Quackity y Rubius ya se habían conocido en persona anteriormente, aunque querían volver a verse. Arreglaron una fecha para que después de La Velada 3 Quackity fuera a Andorra a visitar a Rubius.
Lo que Quackity no sabía es que Rubius y Irina pasaba...
Eran las 11:03p.m. Y un pelinegro se encontraba haciendo las maletas. Y te preguntarás; «¿quién en su sano juicio haría las maletas justo en el día de partida?» Bueno... Quackity es la respuesta. Una maleta medianamente larga se encontraba totalmente abierta encima de una cama, con algunas pocas prendas en su interior. Al frente de este, un pelinegro algo estresado se encontraba tirando desesperadamente cosas necesarias dentro de aquella gran maleta turquesa. Por problemas del destino (flojera y procrastinación) estaba llegando tarde a su viaje a Andorra.
Si no se apresuraba, su avión se iría si él. Así que, optó por no meter tantas cosas; solo metió sus audífonos, un cargador, algo de ropa, un monedero (guardando dinero, una tarjeta de crédito y documentos personales importantes) y gorros, guardando su móvil en su bolsillo. Al terminar, tomó la maleta y salió de su casa sin bañarse siquiera, se bañaría en Andorra. 11:34p.m. Quackity apenas llegaba. Rápido, hizo el procedimiento lo más rápido posible para que le dejen subir a avión y por fin irse. Al terminar de checar su boleto y pasaporte, se dirigió a su avión sentándose lamentablemente en la ventana; un gran vuelo le esperaba, así que, no encontró mejor opción que dormir.
Eran exactamente las 07:47a.m. Y un pelinegro apenas despertaba de su "pequeña" siesta. Algo desorientado, se estiró un poco para no molestar a su compañero de avión, volteando la mirada hacia la ventana. Una hermosa vista dejaba ver aquel cristal. El sol escondiéndose entre las montañas con toques azules, naranjas y rosas en el gran cielo. Deslumbrado por aquel paisaje, sacó su móvil de su bolsillo para tomar un par de fotos de aquella vista.
(...)
29 de junio, un día para La Velada III.
Un pelinegro, algo desorientado, se despertó por fin en aquel avión. Con pereza, sacó su móvil viendo la hora; 14:01p.m. Se acomodó en su asiento para seguir esperando; solo faltaba una hora para llegar. En lo que esperaba, sacó sus audífonos para empezar a escuchar música. Mientras, le enviaba a alguno de sus amigos, ya sabes, para matar el aburrimiento.
Pasó aproximadamente una hora así hasta que alguien empezó a hablar por el altavoz; «Queridos pasajeros, les informamos que estamos a punto de aterrizar, les pedimos que se abrochen el Cinturón de Seguridad para evitar inconvenientes, gracias» Se logró escuchar a través del altavoz. Alexis, guardó su móvil en su bolsillo para proceder a abrocharse el cinturón y esperar. Por fin llegaba. Al ya aterrizar y abrirse las puertas, el azabache bajó del avión tomando sus pertenencias.
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Con Rubius.
Eran las 14:36p.m. Y un castaño batallaba para no despertarse. Con mucha dificultad, se removía en aquel no tan cómodo sofá. Rayos de sol tras pasaban las cortinas cayendo en la cara del castaño incomodándole un poco,despertándolo. Con algo de sueño, se levantó del sofá de mala gana, frotándose los ojos al estar completamente sentado. Con algo de lentitud, se paró del sofá con un laaaaargo bostezo dirigiéndose a su baño para lavarse los dientes y darse un baño "mañanero" tambaleándose en el camino.