Victoria
Como todos los días por la mañana, me levanto bastante temprano. Me gusta prepararme despacio para ir al trabajo. A veces suelo pasar a comprar un café pero hoy decido hacérmelo yo en casa. Mientras lo hago escucho a Adele en mi celular.
Ahora me siento mucho más tranquila. Después de ver a mi padre, saber que está bien, puedo disfrutar un momento como este. Puede parecer poca cosa pero uno de los placeres de la vida es disfrutar un buen café. Y hoy pienso hacerlo.
Me siento en el balcón a mirar como termina de amanecer. El día promete ser cálido, pues a estas horas la brisa sopla caliente en vez de fría. Nunca pensé que me adaptaría tan bien a NY. Me encanta la ciudad, me encanta mi trabajo y esta nueva vida también.
Siempre me ha gustado la soledad, y poder disfrutarla sin esconderme es estupendo. Tener mi propio espacio, donde puedo hacer lo que quiera es satisfactorio. Suspiro llevando la bebida caliente a mis labios. Tendré que salir más, hacer un poco de turismo por lo menos. Ahora que las cosas se han establecido del todo sacaré tiempo para ello.
Mi celular vibra y cuando miro la pantalla es un mensaje de Jess.
¿Todo bien en el paraíso? Ya tengo fecha para mis vacaciones ;)
¡Es increíble! Pensé que tendría que renunciar a su trabajo y me alegro de que no haya sido así.
Buenos días a ti también. ¡Me alegro mucho! Y espero que puedas dedicarme unos días.
Su respuesta no se hace esperar.
Por supuesto que sí. Primero iré con mis hermanos y después iré contigo. La pasaremos genial.
Bloqueo el celular después de leer su mensaje. Me preparo para ir a la oficina, poniéndome uno de los acostumbrados trajes de falda, aunque me gusta más usar pantalones, tengo de ambos. El color es beige oscuro, siempre me ha parecido más formal, más neutro. Salgo del departamento una vez lista, a tiempo para llegar a la oficina.
Cuando pienso en lo que sucedió dos días atrás, en casa de James, la vergüenza me inunda. Otra vez me dejé llevar y casi le ruego a James que me haga el amor. Es tan bochornoso, que aunque James me ha hablado varias veces, lo he dejado así. No puedo ni verle la cara. Esa noche estaba tan necesitada de un poco de cariño que se me fue la mano.
Y es curioso, quizás sea porque me siento muy tranquila, o me sentía cuando bajé de ese avión. Aunque todo lo que dije es cierto, no creo que era la forma ni el momento de decirlo. Y se podría decir que tuve un berrinche, diciéndole que era adulta y que podía tomar mis decisiones.
¿Cuan desesperada pensaría él que estoy? Si bien es cierto que hace muchísimo que no estoy con nadie, hasta ahora la abstinencia no era un problema potencial para mi.
He analizado muchas veces la situación con él, desde el inicio. Y aunque reconozco que hemos sido relativamente rápidos, sé que la rapidez no me importa con él. Aquí la cuestión es ¿Qué es lo que piensa él? No puedo evitarlo, siento que no va a tomarse en serio esto por mi comportamiento. Aunque sé que el sé siente bien conmigo, que le gusto, no hay dudas. Pero bueno, quizás sea mejor explicarle como me siento.
—¡Hola! —es el saludo efusivo de Emily cuando llego a la oficina—. Buenos días, jefaza.
Ruedo los ojos cuando escucho como me dice ahora. La verdad es que Emily es una excelente asistente. Es muy divertida y siempre está sacando nuevas ocurrencias, aparte de que me mantiene informada de lo que ocurre en toda la planta, claro.
—Buenos días Emily. Estas contenta hoy. Bueno, siempre estás igual —me gano que me fulmine con los ojos cuando termino de hablar—. ¿Qué tenemos para hoy?
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Dulce Tentación
Losowe¿Qué haces cuando sientes que tu propia familia no cree en ti? Bueno, para mí, poner distancia. Y eso fue lo que hice. Creo que a todos nos pasa esto; que la propia familia desconfían de nuestros alcances. ¿A ustedes no? Bueno a mi sí. Y por mucho...