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El día de hoy había estado entrenando demasiado, ya que había algunas variaciones en el show debía esforzarme más.

Quería tomar un baño en la secundaria, pero mientras iba entrando a las duchas escuché que ahí estaban los chicos del equipo de fútbol.

—Yo soy hetero, pero Isra tiene a los chicos más lindos de la secundaria

—Jaja es cierto, oye Isra ¿son buenos en la cama?

—Cállate —era la voz de Isra

—Jaja no te molestes

—Lo bueno es que te gustan los chicos porque si te gustaran las chicas no nos dejarías ninguna jajaja

Me voy a duchar a casa mejor.

Luego de haber cenado eran al rededor de las ocho de la noche cuando alguien tocó a la puerta.

Fui a abrir, era Isra.

—Hola

—Hola

—¿Cómo has estado? —entró

—Bien —cerré la puerta

—¿Qué hiciste ayer? —se sentó en el sofá

—Solo estuve aquí —me senté junto a él

—¿Por qué no fuiste parte del show de medio tiempo del partido? —estaba aruñando sus manos de manera nerviosa

—No me sentía de humor —quité sus manos para que dejara de hacerlo

No dijo nada

—Pero si seré parte del show a final de mes —agregué

—Oh, iré a verte entonces —hizo una sonrisa forzada

El silencio era muy presente.

Entonces se acercó a mí, viéndome a los ojos por unos momentos se acercó para darme un beso. Sé que esta es su manera de disculparse cuando se siente culpable por algo. Me acercó a él sujetandome con ambas manos en mi cintura haciendo que se me escapara un pequeño jadeo, me fue recostando en el sofá poco a poco. No quiero tocarlo, no quiero hacerlo. Siguió besando mi cuello, levantó mi camisa y empezó a besar mis pesones, odio que sepa lo que me gusta. Luego me levantó con ambas manos llevándome a la habitación, me dejó en la cama suavemente, empezó a quitarse su ropa y luego la mía, levantó mis piernas para lamer mi entrada, pero lo detuve.

—¡Espera! No hagas eso, utiliza el lubricante —se lo señalé

—¿Por qué? —frunció el ceño

—Es más fácil —volteé hacia otro lado

La verdad eso me pone incómodo.

Empezó a aplicar el lubricante y a meter sus dedos en mi de una manera un poco acelerada.

—Espera —alcancé a decir

Levantó mis piernas poniéndolas en sus hombros y empezó a meter su pene en mi lentamente, cuando estaba dentro de mi se quedó así por unos segundos luego empezó a dar embestidas cada vez más rápido.

—¡Espera Isra, más despacio!

Él seguía y seguí dando embestidas muy rápido entonces hizo que me viniera rápidamente y él también se vino.

Empecé a llorar en silencio.

—¿Por qué haces esto? —dije con la voz entre cortada

—A ti nunca te gusta como lo hago, siempre tienes objeciones, quisiste el lubricante porque era más rápido, lo hice rápido querías que lo hiciera más lento —se separó y empezó a vestirse— no es la primera vez que pasa, creo que tú simplemente no quieres estar conmigo

Espera, ¿qué?

No puedo pensar correctamente en este momento, me senté, ¿él tenía razón?... yo- estoy confundido.

—Espera Isra —me levanté y lo abracé por la espalda— eso no es así, yo-

Me separó de él.

—Eso es lo que me has dado a entender —se dispuso a irse

—¡Isra! —sujeté su mano pero la apartó y se fue

Ahí estaba de nuevo, solo, desnudo, pero ahora me sentía culpable.

Me senté en la cama mientras las lágrimas rodaban por mi cara.

Él tiene razón...

Siempre me he quejado, pero es porque yo quiero más.

Yo quiero más de él...

Lloré hasta quedar dormido

Corazón de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora