Besos de Mariposa: cuando dos personas ponen sus ojos abiertos muy juntos y aletean sus pestañas
Ya que estaba en el barrio, hice una parada en el dormitorio de mi hermano. Lo encontré en el patio lateral, pegando una capa de pintura sobre un mueble con cajones que reconocí de nuestro ático. Sabía que había dicho que quería que su dormitorio tuviera un aspecto más limpio este año, pero había pensado que simplemente había pretendido librarse de las cajas de pizza y la ropa sucia en la alfombra. Es bueno verlo realmente dando un paso adelante.
—Luke está dentro —le dije, equilibrando la bici y a mí misma en el pavimento.
Con rizos dorados que no había cortado en años y tupidas cejas rubias, Clayton había empezado a parecerse al León Cobarde de El Mago de Oz. Especialmente cuando sonreía y sus mejillas se inflaban, como ahora.
—Sabía que podíamos contar con él.
—Pero dice que tengo que trabajar en mis habilidades de besar, que tengo que hacerlo parecer real.
Se detuvo a mitad de una pincelada y me miró.
—Probablemente tiene razón. ¿Pero solo para tu información? A los hermanos generalmente no les gusta hablar acerca de sus hermanas besando gente. Incluso cuando se trata de negocios en lugar de placer.
—Oh, ¿estás sugiriendo que estudie este pequeño problema con papá? —pregunté con fingida inocencia.
Con la brocha firmemente entre dos dedos, Clayton alzó sus brazos sobre su cabeza como si una bomba estuviera a punto de caer del cielo. No pude evitar reírme de su expresión.
—¡Dios, no! —chilló, luego se echó a reír y dejó caer sus brazos—. Dejaré que te encargues de esa cosa de besar, Parker, mientras mantengo mi mente en el punto de vista legal y cómo vamos a colgar a tu entrenador con sus propias palabras.
—Suena justo. —Sonreí y volví a subir en mi bici.
¿Cuál era ese dicho sobre todo siendo justo en el amor y en la guerra? Bueno, esto califica como guerra.
* * *
Minutos después, estaba en la cola de pago de un supermercado cercano, mi cabeza abajo, deseando mentalmente que la señora delante de mí se apresurase. Había estado avergonzada comprando productos de higiene femenina en el pasado, pero eso no era nada comparado con comprar una bolsa de tamaño económico de Starbursts y una cesta de cerezas. Si la ex de Luke sabía que eran buenos dispositivos de mejora de besos, otros tenían que saberlo, también, ¿no? Es decir, vamos, ¿quién compra cerezas?
Medio esperaba que algún idiota lo notara y me lanzara un Chap Stick4 o la dirección de un grupo de apoyo de malos besadores. Lo que no esperaba era reconocer a la cajera. Con su mata de cabello oscuro de marca registrada y el lunar como el de Madonna en su mejilla, mi mejor amiga de la secundaria y actual ex mejor amiga, Becca Benvenuto, era inconfundible.
Nos habíamos conocido la semana antes de séptimo grado, agarrando los mismos vaqueros extra largos talla cuatro en la Boutique Anna Banana's en Old Town. Luego, reconociéndonos la una a la otra en clase, habíamos empezado a hablar y nos convertimos en amigas, pronto mejores amigas. Y para octavo grado, teníamos esta cosa donde simplemente firmábamos las notas como "Tu Mejor Amiga".
Pero la escuela secundaria tiene una forma de conducir a la gente por diferentes direcciones, y mientras yo me había juntado con las chicas futbolistas, ella había ido... bueno, a algún otro lugar. Es decir, siempre que la había visto en los pasillos o la cafetería, estaba con gente.
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The ABC's of kissing boys
RomanceTitulo: The ABC's of kissing boys Autor: Tina Ferraro