Capitulo 27

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Itachi volvió a acomodar los papeles sobre su escritorio, esta vez en tres montones: papelería relacionada con la comisaria, papelería relacionada con el clan, papelería relacionada con la aldea. Luego se frotó la frente intentando alejar un incipiente dolor de cabeza.

Ser un líder de clan era extenuante. Y si a eso le agregaba que era el jefe de la comisaría aquello se volvía un trabajo colosal, realmente no entendía cómo es que su padre había parecido tan eficiente realizando el mismo trabajo (y hasta con tiempo para intrigas políticas).

Por fortuna el resto de los líderes de clan habían sido pacientes con él, sobre todo Nara-san había gastado un par de tardes en explicarle protocolos y la manera en la que debía entregar sus informes. Para sorpresa de Itachi Hiashi Hyuuga lo había tratado con la fría cortesía de siempre y aunque había esperado reclamos de su parte por lo que había sucedido con su hija aquello nunca había ocurrido.

Y bueno… ahora estaba aprendiendo ninjutsu médico. A ser sincero le parecía una soberana tontería no haberse interesado por el asunto anteriormente, el ninjutsu médico era fascinante, el interior de una persona, la razón por la que los órganos, el chakra, el cerebro funcionaba, ¡todo aquello lo apasionaba de una manera que no había conocido en el pasado!, ahora Itachi conocía el punto exacto de todos los puntos de chakra en el cuerpo, aunque no tuviera el Byakugan para verlos reconocía con una habilidad casi milimétrica el sitio donde tenía que golpear para abrir o cerrar un punto de chakra, por supuesto, un conocimiento tan fino no funcionaba en una batalla sin tener el dojutsu de los Hyuuga, pero sí que podía funcionar si una persona no se movía (Sasuke había sido su conejillo de indias y se había indignado muchísimo cuando estando almorzando le había cerrado un punto de chakra en la mano).

Arterias, venas, nervios, cada pequeño vaso en el cuerpo tenía un nombre, una función y una consecuencia si es que resultaba herido, ahora Itachi sabía dónde tenía que golpear para producir cierto resultado, sabía dónde ser certero, donde provocar poco daño, dónde ocasionar la muerte. Desde su punto de vista aquel conocimiento era algo que todos los ninjas debían saber, por desgracia especializarse en medicina llevaba años y mucha dedicación, era un proyecto imposible. No obstante Itachi intentaba pasarle las bases del saber médico a Sasuke y aunque su hermano no estaba tan interesado como él sí que le prestaba atención y se quedaba con el conocimiento más importante.

En sus ratos libres Itachi salía a leer al jardín e invariablemente su madre le llevaba una taza de té y lo dejaba a solas con su conocimiento. Infinidad de veces Itachi se había dado cuenta con perplejidad que se había hecho de noche y él seguía encorvado sobre un libro, intentando retener nombres, procedimientos y gráficas.

Tsunade-sama le había dicho que dentro de poco podría practicar en el hospital, aunque se imaginaba que más de uno iba a tener miedo de quedarse en sus manos.

"—Itachi, la medicina no es como el ninjutsu, tienes que pensar en tu paciente, tienes que hacerle sentir que todo irá bien". —Aquello lo frenaba en gran medida, los médicos debían ser personas a las que comunicarse y transmitir confianza les fuera sencillo, él en cambio solo sabía transmitir una sensación de temor a quien estuviera cerca.

Bueno, ya se había hecho a la idea de que nunca sería un médico de hospital y mucho menos uno especializado en el trato a los pacientes, pero podía ser un médico para su equipo, para… Sin poder evitarlo abrió mucho los ojos, de nuevo había pensado en el Equipo Cuervo, pero aquella agrupación ya no existía, de hecho, hacía dos años que se había disuelto.

Itachi giró a ver el calendario en la pared, ahí, sobre el número 28 había un gran círculo rojo, Sasuke lo había colocado desde hacía un par de semanas, pero no le había dicho a nadie qué significaba. Secretamente Itachi creía que aquel era el día en que su hermano, Naruto y Hinata se reunirían de nuevo.

Equipo Cuervo [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora