El día había sido muy aburrido, después de educación física fui a descansar en una banca.
—Hola Leo —Juan se sentó
—Hola —contesté casando
—Ten —me dio una botella de agua
—Gracias —la bebí— ¿tienes educación física también?
—Sí, estamos prácticando
—¿Cuándo será el partido? —pregunté
—Creo que la próxima semana ¿vendrás?
—Creo que si, no estoy seguro
—Si quieres puedo pasar por ti
—No es necesario
En ese momento llegó Isra.
—Ven conmigo
Lo vi, era una orden, me puse de pie.
—Adiós Juan
—Adiós —hizo un gesto con su mano
Isra me llevó de la cintura.
Llegamos al pasillo, ahí me llevó contra una pared y me vio directamente.
—¿De qué estaban hablando? —preguntó seriamente
—No era nada importante —respondí confundido
—Esa no es una respuesta —dijo en un tono molesto
—Solo me saludó
Dio un pequeño golpe en la pared.
—Nos vemos después de clase —se fue
Más tarde iba llegando a la salida, ahí estaba Isra esperándome, pero estaba con Alex.
—¿Cuándo estás disponible? —preguntó Alex de una manera pícara
—No lo sé, luego del partido tal vez —respondió Isra sin darle mucha importancia
Me di la vuelta y me dirigí hacia la salida trasera, ahí envié un mensaje a Isra diciéndole que me encontraba ahí.
Unos minutos después llegó.
—¿Por qué estás aquí? Te dije que te esperaría en la salida principal —preguntó un poco molesto.
—Lo olvidé ¿qué querías decirme?
—Ven a casa
—No voy preparando
—Ahí tienes ropa que has dejado en otras ocasiones
Me fui con él, de todas maneras en casa estaría solo.
—Hola Leo, no sabía que vendrías —dijo la mamá de Isra al momento de entrar en su casa
—Fue de improviso —respondí nervioso
—No preparé nada y en este momento voy al trabajo, vendré hasta media noche
—No se preocupe, yo puedo cocinar algo
—Claro, nos vemos —sonrió y se fue
—Vamos a la habitación —dijo Isra
Al entrar en su habitación me abrazó
—¿Pasa algo? —pregunté confundido
Empezó a besar mi cuello.
Me llevó hasta la cama donde me recostó suavemente, se subió sobre mí, la verdad no tenía ánimos de hacerlo
—¿No quieres hacerlo? —se dio cuenta
—Estoy cansado
Puso sus dedos en mis labios y empezó a jugar con ellos
—Entonces utiliza tu boca...
Él se encontraba sentado en la cama mientras que yo estaba incado frente a él con su pene en mi boca, la saliba ya se encontraba esparcida por toda mi boca tanto como en su pene, las lágrimas por la asfixia ya habían resbalando por mis mejillas, el constante sonido de chapoteo llenaba la habitación mientras que Isra solo me miraba y dejaba salir pequeños jadeos de vez en cuando, mantenía mis ojos cerrados la mayor parte de tiempo, luego de varios minutos llegó el peor momento, puso ambas manos sobre mi cabeza empujandola contra su pene, sentí como su caliente semen llenaba mi garganta al punto de casi asfixiarme ya que me mantuvo así por unos segundos, luego jaló mi cabello hacia atrás y tapó mi boca con su mano
—Tragalo —ordenó
Solo obedecí.
Luego fui a lavar mi cara, al levantar mi cabeza y verme en el espejo pensé "¿Esto está bien?".
—Ven —dijo haciendo seña para acostarme en la cama
Me recosté y me abrazó quedando sobre su pecho, luego de unos minutos de silencio él se durmió, ya que no tenía sueño me levanté y fui a la cocina a beber agua.
—Aún estas despierto —llegó la madre de Isra
—Solo vine por agua —me asusté un poco
—No sé qué le ves a Isra...
—¿Mm? —quería que lo repitiera
—No sirve para nada, terminará arruinando tu vida —se fue de la cocina
La relación de Isra y su madre es... complicada.
Volví a la habitación, note que había un mensaje en el teléfono de Isra.
Alex: Buenas noches bebé
Me recosté de nuevo junto a él, lo abracé hasta quedar dormido
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