dale... El día que yo te diga por ese nombrecito que tú tiene’ y que no te gusta, no me digas na’.

—Ese está prohibido, so... Si tú me llamas así, esto se acaba.

—Ah, mira —dijo entre risas y me tomó de la cara.

El brazo que tenía por encima de mis hombros lo enrolló alrededor de mi cuello, me jaló hasta él y a la vez, con su mano aferrada a mis mejillas con algo de fuerza —obligándome a tener la boca lista para recibir un beso—, lo hizo reír hasta que le di un golpe leve por las costillas y me besó. Yo seguía sentada a su lado, con mis manos apoyadas sobre sus muslos, sintiendo lo que llevaba en los bolsillos del mahón.

Subí un poco por encima de él, solo un poquito, para alcanzar a besarlo mejor cuando, los pasos de Kary, Omy y las nenas, se escucharon cerca.

—Ya vienen —susurré sobre los labios de Omar que seguían succionando mi labio inferior.

—Que vengan...

No se apartaba, al contrario, se aferraba más a mi. Me apretaba más contra él y me besaba de una manera más intensa, mucho más controladora.

—Nos vamos, mija —la voz de Kary me obligó a empujar a Omar, ella se carcajeó—. Ese loco viene a eso, ¿no? Pa’ esa mierda es que te busca y ya, ¿verdad, baby?

Miré a Omar a los ojos y negó mirándome de vuelta —obviamente ese comentario le había molestado—, yo palmeé su brazo dejándole saber que estaba bromeando y me puse de pie, justo cuando lo hacía, sentí la mano de Omar deslizarse por mi nalga y volteé con él en silencio, tenía esa sonrisita sexy y las cejitas relajadas.

SOMOS EX ‹ OMAR COURTZ ›.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora