FALLING FOR YOU - ENGLOT

CAPÍTULO 21: CITA ESPECIAL

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Esta es una traducción de la historia de @kaeccai con todo el cariño espero y disfruten esta historia pueden ir a ver su perfil y ver sus historias
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Cuando la luz de la mañana se filtró en la habitación, Engfa salió de su letargo y abrió los ojos. Se puso de lado y allí, a su lado, yacía su amada Charlotte, apaciblemente perdida en el reino de los sueños. Una suave sonrisa adornó el rostro de Engfa mientras observaba el suave subir y bajar del pecho de Charlotte, hipnotizada por la tranquilidad que adornaba sus facciones.

Incapaz de contener su alegría, Engfa se inclinó más cerca, con la voz apenas por encima de un susurro, mientras soplaba delicadamente las palabras al oído de Charlotte: "Buenos días, preciosa". Las palabras permanecieron en el aire, llevando consigo un tierno afecto que se había convertido en la esencia de su conexión.

Charlotte, aún en el nebuloso reino entre el sueño y la realidad, abrió lentamente los ojos. Al ver a Engfa, que la miraba con adoración, su corazón dio un vuelco. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en sus labios al corresponder al saludo: "Buenos días".

En ese momento, el tiempo pareció detenerse y sus miradas se cruzaron. Engfa se inclinó hacia Charlotte y la besó con suavidad. Su amor y su calidez se entremezclaron en un tierno intercambio. El suave contacto transmitía una profundidad de emociones que las palabras nunca podrían expresar del todo.

Cuando su tierno beso matutino se rompió, Engfa se separó de mala gana y su mente se centró en las tareas que le esperaban. Necesitaba refrescarse y empezar a preparar el desayuno, pero antes de que pudiera moverse, el suave toque de Charlotte la detuvo.

"Hazlo más tarde", susurró Charlotte, con una voz llena de calidez y afecto. Engfa no pudo resistirse a la atracción magnética de la petición de Charlotte y se encontró sucumbiendo de buena gana al encanto de unos cuantos momentos más juntos.

Engfa se levantó de la cama, con el corazón agitado por una mezcla de expectación y satisfacción. Se aseó rápidamente, sabiendo que Charlotte la esperaba abajo y que su presencia era una fuente constante de consuelo y felicidad.

Cuando Engfa entró en la cocina, se afanó en la tarea de preparar el desayuno, una rutina familiar que le proporcionó una sensación de felicidad doméstica. Perdida en sus tareas culinarias, no se percató de que Charlotte se acercaba.

De repente, Engfa sintió un sobresalto cuando los brazos de Charlotte la envolvieron en un abrazo por la espalda, y sus cuerpos se amoldaron en perfecta armonía. La voz de Charlotte, suave y llena de admiración, llegó a los oídos de Engfa: "Qué sexy estás preparando el desayuno".

Engfa no pudo evitar sonrojarse ante el inesperado cumplido, y su corazón palpitó de placer. Se giró hacia Charlotte y sus ojos se encontraron en una mirada íntima. La sonrisa de Engfa irradiaba la profundidad de su amor cuando respondió: "Y tú haces que todo lo que nos rodea sea más hermoso, mi amor".

En ese momento, el espacio que compartían en la cocina se transformó en un santuario de amor y aprecio. Engfa saboreó la cercanía del abrazo de Charlotte, apreciando las cariñosas palabras que adornaban su conexión. Fue en estos momentos sencillos y mundanos donde floreció su amor, reafirmando la fuerza de su vínculo.

Tras su afectuoso abrazo en la cocina, Engfa y Charlotte se sentaron a la mesa del comedor, dispuestos a saborear juntos el desayuno. Engfa, con la elegancia de una dama, acercó una silla a Charlotte, expresando en silencio su cariño y adoración.