Capítulo 13 · ¿Again?

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Omar.

Hice lo que pude con lo que había, Emily era una mujer que no cocinaba para nada y desde que la conozco, ella hace el intento de preparar algo pero sinceramente, no se le da. Tuve que hacerle unos ricos tostones —eran sus preferidos—, con chorizo, huevo y unas rebanadas de salami. Aproveché que tenía ese galón de jugo —de cítricos combinados—, y serví en dos vasos, luego llevé todo a la mesa, aunque antes pasé una toalla, limpiando lo que habíamos manchado hace rato.

—Ta’ to’ ready, me lucí en verda’ —dije al ver como ese plato logró que se me hiciera la boca agua.

Me senté y saqué el celular un rato. Busqué instagram y el perfil de Emily —en su usuario todavía estaba esa “oc” que pertenecía a mi nombre—, había par de fotos suyas dónde mis comentarios ya no aparecerían, aunque recordaba que cosas yo le escribía y...

—¡¡NO SÉ QUE PONERME!! ¡¡ESTOY VOLVIÉNDOME LOCA!! ¡¡NO TENGO NA’ DE ROPA!! —gritaba bajando las escaleras y al verme sentado, con la comida en la mesa, hizo un puchero—. ¿Son tostones?

Asentí mirándola de arriba a abajo con detalle, usaba un pantie negro y una camisita de tirantes —¿mencioné que sus tetas son grandes?—, yo no entendía como esos hilos podían mantener esos melones en su lugar, by the way, se acercó pasándome por el lado —yo sin quitarle los ojos de encima—, recorrí su cuerpo y como un tonto, sonreí.

—Ya casi me olvidaba de eso —murmuré al tener sus nalgas frente a mi cara—. Si no fuera por esa foto que saqué...

—¿Cuál foto?

Emily se sentó al lado mío, ambos estábamos por el costado más largo de la mesa. Ella a mi lado derecho, disfrutándose la comida y esperando a que respondiera.

—¿Tú te recuerda’ del party ese en Piedritas?

—Cómo olvidarlo —abrió sus ojos sonriendo de manera burlona y me miró—. Nos llevamos el primer sustito de nuestras vidas en ese momento, si fue en esa ocasión, ¿no?

Me reí—. Sí, esa vez que fuimos a la farmacia de enfrente...

—Ajá, ¿qué más?

—Lo hicimos antes de irnos... En el baño, ¿lo recuerdas?

Entrecerró los ojos mientras se llevaba un poco de comida a la boca, yo la observaba atento a sus movimientos, a sus gestos y ella parecía haberlo olvidado.

—¿No? —pregunté entre risas y negó sonriendo—. Después de haberme creado el berrinche más grande la historia de to’ el mundo en pleno living del fuckin’ apartment, ¿no te acuerdas de eso?

—¿Berrinche?

Asentí comiendo un poco, hasta ganas de atascarme la boca para no decirle porque fue el berrinchito que me hizo en ese lugar pero, mi corazón me pedía hacerlo, ¿por qué? ¡Quién sabe!

—Me cogiste el teléfono y revisaste to’ —solté de golpe, ganándome una mirada rara y llena de incredulidad por parte suya—. Te pusiste loca cuando cachaste las fotos que tenía de unas mujeres en el carrete... ¡Casi me rompes la nariz!

—¿En serio hice eso..?

—Me escupiste la cara.

Al parecer, eso si recordaba y se limitó a responder —llevándose un poco más de comida a la boca—, hice lo mismo, no quería pelearle por eso pero me gustaría tener una respuesta sobre ese tema, después de tanto tiempo, me lo merezco.

—Yo cambié, Omar —dijo en voz baja—. Trabajé en mi actitud cuando nos dejamos, sé que to’ acabó por culpa mía y entendí que fue por eso cuando hablé con Rosabel... Me dijo que estaba loca, se puso de tu lado cuando supo lo de Gabriela... Dijo que fue por culpa mía que tú y ella, pues...

SOMOS EX ‹ OMAR COURTZ ›.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora