Capitulo 30

644 36 15
                                    

Neji no lo creyó cuando lo escuchó.

—Sí, esos dos cuervitos están muertos. —Hidan afirmó con fanfarronería.

—¿Muertos? —Shisui con los pies subidos sobre un taburete y chupando una paleta de limón parpadeó—. ¿Estás seguro? —Se veía como el bromista de siempre, como si aquella noticia impactante y horrenda no significara nada para él.

—Sí. —Hidan tronó los huesos de su cuello—. El pequeño Uchiha y la pequeña niña cuervo. Un festín para Jashin-sama. —Los dedos de Neji se abrieron sin que pudiera evitarlo, sintió un pulso por todo su cuerpo.

Muerta.

Ella estaba muerta.

—No lo sé. —Shisui echó la cabeza hacía atrás—. No te creo. —Y Neji quiso aferrarse a esas palabras, aunque su rostro no se había movido un milímetro, aunque su expresión seguía siendo neutral, por dentro sentía que algo tiraba y rasgaba.

—¡No me importa si me crees! —Hidan explotó.

—Ver para creer. —Shisui sacó la paleta de su boca y la dirigió a Kakuzu, como alguna varita de acusación—. ¿Por qué no veo aquí ningún cadáver de cuervito?, valen muchísimo y lo sabes. —Aquello hizo que Neji respirara hondo, era cierto. Hacía tiempo que los nombres y rostros del Equipo Cuervo habían pasado a engrosar las filas de los caza recompensas del otro lado de la ley.

—Teníamos que encargarnos del dos colas. —Kakuzu expresó con molestia—. Evidentemente cuando volvimos no los encontramos.

—Evidentemente. —Shisui repitió con retintín, luego volvió a echarse la paleta a la boca—. Pues no creo para nada en esa historia.

—Recuperaremos los cadáveres. —Hidan chocó un puño contra su mano libre—. ¡Te demostrare que esos cuervitos están muertos!

—No lo están. —Shisui canturreó—. Te han engañado. —Y Neji vio el destello en sus ojos, ese destello que no podía escaparse al Byakugan.

Sasuke y Hinata estaban vivos.

No sabía cómo es que Shisui lo sabía pero lo sabía.

Algo dentro de él, algo profundo sintió un alivio que casi le disolvió los huesos.

—¡Los mate! —Hidan gritó enfadado—. Cayeron en mi técnica.

—Mi adorable Hinata-chan no puede morir. —Shisui levantó un cojín del sillón y sacó un manoseado ejemplar de Icha-Icha Paradise—. Tiene que volverse una sensual pero a la vez tierna mujer y casarse con Tachi.

—¿Sigues leyendo esa basura? —Sasori que estaba cerca limpiando una marioneta arqueó una ceja.

—Toodoos aquí lo han leído. —Shisui extendió ambos brazos—. Hasta Konan.

—Es cierto. —Konan estaba lavando los trastes y respondió sin girar a verlos—. La historia romántica está, sorprendentemente, bien contada. —Neji no pudo evitar fruncir el ceño, él también lo había leído.

Obviamente

Shisui hacía tal escandalo con cada capítulo nuevo, incluso se reía como alguna especie de colegiala emocionada. Así que, por supuesto, pese a no ser su clase de literatura le había ganado la curiosidad.

Y odiaba el libro.

—Un poco de sexo explícito. —Sasori comentó con fastidio—. Y nada más.

—¡Sasori-kun! —Shisui gimoteó, quizás Shisui era la única persona capaz de decirle a Sasori de aquella forma y seguir con vida.

Equipo Cuervo [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora