❝ Nacitav ❞ ─ RusAme

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Usa salió de la revisión médica hecho pedazos, su hermano se sentó en los asientos de atrás para calmarlo.

Mientras tomaba un café, el inglés sintió como sangre resbalaba por sus piernas, estuvo a un paso de tener un aborto espontáneo debido a su inestabilidad emocional, gracias a que la pareja de su hermano se hallaba en la casa pudo evitar ese final.

Su bebé estaba sufriendo las consecuencias.

─ Ya, ya, ya pasó, está vivo ─ dijo el de maple abrazando a su hermano pero este siguió en llanto.

─ Lo dejaremos en casa para que descansé, después iremos por Rusell, no ha de querer que lo vea así.

─ Ve tú, me quedaré con Usa por precaución.

El ucraniano asintió. Ambos hermanos fueron dejados en el hogar del alfa y beta, el de hojita ayudo a su hermano a llegar hasta su cama, lo acomodó y cobijó.

─ ¿Necesitas algo?

─ Ne-necesito a mi alfa... ─ llamó al de alta casta por un lazo inexistente, queriendo romperse nuevamente al no comprender totalmente la realidad. ─ Rusia...

El beta no sabía que hacer, si seguía con esa mentalidad terminaría perdiendo al bebé, el omega seguía aferrado al alfa. El americano debía aprender a olvidar al ruso, como él ya lo hizo.

─ Es por eso que quiero recuperar a mi omega ─ declaró el ruso ante el ucraniano.

Éste tardo en unir matices ─ Mira, quizás tus intenciones son sinceras pero debes entender que lastimaste a Usa, por no decir que lo hiciste pedazos.

─ Estoy consiente de ello, pero estoy dispuesto por hacer lo imposible por que volvamos a ser una familia.

Ucrania dió un último sorbo a su bebida, había prometido al estadounidense que no le diría su paradero ni la existencia de Rumika, sin embargo, Rusia ya sabía que vivía en esa parte de la ciudad.

Y sobre Rumi, no quería imaginarse como reaccionaría ante su existencia.

─ Se que será difícil pero...

─ Rusia, Usa pasó unos meses con nosotros, tú no viste como el sufrió por tí, todas las noches lloraba y todas las mañana se levantaba con un aspecto terrible ─ el eslavo bajó su mirada hasta su café. ─ Siempre se esforzaba por tener una sonrisa falsa para no preocupar a Rusell.

─ Esa es otra razón para reconstruir nuestra relación, que tenga una verdadera felicidad.

─ ¿Y no crees que la puede encontrar con alguien más?

─ ...si encontrará una nueva pareja ─ se quedó en silencio por unos segundos antes de soltar un suspiro derrotado. Apretando la oreja de cerámica. ─ Tendré que aceptarlo, no quiero lastimarlo otra vez...

─ Rusia.

─ Usa me solía decir que: Las acciones valen más que mil palabras, si tengo que hacer lo mismo que cuando lo enamoré, lo repetiré hasta que vuelva a sonreír de verdad.

─ Y las acciones prueban que las palabras no significan nada... ─ se puso en pie tomando ambos vasos. ─ Usa tiene una imagen distorsionada de tí, ya no te ve como el alfa de quien se enamoró y formó una familia, si no cómo el que le hizo vivir una linda ilusión de falsas palabras y lo abandonó por una omega supuestamente perfecta.

Y abandonó la sala dejando solo al eslavo.

Con cada día que pasaba el euroasiático poco a poco se iba odiando a sí mismo, sabía que sus palabras hirieron al omega pero no creyó que lo llegaran a afectar tanto.