Capítulo 5

44 8 2
                                    


Felix llegó a su camarote unos minutos antes que sus padres, y eso lo llenó de alivio, no sabía cuánto tiempo podría seguir ocultando sus escapadas, y peor aún, no sabía cuánto tiempo más aguantaría esquivando las preguntas de su madre sobre su no tan lejano casamiento.
No hacía más que hablar de su prometida y de lo increíble que sería la boda, cada día que pasaba se sentía más atrapado en una cárcel con los barrotes demasiado estrechos y resistentes.

Pero la vida le había hecho un regalo, había conocido a Hyunjin, y los momentos que pasaba junto a él hacían de su existencia un lugar más bonito.
Empezó a sacarse prendas de ropa para darse un baño antes de acostarse, cuándo vio algo caer del bolsillo de su chaqueta de traje.
Era un pequeño papel, supo que pertenecía a Hyunjin sin necesidad de abrirlo, y una sonrisa ya adornaba su rostro antes de leer lo que ponía.
“Acércate a mí, así como el cielo y el mar, para que todos vivan siempre con la duda, de cuántos milímetros separan tu boca de mía”, la letra “H” con un pequeño corazón al lado descansaban en la esquina inferior derecha del pequeño papel, un gesto innecesario, ya que solo Hyunjin podría haber escrito algo tan bonito y significativo, se mordió el labio inferior para reprimir un grito ¿Cómo podía escribir algo así y quedarse tan tranquilo, cuando el corazón de Felix estaba a punto de explotar en miles de trozos?.
Dobló el papel de nuevo en cuatro y lo llevó a su habitación para guardarlo en su caja fuerte,
antes de dirigirse a la bañera con la sonrisa más amplia y verdadera que jamás nadie había tenido el placer de observar en su rostro.

[...]
La luna ya se había adueñado por completo del cielo cuando Hyunjin terminó de abrocharse su collar de perlas favorito. Su madre entró a la habitación con paso firme y un vestido de encaje a medio abrochar.

-Hijo, ¿Puedes ayudarme con el vestido?.

-Claro, ¿Por qué te has vestido tan guapa?.

-Hoy es el aniversario de un empresario importante del barco y habrá de nuevo un baile.

-¿Otra vez un baile?-Pregunta con desgana.

-¿A qué viene ese tono? Ayer te lo pasaste genial bailando-Se gira con el vestido ya abrochado.

-Si, pero… No bailé con quien me gustaría…

-Entonces deberías alegrarte, así podrás bailar hoy con esa persona-Afirma dejando un suave beso en su frente antes de escabullirse hacia su armario lleno de sombreros.

Hyunjin se muerde los labios nervioso, ojalá fuera tan fácil como su madre creía.

[...]
-¿De nuevo un baile? Estoy harta de bailes, me agotan-Habla la madre de Felix masajeando su entrecejo con movimientos circulares, sentada en una butaca de la habitación.

-Creí que te gustaban, madre-Comenta sin prestar real atención a los suspiros de la mujer mientras se coloca la negra chaqueta de su traje.

-¿Por qué iban a gustarme? Se resumen en personas bailando pegado con desconocidos a los que no volverán a dirigir la palabra una vez terminada la canción, igual que ese chico con el que cenamos aquel día-Escupió con desgana- ¿Con cuantas chicas diferentes bailó ayer? Menudo zalamero, encima portando esos collares de mujer, debería darle vergüenza-Habla con un tono de desagrado que congela la sangre de Felix.

-Mama… ¿No crees que te estás pasando? No puedes juzgar a alguien solo por lo que ves-Sus ojos rugen con fuego, pero su madre no se molesta siquiera en mirarlo.

-¿Qué formas son esas de hablarle a tu madre? Me debes un respeto Felix-Se levanta y se retira de la habitación sin darle opción a más recriminaciones.

Felix aprieta los puños con rabia, de nuevo las lágrimas encharcan sus ojos, pero las elimina con varios pestañeos, ¿Por qué no puede expresar libremente lo que piensa? ¿Tan malo es ser diferente al resto? ¿Por qué alguien se cree con el derecho de dictar lo que es correcto y lo que no? Y lo peor de todo ¿Cuándo dejará de ser tan malditamente cobarde?.

Entre el cielo y el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora