Quackity y Rubius ya se habían conocido en persona anteriormente, aunque querían volver a verse. Arreglaron una fecha para que después de La Velada 3 Quackity fuera a Andorra a visitar a Rubius.
Lo que Quackity no sabía es que Rubius y Irina pasaba...
Y así seguían; tirándose comida entre sí. La cocina era un completo desastre, y por cada tiro la suciedad crecía más. Por un momento, las risas cesaron. Quedando un silencio, pero no un silencio incómodo; uno cómodo. Estuvieron así por unos segundos; mirándose a los ojo en completo silencio, apreciando los rasgos faciales del contrario.
En un instante, el mayor empezó a reír fuerte y descontroladamente tapándose su cara con una mano; escuchando un «¿Qué? ¿De qué te ríes?» del contrario.
- Probablemente no sea el momento pero, ¿cuánto mides? - Entonó el mayor entre carcajadas, recibiendo una cara de indignación por parte del contrario.
- ¡No mames! Íbamos bien, chingada madre - Soltó molesto el menor. - ¡Órale! ¡Andese pa' allá! - Empujó al contrario suavemente, logrando sacar más carcajadas de él.
- No, espérate, ¿no voy a limpiar esto yo solo, verdad? - Agregó el mayor cruzándose de brazos. - Pus, es tu casa, ¿no? - Salió de la boca del contrario. El más bajo intentó salir de la cocina, sintiendo cómo Rubius lo rodeaba con sus brazos apretándolo con el estante, impidiéndole escapar.
- Ay, Rubius. ¿Primero un cafecito, no? - Bromeó el menor con una sonrisa pícara, viendo como el más alto se alejaba, se pasaba sus manos llenas de harina y masa en su camisa buscando limpiarlas buscando su celular.
El más bajo lo veía curioso, mientras se acercaba al lavamanos limpiándose estas sin apartar la mirada del contrario. Este al ya tener su celular a la mano, empezó a escribir algo en el, poniendo más confuso al menor. El más alto se acercó al menor poniendo su celular al frente de él dejando ver la pantalla de este; una foto medio curiosa de él mismo lleno de comida y sin gorro con un texto ilegible por la distancia del celular.
- Ayúdame a limpiar o lo publico - Amenazó el castaño, viendo como el contrario lo veía con cara de confusión.
- ¡No mames! ¿Es tu casa, no? Es tu responsabilidad -Entonó el menor, cortando el contacto visual con el contrario.
- Pero Quackity... ¿Sabes qué? está bien, deja publico la foto - Terminó de hablar el castaño, alejando el celular de la cara del contrario.
- ¡Nooo, noo! Está bien, te ayudo, pues - Escupió el azabache, arrebatándole el celular al contrario para anular la publicación.
Al ya terminar, le dio el celular al castaño para empezar a limpiar. El pelinegro agarró un pañuelo, lo mojó y empezó a restregarlo contra los estantes hasta dejarlos limpios. Rubius, sin quedarse atrás, tomó los platos sucios para lavarlos. Estuvieron así media hora aprox. Sin dirigirse la palabra en ningún momento; ocupándose solamente en limpiar.
Después de probablemente una hora, Quackity terminó de limpiar, dirigiéndose al sofá para tirarse en el, podría dormir lo que queda del día tranquilamente. Rubius se dio la vuelta al terminar su parte viendo cómo el pelinegro se quedaba dormido en segundos, sonrió enternecido. Se lavó las manos para dirigirse hacia el sofá en donde se ubicaba Quackity. Agarrándolo en la famosa posición de princesa. Con cuidado de no despertar al más bajo, se dirigió a una de las habitaciones, acostando al menor con cuidado, acobijándolo con la suave manta.
Suspiró, enternecido por la vista, tomándole una foto para guardar el momento.
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Pov: Quackity.
Me encontraba durmiendo plácidamente hasta escuchar un ruido algo fuerte proveniente de afuera. Me desperté de golpe, sentándome en aquella cómoda cama. Algo agitado, me levanté dirigiéndome a la puerta pero sin abrirla por completo. Me asomé un poco para ver si todo estaba en orden, dándome cuenta de que eso aparentaba. Terminé de abrir la puerta saliendo por completo de la habitación dirigiéndome hacia el lugar donde probablemente haya salido el sonido.
«¿Rubius...?» Llamé para asegurarme que el sonido fuera de él y no de un extraño, escuchando un «¿Quackity? ¿Pasa algo?» como respuesta. Suspiré aliviado. Con más confianza, bajé las escaleras para encontrar con una imagen que nunca olvidaré; Rubius con un delantal, lleno de comida y un gorro de chef. Solté una pequeña risa.
- ¿Neta? - Solté con una ligera risa.
- ¿Qué? ¿No tienes hambre? - Preguntó con una ceja levantada.
- Si, si, si. ¿Qué hay de comer? - Respondí a la pregunta del castaño.
- ... - Rubius se me quedó mirando serio, tardé en captar hasta que ví los panqueques en el plato. Solté una carcajada.
- [risa] Ah... Ya. Perdón pues - Me burlé del contrario - Yyyy... ¿Qué hora es? -
- Ocho de la noche - Dijo sin más.
- que -
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HOLAAAA perdón por el cap corto☹️☹️☹️
La nta no les voa mentir, esta corto por flojera nomas
:3
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