Quackity y Rubius ya se habían conocido en persona anteriormente, aunque querían volver a verse. Arreglaron una fecha para que después de La Velada 3 Quackity fuera a Andorra a visitar a Rubius.
Lo que Quackity no sabía es que Rubius y Irina pasaba...
Se alejaron rápidamente con un fuerte sonrojo. Rubén contestó la llamada sin siquiera ver quien era.
— ¿Hol- hola? ¿Quién habla? — Preguntó Rubén al contestar la llamada avergonzado procurando no ver a su "amigo" a los ojos.
— Rubius, ¿estás libre? — Preguntó Irina a través del móvil, confundiendo al contrario.
— ¿Irina? ¿Pasa algo? — Respondió con otra pregunta el castaño mientras se alejaba un poco del menor.
— Tranquilo, no es nada. Solo necesito tener una conversación algo seria contigo. ¿Estás libre? — Explicó la castaña para repetir la pregunta. Esta vez un poco desesperada.
— Eh... Sí... Solo deja le digo a Quack- — Avisó el mayor siendo interrumpido por la castaña. — No, no, no. Ven solo, porfa. Son solo cinco minutos, por favor.
— Bueno... ¿Dónde quieres que nos veamos? — Preguntó el mayor mientras veía desde una pequeña distancia a Alex chatear con alguien. — En la cafeteria ********, yo te espero.
— Vale, dame unos minutos. — Dicho esto colgó la llamada oara dirigirse al menor.
— ¡¡Quackityyyyyy!! Ya nos tenemos que ir, tengo algunas cositas pendientes. ¿No te molesta quedarte solo? — Preguntó el mayor algo "preocupado"— Nonono, está bien. — Respondió el menor con sus mejillas totalmente sonrojadas.
— Entonces vámonos.
Y dicho eso empezaron a caminar hacia el auto para irse a casa.
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Pov: Quackity.
— Bueno, yo ya me tengo que ir. Ten las llaves, y no hagas desorden, ¿ok? — dijo Rubiusentregándome las llaves de su casa.
— Oki — Respondí con confianza mientras agarraba las llaves, viendo como el mayor se alejaba.
Entré a la casa con las llaves que me dio Rubius y fui a la cocina para hacer algo de comer. Al principio se me hizo raro que Rubius se ocupara de la nada, pero yo no soy nadie para criticar ¿verdad?
Pensé en hacerme unas enchiladas suizas, pero me arrepentí al instante al ver la tremenda falta de ingredientes, y ni loco voy a ir de compras aquí en Andorra, así que me decidí en hacerme algo simple; fideos.
No obstante, decidí hacerlo más tarde, ya que ese helado que comí con Rub me había quitado el hambre temporalmente.
Me paseé por la casa entera dandome cuenta de cosas que no había visto antes, aburriéndome unos minutos después. Como último recurso para no aburrirme fui directamente al set up de Rubius viendo la pantalla de la pc, teniendo una buena idea.
