Victoria
Cuando por fin logro decidir que zapatos ponerme, ya es casi la hora de que James pase por mí, así que me apresuro a terminar de vestirme. Me he maquillado yo misma y he trenzado mi pelo porque para mi así se ve mejor con el vestido que he elegido.
Me pongo el vestido que me queda precioso, me encanta. Finalmente decidí ponerme unos botines de tacón bajo de color negro. Como se hará de noche llevaré una chaqueta larga del mismo color. Un bolso sencillo y ya estoy lista.
James me envió un mensaje de buenos días muy temprano. La verdad es que ya quiero pasar a la segunda fase con James. Si me siento así apenas iniciando, espero que esto se vuelva más intenso aún. He dicho varias veces lo mucho que me gusta James. Ya he perdido la cuenta de las veces que he fantaseado con él.
Esta vez me he propuesto no pensar tanto las cosas, que si las piensas no las haces. Quizás me arrepienta después, pero vale la pena con James. Diablos, es que todo en el me atrae y cada día quiero estar más cerca de él.
Lamento que los planes de fin de semana se tengan que posponer tanto, pero me prometo a mi misma que el día que me vaya con él de fin de semana me voy a olvidar de todo y simplemente disfrutaré de nosotros. Es una promesa.
Mi celular suena y es un mensaje de James avisándome que ya está llegando. Recojo la chaqueta en mi mano y el bolso y salgo del departamento para esperarlo abajo.
Aunque ya he visto a James en varias ocasiones y se ve bastante bien, no me lo esperaba con el atuendo que trae. Es casual, muy relajado. Su camisa deja ver parte de su pecho y cuando camina hacia mi me doy cuenta que estoy reteniendo la respiración. Aunque pudo demostrarme antes un poco de inseguridad respecto a mi, se ve muy seguro ahora. Su porte es varonil y orgulloso. Le sonrío y cuando llega a mi lado me da un beso en la mejilla y un abrazo corto.
-Hola preciosa. -me mira de arriba abajo y su sonrisa de medio lado me hace pensar que le está gustando como me veo-. Realmente estás preciosa.
Su mano me hecha el cabello hacia atrás y admira los aretes en mi oreja. La toca sutilmente y la desliza desde mi hombro hasta mis dedos lentamente. Siento una descarga de corriente que hace que se me seque la boca y mi corazón se acelere. Me muerdo los labios y miro hacia donde están nuestras manos en el momento que James entrelaza sus dedos con los míos. Cuando levanto la mirada James está mirándome fijamente y se me calienta la cara. Deja ver un atisbo de sonrisa y sin que yo lo imaginara siquiera se acerca y junta nuestros labios dos segundos. Dos malditos segundos. ¿Acaso lo están esperando?
-¿Nos vamos?
Asiento porque no estoy segura del tono de mi voz ahora mismo. James me guía hacia el auto y abre la puerta para mí. Una vez dentro, respiro hondo y entrelazo mis manos para ocultar el temblor en ellas. Solo fue un beso breve, casi un roce simulado de nuestros labios y eso me pone nerviosa. James entra en el auto y arranca. No se adonde vamos aún.
-¿Cómo estas? ¿Ha ido bien el día?
-Sí, muy bien. He podido salir a tiempo. ¿Y tú?
-Todo en orden. -me mira de reojo y sonríe.
-¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?
-Lo único que tienes en la cara es lo hermosa que te ves. -me dice serio-. No importa cuantas veces te mire o de que forma. Siempre te veo hermosa.
-James, no exageres. Hay chicas más bonitas. -le digo para evitar sentirme abrumada.
-Quizás. Para mí tu lo eres. Es cuestión de gustos ¿no?
-Sí. Tu también eres guapísimo. Ya lo sabes.
-Aunque no está demás que me lo digas. -me sonríe y pone su mano en mi muslo-. Eres tú la que quiero que me lo diga.
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Dulce Tentación
Losowe¿Qué haces cuando sientes que tu propia familia no cree en ti? Bueno, para mí, poner distancia. Y eso fue lo que hice. Creo que a todos nos pasa esto; que la propia familia desconfían de nuestros alcances. ¿A ustedes no? Bueno a mi sí. Y por mucho...