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Los próximos días fueron normales.

El fin de semana había llegado, pero me sentía muy cansado por lo que se me dificultó la clase de educación física.

Me sentía muy cansado así que fui un momento a sentarme, en ese momento llegó Juan.

—¿Estás bien? —preguntó— desde el otro lado de la cancha te he visto muy cansado

—Si no me siento muy bien, pero pronto será hora de ir a casa

—¿Quieres que te lleve?

—No, está bien —me levanté, en ese momento casi caigo al piso pero Juan me detuvo

—¡Cuidado! No estás bien —puso su mano en mi frente— tienes fiebre —me tomó del hombro— ven te ayudaré

Ya que me sentía débil acepté, él me llevó a casa

—¿Hay alguien en casa? —preguntó

—No, estoy solo

—¿Qué? Entonces no puedo dejarte así —me llevó hasta el sofá— ya vendré iré a comprar medicina

—Está bien —respondí, pero luego me dormí

Me desperté luego de un rato cuando sentí el paño con agua que puso sobre mi frente

—Ya volví —alcanzó las pastillas— esto fue lo que pude conseguir, ten —me alcanzó una pastilla y un vaso con agua

—Podrías llevarme a la habitación por favor —dije

—Está bien —me cargó en sus brazos

Al llegar a la habitación me dejó en la cama suavemente.

—Bueno, debes descansar, creo que debería irme

Lo detuve del brazo.

—Quédate por favor —lo vi a los ojos

—E-está bien —se sentó junto a mí

—No, acuéstate

—Ok... —se acostó lentamente junto a mí

Lo abracé cosa por la cual se asustó un poco, pero luego me abrazó también.

Eran al rededor de las once de la noche cuando desperté, seguíamos en la misma posición.

—¿Cómo te sientes? —él estaba despierto

—Mejor... —me separé de él— perdón, no me sentía bien

—No te preocupes —se levantó— creo que debería irme ahora

—P-puedes pasar la noche aquí si quieres, mañana es sábado así que...

—Mm... aún estoy con el uniforme y no me he duchado

—Puedes ducharte aquí y tengo ropa que podría quedarte —¿por qué estoy haciendo esto? me dio vergüenza así que volteé a ver hacia otro lado— olvidalo

—Bueno —empezó a quitarse la camisa

—Oye, espera —le lace una toalla— el baño está ahí, luego te daré la ropa

—Ok —sonrió y fue al baño

Ush ¿¡por qué!?

Fui a buscar la ropa.

—¿La ropa? —él salió luego de ducharse y llevaba la toalla solo en su cintura

—Ahí —la señalé y di la vuelta

—Me quedó pequeña —dijo al vestirse

Lo vi, si le quedó pequeña jaja.

—Es lo más grande que tengo

—Está bien, ¿duermo en el sofá o en el piso?

—No... puedes dormir en la cama —me hice hacia un lado

—Oh...

Luego de un rato acostados ninguno se había dormido.

—Tu cuarto es bonito —dijo

—Gracias

Hubo silencio nuevamente.

—Tu cabello... —dije

—¿Si?

—Se te ve bien teñido

—Gracias, no sabía de que color teñirlo al final me decidí por rubio

Nos vimos por un momento, inmediatamente separé mi mirada.

—Oye... —dijo— Mientras dormías recibiste muchos mensajes de Isra, tú y él aún...

—Hablamos mañana —me di vuelta

—Buenas noches...

En la mañana me levanté a preparar el desayuno.

—Buenos días —dijo Juan entrando a la cocina

—Buenos días, el desayuno está listo

—Oh, no debías haberte molestado

—No es molestia, ven a la sala a comer

Nos sentamos a comer.

—Está rico —dijo

—Solo es huevo, no es la gran cosa

—Pero está rico

—Gracias, por lo de ayer...

—No es nada... siempre que lo necesites puedes pedir mi ayuda

—Lo tendré en cuenta

—¿Puedes darme tu nuevo número? cuando lo cambiaste no me avisaste

—Lo olvidé

—Es solo para saber si sigues bien

—Claro

Luego se vistió y fui a despedirlo a la puerta.

—De nuevo, gracias —dije

—No es nada —se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla— nos vemos —se fue

¿Qué? Me acaba de dar un beso...

Corazón de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora