❝ Nacitav ❞ ─ RusAme

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Pasó una semana, Rusia visitaba regularmente a su hermano

Canadá abrió la refrigeradora para sacar una caja de bombones de chocolate, Ucrania los había comprado días atrás, aunque los guardó para que el beta no abusara de ellos, no contaba que el inglés lo conociera al pie de la letra. Ingirió algunos dulces, sus antojos le rogaron que los comiera, guardó los pocos que sobraron.

A sus oídos llegó dos voces provenientes de la sala: '¿De nuevo vino Rusia?' aunque con los días vió el arrepentimiento del eslavo, aún no creía totalmente en sus palabras, lastimó demasiado a su hermano.

Soltó un suspiro para regresar a la cama a descansar.

De pronto un fuerte dolor se presentó en sus caderas, escalaron a un punto de creer que lo iban a matar. Retrocedió en sus pasos para sentarse en una silla, acarició su vientre intentando calmar a su inquieto bebé.

─ Swettie, no te inquietes o me vas a matar del dolor ─ susurró con una ligera mueca.

Pero su cachorro no quiso hacer caso. Los dolores aumentaron en intensidad, se retorció al no poder soportar esa veracidad ¿Eran contracciones? No, no, no era cierto, no podía ser ahora, se supone que la médica le confirmó que su parto sería la siguiente semana, un dolor infernal se apoderó de sus partes bajas junto a cosquilleos mortales, sentía que su cintura se quebraría en cualquier instante.

Ya no podía negar lo evidente.

Ucrania llenó el vaso de vino, se lo extendió a su hermano quién aceptó. Se sentó con desgano y pensando en como decirle lo siguiente:

─ Fuiste muy precipitado ¿Y cómo diablos supiste dónde vive?

─ Necesitaba verlo o mi lado salvaje me iba a dominar ─ tomó un sorbo. ─ Seguí el aroma de Rusell, me costó porque él siempre tomaba caminos alternos.

─ Y ya te dejó en claro que te odia...

─ Su omega interno no decía lo mismo.

- ¿Usa estaba sin sus supresores? - aunque era algo obvio pues el estadounidense se lo suele quitar en su hogar. ─ ¿Lo quieres recuperar?

─ ¿Me preguntas eso después de todo lo que estoy haciendo por él?

El ucraniano lo ignoró chasqueando la lengua, no negaba que su hermano tenía la gran posibilidad de aceptar a Rumika, es su hijo biológico después de todo, Rusia se ha caracterizado por ser más cariñoso, algo que no es muy creíble pues por lo general sabe tener una personalidad fría.

Sólo sus hermanos, USA y Rusell son los únicos que han visto ese lado.

─ USA me pidió que fueras al restaurante de los latinos.

Arqueó una ceja ─ ¿Por qué?

─ Te quiere decir algo importante.

─ ¿Y porqué no me lo dijo él?

─ ¿Crees que no te conoce? Sabe que lo vas a abrazar y decirle todo el arrepentimiento que sientes.

El ruso rodó los ojos.

Estaba curioso del porqué lo citó a ese lugar, era precipitado e improbable que el omega lo haya llamado para tener una cita, sería bonito pero sabía que era esperar mucho de su relación destruida

'U-Ucrania...'

Ucrania recompuso su postura cuando sintió el lazo llamándolo, su acción inquietó al eslavo.

─ ¿Qué pasa?

─ Canadá, Canadá me está llamando.

─ Pero si él-