Formando lazos inesperados

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Luego de que Marietta me abrazara inesperadamente me sentí un poco más tranquila, saber que no era la única que se sentía así me hacía sentir un poco mejor, aunque lo que dijo mi padre en mi sueño me dejó pensando, que es lo que tenía que averiguar?, sin darme cuenta Marietta me saco de mis pensamientos diciendo
-Será mejor que descanses, mañana será un día largo- acaricio mi pelo y se fue de la habitación.
Sin darme cuenta caí profundamente dormida y lo único que pudo sacarme de mi trance fue el sonido del despertador.
Abrí los ojos lentamente y mire un rato el techo, jamás me había sentido tan cansada en mi vida, luego voltee la cabeza y ví que eran las 6:00, no faltaba mucho para que entrara a la escuela, decidí ir al baño y darme una ducha, cuando me mire en el espejo tenía los ojos hinchados, como no si llore tanto que no volvería a llorar en 1 año, cuando termine de vestirme escuché una voz gritar
-Emily despierta ya está el desayuno listo - dijo desde la cocina.
No quería ir a la escuela, no quería tener que pasar y que la gente me mire con lastima y me diga lo mucho que lamentan mi perdida. Cuando baje Marietta tenía un vestido negro, no era llamativo pero le quedaba bien, nunca me di cuenta de lo linda que era, supongo que siempre la culpe de que mi padre se parara de mi madre por ella, sin darme cuenta Marietta me estaba hablando y no escuché gran parte de lo que dijo, entonces volvió a decir mientras lavaba los platos
-Si no quieres ir a la escuela hoy no hay problema, entiendo que lo último que quieres es que la gente sienta lastima por ti - dijo volteando a ver a mi dirección.
Vaya ella me había leído la mente, la mire con asombro y respondió
-Por lo qué veo di en el blanco, no quieres ir a la escuela hoy verdad?- dijo volviendo a mirar al fregadero
-Así es-respondí con la mirada baja
-Bueno entonces no vayas hoy, supongo que los profesores lo entenderán, además todavía no asimilas lo que pasó, y te entiendo, a mi también me dolió su partida, digo estuve con el 10 años, no es algo fácil de digerir- respondió secando unas lágrimas que le salieron.
-Supongo que sí, no es fácil volverse huérfana y viuda el mismo día- dije sonriendo sarcásticamente mientras intentaba controlar las lágrimas.
-No digas eso Emily- respondió sujetando mi hombro- el día que me uni a tu padre ese día también me uni a ti como tú madre, así que mientras yo viva tendrás quien te apoye, aunque ya estés grande para mí sigues siendo una niña pequeña- respondió mientras me daba un abrazo.
-Gracias- dije en voz baja, aunque creo que no lo escucho.
Luego de platicar con Marietta un rato y ver qué tenía a alguien más a mi lado que me apoyaba me di cuenta de que no éramos tan diferentes.
Luego de desayunar yo me quedé en casa viendo un poco de televisión mientras Marietta fue a trabajar, a pesar de que estábamos bien económicamente Marietta busco un trabajo y no dejo que papá le compré cosas, más bien ella compraba sus propias cosas, al principio me pareció raro por qué pensé que estaba con mi padre por su dinero pero resultó lo contrario, quizás si lo amaba o eso es lo que yo pensaba.

La despedida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora