Hyunjin manejaba siguiendo las indicaciones que daba su teléfono para llegar a la dirección. Una de sus manos estaba en el volante y la otra estaba entrelazada con la de Felix. Con palabras reconfortantes y una caricia en su palma, Hyunjin trataba de tranquilizar al menor quien lo escuchaba y asentía. Por otro lado, Seungmin se mantenía serio, y para romper el silencio con el, Hyunjin dijo:
—¿Crees que debería haber venido?
Acomodando el espejo retrovisor con la mano que debía estar en el volante, así negándose a soltar la mano de Felix, se dirigió a Seungmin, quien ablandó su mirada y respondió:
—La verdad no, es reunión familiar y ustedes solo son novios.
—Puedo decirles que estamos casados.
—Ni anillo tienen, no les van a creer.
Hyunjin frunció el ceño, pero luego se dió por vencido ante la mirada que el menor le dedicó.
—Supongo que tendras que irte.
—Pero...
—Pasa tiempo con tus hermanos, Hyun.
El hecho de que Felix fuera quien contestó, hizo a Hyunjin asentir de inmediato.
Al llegar al lugar, Hyunjin se quedó boquiabierto al ver la enorme mansión frente a sus ojos. Parecía ser falsa, sus ojos estaban abiertos de par en par debido a lo desprevenido que lo tomo eso, Felix fue sincero en ese aspecto.
Los tres bajaron del auto y caminaron hasta la muralla de la mansión.
Antes de que Felix dijera algo, Hyunjin beso su frente y lo abrazo. El abrazo fue correspondido de inmediato.—Tranquilo, ¿Si?
Felix respondió con un silencio, un silencio más evidente que mil palabras, así que Hyunjin se separó un poco de él y levanto su mentón, exigiendo su mirada.
—Todo va a estar bien. En el caso de que no, vendre a buscarlos en cuando me llames, ¿Si?
—Esta bien.
—Nos vemos.
Ambos hermanos se despidieron de Hyunjin y tocaron el timbre de la casa. Este tenía un altavoz por el cual debían hablar al momento en el que la persona propietaria de la casa hablara.
—¿Quien es?
—Lee Felix y Kim Seungmin.
El parlante desprendió un silencio abrumador, el cual parecía ser el más largo del mundo y, aunque solo duró dos minutos, Felix lo sintió como una eternidad. Luego de la horrible espera, la puerta fue abierta lentamente por un hombre de tercera edad, el cual se veía atormentado por la visita. Sin siquiera saludarlos los invito a pasar, eso provocó una mueca de disgusto en Seungmin quien rodeó los ojos cuando esté se hizo a un lado.
—Ese sin vergüenza.
—Min, está atrás nuestro, baja la voz.
—¿Y qué si me escucha? Es un viejo sin vergüenza.
—Callate.
Felix mordió su labio inferior tratando de contener la risa, sentía la mirada de desaprobación quemar su espalda y eso hizo reír aún más. Viendo la actitud de su hermano, supuso que podría sacarle risas a su desgracia, ¿Cómo? Tratando a todos como se le de la gana (Excluyendo de esto a Seungmin y a unos cuantos familiares).
Caminaron adentrándose en la mansión. Algo que ambos detestaban era la increíble cantidad de caretas y sonrisas falsas e hipócritas de ahí. Por más de que todos reían y hablaban entre ellos, se sentía una tensión, envidia y asco en el aire. Era agobiante.

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Mi Angel - Hyunlix
RomansaRelojes, marcan el tiempo haciendo presentes los recuerdos, cada sonido representa una tormenta distinta, cada una peor que la anterior. Aveces el mundo juega en tu contra, a veces te deja sin respiros y te trata peor que cualquier persona, Felix sa...