FALLING FOR YOU - ENGLOT

CAPÍTULO 10: LA REVELACIÓN DE LA VERDAD

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Esta es una traducción de la historia de @kaeccai con todo el cariño espero y disfruten esta historia pueden ir a ver su perfil y ver sus historias
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ENGFA'S POV:

A medida que pasaba el día después de que Nudee me informara de que Heidi buscaba su ayuda para recabar información sobre el accidente de Charlotte, mi mente se consumía en un torbellino de pensamientos y emociones contradictorios. Sentada en mi escritorio, contemplando la impresionante vista de Bangkok desde el edificio de mi oficina, de repente me di cuenta de algo.

¿Qué pasaría si me reuniera con Charlotte y le confesara que fui yo quien la golpeó intencionadamente? La idea se materializó en mi mente, despertando una vorágine de culpa y arrepentimiento. Los recuerdos de la disculpa anterior de Charlotte se agolparon en mi memoria y no pude evitar reconocer el dolor que le había causado y mi respuesta implacable.

Mientras contemplaba el paisaje urbano, me invadió una profunda sensación de remordimiento. Me di cuenta de que mi incapacidad para perdonar a Charlotte sólo había perpetuado el ciclo de dolor y resentimiento. Estaba claro que encontrarme con ella y asumir la responsabilidad de mis actos era necesario tanto para su curación como para la mía.

Las vistas de Bangkok, normalmente fuente de inspiración y serenidad, servían ahora de telón de fondo a mi confusión interior. El peso de mi secreto, combinado con la conciencia de mis propios defectos, se hacía cada vez más insoportable. Sabía que tenía que enfrentarme a Charlotte, revelar la verdad y expresar el remordimiento que había estado supurando en mi interior.

[ FF ]

Mientras me dirigía a toda velocidad hacia el estudio, impulsada por un abrumador sentimiento de culpa y determinación, mi mente se agitaba de arrepentimiento por el terrible acto que había cometido. No podía soportar el peso de mis actos, la certeza de haber golpeado intencionadamente a Charlotte consumía todos mis pensamientos y emociones. Fue un momento de debilidad imperdonable, un error de juicio que había cambiado para siempre nuestras vidas.

Cuando salí del estudio que ya conocía, el corazón me latía con fuerza, la expectación se mezclaba con el miedo. Necesitaba enfrentarme a Charlotte, afrontar las consecuencias de mi imprudente comportamiento y enmendarme. Pero al salir del coche, se desplegó ante mis ojos una escena que me atravesó el alma como mil flechas.

Allí, saliendo del estudio, estaba Charlotte. Pero no estaba sola. La acompañaban dos chicas, amigas, supuse. Verla rodeada de apoyo y risas me produjo una potente mezcla de alivio y desesperación. Alivio porque no estaba sola, porque tenía gente en quien apoyarse en estos momentos difíciles. Desesperación porque en el fondo sabía que yo era la causa de su dolor, el origen del miedo y el terror que veía grabados en su rostro.

Nuestras miradas se cruzaron y, en esa fracción de segundo, me invadió una oleada de angustia. El dolor que residía en su mirada era palpable, como si cada gramo de dolor y traición se hubiera cristalizado en sus ojos. La chispa vibrante que tanto apreciaba había sido sustituida por una mirada atormentada, un profundo temor a lo desconocido. Había destrozado su sensación de seguridad y ahora me miraba con una mezcla de vulnerabilidad y temor.

En ese momento, me di cuenta de la profundidad del daño que le había infligido a Charlotte. Las consecuencias de mi acto impulsivo e imprudente fueron de gran alcance, más allá de mi propia culpa. Había alterado para siempre su percepción del mundo, empañado la confianza que habíamos construido y dejado cicatrices físicas y emocionales en ella.

Mientras ella seguía caminando, yo me quedé helado, con las palabras atascadas en la garganta. ¿Cómo podía acercarme a ella ahora, en medio de su dolor? ¿Cómo podía esperar que me perdonara cuando le había causado un sufrimiento tan inmenso? El peso de la culpa se intensificó, amenazando con aplastarme bajo su insoportable presión.