Capítulo 7

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Abro mis ojos gracias a los rayos del sol

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Abro mis ojos gracias a los rayos del sol.
Me encuentro en una habitación que ni siquiera es mía.
¡Estoy en ropa de interior!

Me levanto rápidamente de la cama y veo el reloj de la cama, es las diez de la mañana.
Dinah debe estar preocupada por mi, creo que pasé la noche con Travis.
¡¿En que estaba pensando mientras le enviaba?!

Estoy tan avergonzada.

Veo mi vestido colgado aseado y me lo coloco con mis tacones.

Salgo de la habitación rápido y veo a Travis con su portátil sentado cerca de la terraza.

Luce increíblemente Perfecto pero esta vez con su cabello mojado.

—Buenos días lamento todo, estoy tan avergonzada.—Le comento preocupada.

—Buenos días Jayden, ordené hace poco porque sabía que podrías levantarte en cualquier momento.—Me sonríe.—No te preocupes, también he estado embriagado.

—Embriagado pero consciente de tus actos.—Logró contestarle de lo incómoda que me siento.

—Lo he disfrutado.—El timbre del piso suena y Travis se levanta.—Yo lo hago.—Se ofrece.

Abre la puerta y entra una mujer con su pedido.
—Buen día señor Gunnarghersi, un gusto tenerlo aquí.—Dice acercándose al comedor y sirviendo unos platos que llevaba huevo frito, salchicha, champiñones, baked beans, hash browns patatas cortadas en tiras finas y fritas, tostadas y tomates a la plancha.—Buen día señorita.

—Buenos días.—Le contesto amable.

Termina de servir y se retira.
Travis vuelve a tomar asiento para seguir con su portátil.

—Deberías comer.

Tomo asiento en una de las sillas del comedor.
Y me llevo un pequeño bocadillo a la boca.
Mientras comía no dejaba de pensar en lo de anoche, recuerdo que lo llamé gay por no haberme besado no me sentía avergonzada en ese momento pero ahora en estos momentos lo estoy y mucho, me intimida hablar con él porque no sé qué pensará de mi.

Su teléfono suena y contesta caminando hacia la terraza pero desde aquí se puede oír.

No se como hablarle, con que cara.
Continuo comiendo.

Estaré viajando en la madrugada... cancela la reunión... estoy ocupado señorita Moreau... que tenga feliz día, tómeselo.

Un recuerdo viene a mi.

—Decidí hospedarme en mi hotel solo por esta noche debido a que tengo que viajar por la mañana, esta cerca.

Ha cancelado su reunión seguramente por mi culpa, es por mi culpa.

Tomo rápidamente un sorbo de jugo de naranja y me levanto de la silla. Él vuelve confundido guardando su teléfono en el bolsillo.

—Siento mucho lo sucedido, ha perdido una reunión por mi culpa, será mejor que me vaya no quiero causarle más inconvenientes.—Le digo rápidamente.

Veo mi teléfono en una mesita que está cerca del diván.

—No lo haces, termina tu desayuno.

—No lo haré.—Digo caminando hacia la mesita y tomándolo.

—Señorita Jayden, ¿Puede tomar asiento y hablar conmigo?—Me pregunta. Le observo paciente y me acerco.—Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos embriagado y hemos cometido cosas que después nos arrepentimos al día siguiente. Voy a contestarle sus preguntas, no soy gay y podemos comprobarlo si eso desea, he cancelado la reunión porque así lo he decidido, no tendría porque preocuparle eso a usted.—Dice sensato.

Impresionante lo que acaba de decirme.
No tengo cómo contestarle, estoy más intimidada aún.
¿Por qué me vino pensamientos locos en ese momento?

—Debo irme.—Solo dije ocho letras.

—Yo la llevaré.—Dice tomando las llaves de su auto de la mesa del comedor.

El podría estar pensando que soy una demente, mentirosa ya que le había comentado que muy poco tomaba alcohol y es la verdad.

Salimos del piso y del hotel. Es un hotel exclusivo, con un excelente servicio. Nunca me imaginé que tuviera un hotel.

Caminamos al estacionamiento y subimos a su auto. El no decía nada ni yo tampoco, es un silencio total.

Enciende el auto y comienza a conducir hacia mi domicilio.

—No fue mi intención.—Le confieso.

—No hiciste nada, agradezco mucho que me hayas llamado.—Me dice.—Me gustaría invitarla a jugar golf el día miércoles y dialogar, le parece?
¿Vernos de nuevo?
Claro que si. Travis me había dicho que le gustaba jugar golf cuando me invitó cenar.

—Si, me parece bien pero recuerde que no se jugar.—Le contesto tímida.

—Bien, le enseñaré.—Me dedica una sonrisa.
Suelto una risita.

Estoy en casa de mis padres pasando el día conversando con ellos sobre el refugio, que ya se llevará a cabo finalmente el próximo lunes

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Estoy en casa de mis padres pasando el día conversando con ellos sobre el refugio, que ya se llevará a cabo finalmente el próximo lunes.
Estoy tan feliz porque sé que mis padres me están apoyando y más mamá ya que no le agrada mucho los animales, solo de lejos.

Haré lo imposible para que rescaten cualquier animal que esté moribundo sin hogar y tenerlos conmigo en ese refugio tan especial que será.

—Olvide hablarte que próximamente vendrá a visitarnos tu prima Abigail con tu tía Madeline

—Ya era hora.

—Al salir de vacaciones lo harán, me lo ha dicho Madeline.—Dice mamá contenta observando a Papá que está en la piscina hablando por teléfono.—Sabes, lo he estado notando tan extraño.

¿Extraño papá?

—¿Por qué dices eso, extraño en qué forma?

—No lo sé, solo eso.—Dice mamá tomando un sorbo de su vino.

Algo está ocurriendo entre ellos dos, mamá está desconfiando un poco de papá.
Papá es atento, detallista y amoroso con ella no debería desconfiar, siempre están juntos y cuando no es porque deben viajar, el sería incapaz de dejar esos años de matrimonio por algo pasajero, el ama y adora mucho a mamá.

—Te ama demasiado, no deberías estar desconfiando de él sin razón alguna.—Le comento riendo.

—¿Tú crees que nosotras las mujeres exageramos?—Cuestiona.

Hoy me di cuenta que si.

—Si lo hacemos, nos ahogamos en un vaso de agua.—Digo llevándome a la boca una uva.—He llamado algo pasada de copas a Travis y le he hablado muy feo y amanecí en su hotel.—Le confieso

—¡Que!—Mamá queda bocabierta.—Cariño, pensará que eres vulgar, no te hemos educado así, ¿Como lo ha tomado el?

—Lo sé mamá, estaba tan apenada tanto así que el.—Hago pausa para reír a carcajadas y continuó.—El me entendía, agradece por haberle llamado.

Mamá aún sigue sorprendida.

Me Verás De Nuevo © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora