Capítulo 9

6 2 1
                                    

Maratón 2/3

..
Vuelve a narrar Jes
..

Todo pareció mejorar con la compañía de Yeisonk, no sé qué terminé haciendo pero ya estaba a solo 1 cuadra de mi casa, mi sonrisa no daba más y todo se debe a que  pasamos casi toda la tarde juntos, nos reímos mucho y el fué muy atento conmigo, compramos unas gaseosas y unas papas fritas, mientras hablamos de camino a nuestras casas, y luego nos separamos para coger distintos caminos.

Jamás me imaginé que el sería así de amable, siempre me lo imaginé como el típico chico rico que cree que todo se compra con dinero sin embrago se comportó muy humilde.

Tenía mis auriculares puestos y cada paso que daba era más lento, no quería llegar a mi casa de repente miré al callejón y me detube para mírarlo como si el apareciera ahí de la nada, siento que quiero volver a verlo serca de mi, pero al igual pienso que eso es lo último que quiero, seguí mirando el callejón, el callejón donde vi su rostro por primera vez, el callejón donde vi sus ojos celestes mirándome, el callejón donde sus labios pegaron contra los mios y...

Hayy, que frustración, no puedo quitarmelo de la cabeza por más que lo intente, tengo que olvidarlo.

Llegué a mi casa e ignore a todos, solo subí rápido a mi habitación y tiré mi mochila en mi cama, me quité rápido las zapatillas, y entré a la ducha, tal ves me calmara un poco peor fue peor.

El agua fresca caía sobre mi, mojando mi pelo, pase mi mano sobre mi cintura, y recordé como el lo hacía para empujarme a la pared del callejón, tenté mi oído por fuera recordando como arrancó mis aurículas con su mano, pasé mi pulgar derecho por mi labio inferior suavemente recordando su intenso beso.

Ahh, esto es una tortura.

Y luego dices que quieres olvidarlo, quien te entiende, ni yo que soy tu conciencia te entiendo querida

Salí rápido de la ducha, que diablos me pasa, a él ni siquiera le importó, no sabe ni quién soy y de seguro ni me recuerda.

Me vestí, poniéndome un shorts, azul cielo y una sudadera gris, junto a mis pantuflas de elefantito, amarré mi cabello mojado en una cola alta me tiré en mi cama comenzando a sacar mis cosas de dibujo de mi mochila.

Abrí mi libreta para empezar a dibujar, tenía que crear un nuevo boceto, uno que no tenga nada que ver con él, pero cada intento resultaba ser fallido, cada que intentaba hacer el boceto de un chico, terminaba haciéndolo a él, estrujé la hoja número seis, dejándola con las otras en al cama, comenzé de nuevo a hacer otro boceto... Sus labios gruesos, su cabello chorreando sobre su pelo, sus manos grandes, su piel clara, sus ojos, su abdomen,
Espera...

Miré el dibujo, estaba estaba apoyado a una puerta con un pantalón costo de algodón y nada más dejando ver su definido cuerpo.

Mierda se parece a él, no había visto nunca la definición de su cuerpo pero haci me lo imaginaba, sabía que tenía el addomen muy definido eso sí, porque en ese beso no pude evitar desplazar mis manos en el.

Haayyy, no puedo dejar de pensar en el cada vez que intento borrarlo recuerdo o imagino más cosas de él...

Es que está mamadisimo, y sus besos, uff...

Encerio? Ni si quiera puedo controlar a mi conciencia?

No, yo te controlo a ti

Hay ya

Sabes que estás teniendo una conversación contigo misma verdad Jes?

Ok debía tranquilizarme entonces tiré todos los papeles arrugados de mi cama y los tiré al zafacón que tenía en mi habitación,.

Lo pensé bien, no conocía a muchos chicos en que inspirarme y si buscaba e mi imaginación solo conseguiría hacer un dibujo que se parezca al ladrón.

Entonces comenzé a dibujar a Yeisonk: primero al base de cómo sería su cabeza, luego su nariz, sus orejas, sus ojos y su boca, después empezé a dibujar su cuerpo, no tan exagerado de musculatura no debo dar a creer que soy una total pervertida, porque necesitaba este dibujo para mí clase de bocetos con el nuevo profesor porque el anterior odviamente no me serviría.

Lo dibujé está vez con unos jeans desabrochado casi cayendo y sin remera,estaba parado al lado de una estantería de baja altura con  una mano en su cabello dejando a entender como si se estuviera rascando y la otra encima de la estantería, sus ojos azules, le resalte el color celeste para que parecieran reales, sus labios no eran tan gruesos eran solo dos líneas así que decidí hacerlos más carnosos y también cambié un poco su nariz, entonces terminó pareciéndose en nada a Yeisonk, peor estaba satisfecha con mi dibujo, no se parecía no al ladrón ni a Yeisonk por me encantaba, seguí resaltando algunos detalles del jean para que pareciera más realista.

A diferencia del otro dibujo este tenía menos musculatura igual seguía teniendo un toque seductor y sus ojos mostraban seguridad, seguí mirando el dibujo y me di cuenta que había hecho los mismo ojos del ladrón y sus mismos labios, estás apunto e arrugarlo perob pensé, ¿que más da? No era para nada el solo tenía sus labios y sus ojos.

Miré la hora y ya  eran las 3:35am ¡Dios mío! junté todas mis cosas y las puse rápido en mi mochila, debía dormir mañana tenía que despertarme de nuevo temprano me acurruque en mi cama y se sentía bien tanta comodidad hasta que sentí rugir mi estómago.

No había cenado nada y si que tenía hambre, eran las  tres de la mañana pero no podía dormirme así, me levanté y coloque nuevamente mis pantuflas para intentar bajar silenciosamente a la cocina y robra algo.

Iba bajando las escaleras de pinturas alumbrando con la linterna de mi móvil tapando la un poco para que la luz no llegara tan lejos, al final llegué a la cocina e intenté hacer el menor ruido posible, y lo logré, suerte, sus mi mamá se despertaba y en veía despierta a las  tres de la mañana me tumbara de un chanclaso, a ella no le importa que ya esté un poco grandesita para esas cosas, papá era diferente, una vez me encontró comiendome un pedazo de pizza fría a las  dos de la mañana y lo único que hizo fue desirme que le diera la mitad, y mi hermano, bueno my hermano era un chismoso se lo contaría a mamá si me viera.

Volví a mi habitación cerrando la puerta silenciosamente a paso de tortuga y cuando ya estaba de nuevo en mi cama comenzé a comerme mis rufles y oreos que había traído de la despensa y una lata de refresco fría.

Luego de comer felizmente me acurruque de nuevo y el sueño llegó rapido a mi.

Robame El CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora