Belleza, su madre siempre decía que había mucha belleza en no encajar en el mundo y aún así no temblar de soledad.Hyunjin nunca se había sentido solo, a pesar de ser diferente al resto, porque su madre admiraba su forma de ser, y eso le hacía sentirse inmensamente orgulloso de ser él mismo.
Pero en esos momentos, con el corazón roto y sangrando entre sus manos, deseaba ser alguien del montón, deseaba haber nacido como lo que la sociedad tiene por correcto, porque tal vez así el dolor en su pecho sería más llevadero.
Por primera vez en su vida, no se sintió con ganas de adornar su cuello con ninguna joya, porque los labios de Felix no estarían ahí para decirle lo hermoso que se veía.
Se acercó al tocador de su madre y observó sus ojos hinchados en el espejo, las lágrimas subieron por su garganta al recordar aquel día en el que su reflejo estaba acompañado de un Felix sonriente con un sombrero de amarillas caléndulas… Esa sonrisa… Estaba seguro de que era la única persona en el mundo que había podido ver una sonrisa tan verdadera en su rostro, y eso le dolió como nunca nada.
Se acercó al armario de su madre y buscó el sombrero, pudo notar como una de las flores estaba un poco suelta, la sujetó entre sus dedos con la intención de colocarla bien, pero se despegó por completo, como si deseara ser cogida entre sus frías manos.
La giró con sus dedos y la colocó en el bolsillo izquierdo de su chaqueta negra de traje, justo sobre su corazón, esperando que la belleza de la flor consiguiera camuflar las heridas que había bajo su pecho.
El silencio a su alrededor era tan abrumador, que la caléndula sobre su corazón era la única señal de que seguía vivo y no había dejado de respirar acostado en el frío suelo de aquella sala de máquinas.
Por primera vez en su vida se estaba preguntando si debería levantar la cabeza y luchar, o arrodillarse de nuevo y rezar por que todo fuera una pesadilla de la que se despertaría sudado y aliviado.
¿Debería tal vez suplicar a las estrellas por un punto y a parte y no por ese enorme y negro punto y final?
¿Debería pedir al cielo y al mar un beso apasionado que pudiera pegar los pedazos rotos y anular cada una de las palabras dichas entre esas cuatro paredes?
¿A quién debía rezar para encontrar esperanza en la desesperanza? ¿A quién debía acudir para prender de nuevo fuego a las cenizas? ¿Sería posible luchar con una espada rota? ¿Sería posible frenar la tormenta que llevaba su barco a la deriva? ¿Podrían algún día los violines cantar una canción sin un final que obligase a sus cuerpos a separarse? ¿Sería posible la existencia de una pequeña posibilidad entre un millón de volver a acercar sus bocas así como el cielo y el mar?
Porque si esa pequeña posibilidad existiera, la tomaría entre sus manos y la apretaría tan fuerte que ni la desesperanza, ni ninguna tormenta podrían jamás arrebatársela de entre sus dedos.
-¿Cómo te encuentras cariño?-Preguntó su madre entrando en la habitación con dulzura en su mirada.
-Cansado-Esbozó una pequeña sonrisa para no preocuparla demasiado.
-¿No estarás pensando en rendirte verdad?-Se acerca para acariciar su rostro borrando cualquier rastro de lágrimas pasadas.
-No sé si vale la pena seguir luchando mamá-Una pequeña lágrima se desliza por su mejilla y es borrada al instante por los suaves dedos de su madre.
-Lo que vale la pena nunca es fácil cariño, ¿pero sabes cuando te ves realmente hermoso?-Coloca con precisión la flor en su bolsillo para que no se caiga-Te ves hermoso temblando de miedo, pero arriesgándote a vivir, tal vez en estos momentos pienses que Felix ha sido cobarde por querer abandonar, pero no debes olvidar nunca que fue él quien se levantó y te ofreció su mano para bailar contigo delante de todos, ahora es tu turno hijo, debes ser tú quien le ofrezca tus dedos para salir del pozo en el que se encuentra-Dejó un suave beso en su frente y se dirigió al armario para ponerse un sombrero antes de ir a comer.
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Entre el cielo y el mar
FanfictionUn viaje en barco en pleno 1920, hace que dos desconocidos se encuentren y descubran que el amor, a veces tachado de debilidad, los llenará de fuerzas para poder reescribir las estrellas juntos y a su antojo. ¿Te atreverás a leer una historia en la...