Capítulo 5

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Me encuentro en casa de mis padres, creí que papá había llegado pero no, está por venir y prefiero esperar a ambos

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Me encuentro en casa de mis padres, creí que papá había llegado pero no, está por venir y prefiero esperar a ambos. Estoy en la piscina tomando sol, me gustaría ir a la playa a broncearme natural, llevo puesto un bikini color rosa tierra de cuando tenía quince años, me queda un poco apretado pero muy bien, también llevo puesto una manta alrededor de mi cintura para que las personas de servicios no puedan ver más allá dado que el bikini no es apropiado. Tengo dos horas aquí en la piscina, será mejor que vaya por una limonada.

Una pelota aparece de la nada casi me golpeaba, pelota que le pertenece al vecino.

Hola mujer hermosa, podrías pasarme la pelota?—Me pregunta del otro lado un chico que probablemente tenga catorce años.

—Claro.—Le contesto tomando la pelota para luego lanzársela.

—Gracias.—Dice y desaparece.
Entro a la casa, me dirijo a la cocina y veo a Serena sentada en una silla escribiendo en una libreta.

—¿Que desea linda?
Serena ha trabajado para la familia desde que mamá se casó con papá, tienen la misma edad, es una buena mujer, una increíble esposa y mamá de una pequeña de quince años llamada Rosetta, es como una madre más para mi.

—No te preocupes, haré limonada.—Le digo abriendo el refrigerador.

—Es imposible.—Ríe acercándose a un termo con un vaso y sirviendo limonada.

—Muchas gracias Sere.
Me extiende la limonada y se escucha la puerta de la entrada principal.

—No te preocupes te digo a ti.—Me dedica una sonrisa.

Tal vez sea papá o mamá que acaban de llegar, terminaré de tomarme la limonada para ver.

—¿Como la está pasando Rosetta con su papá?

—Acabo de hablar con ellos, me comentó que no esperaba pasárselo tan bien, se escuchaba muy animada.

Termino rápido mi jugo.

—Lo sabía, los campamentos son geniales al menos para mi.—Sonreí.—Deberíamos hacer uno nosotras, mamá, Rosetta, tú y yo. La pasaríamos súper.

—Así es, a mi también me gustan.
Limpio el vaso, vuelvo a colocarlo en su lugar y tomo rápidamente una manzana.

—Bueno Sere te dejo, iré a ver quien llegó.—Le digo.
Serena solo asiente con una enorme sonrisa.

Salgo de la cocina, camino hacia la entrada y veo a Travis con papá conversando.

¿Que hace Travis aquí?

—Cariño, no sabía que estabas aquí, ¿Cómo estás, en la piscina?—Me abraza.

Travis lleva su atuendo de siempre formal, esté hombre está jodidamente guapo como sea.

—Buenas tardes señor Travis, si papá muy bien y tú?—Le contesto y pregunto mordiendo la manzana.

—Bien, espérame aquí con Travis, ya vuelvo.—Dice entregándole una carpeta blanca y retirándose rápidamente.

Me Verás De Nuevo © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora